Redacción. A Coruña
Los dermatólogos del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) han protagonizado este miércoles una jornada de huelga para reclamar que la dirección de servicio de Dermatología tenga en cuenta su punto de vista en la organización asistencial del paciente.
Ante los medios, el delegado de la CIG-Saúde, Ramón Verás, ha apuntado que, tras cinco años denunciando está situación, a los dermatólogos "no les ha quedado más remedio" que llevar a cabo el paro para denunciar que, a su juicio, estos especialistas no toman parte de las decisiones que afectan a su actividad sanitaria y a sus posibilidades de "promoción profesional".
Por su parte, uno de los dermatólogos afectados por esta situación, Manuel Almagro, ha subrayado que ir a la huelga "no es plato de buen gusto", pero ha incidido en que la situación ha "empeorado progresivamente" y que, en su opinión, en estos momentos, "se atiende a números y no a pacientes".
Sobre este punto, Almagro ha insistido en que se ven "obligados" a atender casos "complejos" en cinco o seis minutos, además de tener que esperar para volver a tener una cita con el paciente "dos o tres meses, en lugar de poder hacerlo mucho antes".
"Vivimos con la soga al cuello", ha declarado Almagro, quien ha denunciado una situación en la que, en su opinión, se ven "forzados" a perder parte de su tiempo libre para "estudiar y seguir mejorando como médicos".
Normas al “dictado”
Asimismo, Almagro ha reivindicado que los especialistas deben "tener que decir algo y que se cuente con nosotros", mientras que ha denunciado que las normas "al dictado" no son la "mejor" manera de poder organizar la asistencia sanitaria de los pacientes.
Preguntado por las reuniones que han mantenido durante todo este tiempo con la dirección del centro para tratar de llegar a un acuerdo, el dermatólogo del Chuac ha comentado que en ninguna de ellas "se ha abordado este problema en concreto", al tiempo que ha dejado claro que están "abiertos" a negociar cuando haga falta.
Por último, Almagro ha querido aclarar que el problema no tiene "nada que ver" con la política sanitaria del actual Gobierno de la Xunta, y que es una situación que vienen "arrastrando" desde hace cinco años.