Hospital Universitario Virgen del Rocío.
La
Junta de Andalucía ha logrado desbloquear esta semana el acuerdo marco, dotado co
n 533 millones de euros, que permitirá derivar al sector privado la realización de
algunas de las operaciones de las especialidades médicas que sufren una mayor demora. El programa ha sido diseñado para evitar saturaciones en el seno del Servicio Andaluz de Salud (SAS) pero ha reabierto un debate profesional en la comunidad autónoma sobre el recurso de l
a colaboración público-privada en la sanidad, después de que varios sindicatos del sector hayan cuestionado la medida.
Para arrojar algo de luz sobre el asunto, el presidente de HM Hospitales,
Juan Abarca, ha publicado un análisis en sus redes sociales en el que ha recurrido a los datos públicos para defender la medida ideada por la Consejería de Salud. A su juicio, la licitación de este concurso público, que permitirá cubrir
la asistencia durante los próximos cuatro años, es necesaria para reducir unas demoras que en Andalucía son “alarmantes”.
“La obligación de todos los que formamos parte de este sector es tratar de aportar valor a nuestro sistema sanitario de forma constructiva porque
¿podríamos prescindir de los conciertos en Andalucía? ¿Como serían las lista de espera? Así, no sólo no se crea, si no que se destruye”, ha apostillado.
El que fuera presidente de la Fundación IDIS ha recordado que Andalucía ya ha aumentado el
presupuesto anual que dedica a la sanidad en un
67 por ciento entre los años 2015 y 2024, llegando a superar los 14.000 millones de euros. Sin embargo, esta subida considerable no ha permitido atajar el problema. “En ese tiempo y a pesar de ese incremento presupuestario la actividad de la Sanidad andaluza
apenas se ha incrementado la actividad en los hospitales públicos”, ha apostillado.
La actividad en la sanidad pública
Los datos presentados plantean que el volumen de intervenciones quirúrgicas en el sector público andaluz han pasado de 530.555 en el año 2012 a
776.940 en 2022. Es decir, ha aumentado en el orden de un
46,6 por ciento en una década. En términos relativos, son veinte puntos por debajo del crecimiento de fondos que ha experimentado la sanidad como consecuencia del refuerzo de las partidas presupuestarias.
Mucho menor ha sido el cambio porcentual en otros indicadores de la sanidad pública andaluza. Las
estancias en los hospitales del SAS únicamente han crecido un 18,2 por ciento en una década, una cifra similar al auge de
los ingresos (27,2 por ciento),
las altas (28,3 por ciento) o las
urgencias atendidas (34,5 por ciento). Únicamente
las consultas son las que han seguido un ritmo similar al nuevo gasto, con un salto del 68,1 por ciento.
Abarca ha recordado además que la cifra anunciada para los conciertos con la sanidad privada de los próximos cuatro años va en la línea de lo que
ya se venía haciendo hasta ahora, por lo que no representa una gran novedad. De acuerdo a las cifras de la Fundación IDIS, en 2019 ya se dedicaron más de
179 millones de euros a conciertos con entidades privadas, un dato que se elevó hasta los 285,7 en el último ejercicio.
“Ante estos datos que son objetivos,
más que protestar por los conciertos habría que cuestionarse donde va el dinero incrementado - más del 45 por ciento a salarios por cierto - y hacer algo de autocrítica porque lo que está claro es que los esfuerzos presupuestarios a favor de la sanidad pública
no redunda en una mayor productividad que beneficie a los pacientes”, ha esgrimido.
Las críticas sindicales a los contratos del SAS
La respuesta de Abarca se ha producido después de las críticas que han manifestado en los últimos días los sindicatos profesionales andaluces. En un comunicado,
Satse calificó el acuerdo marco como una
“desinversión” en el sistema público y advirtió sobre el problema persistente en la falta de enfermeros en el SAS que han abocado al “colapso” a algunos centros. “Este nuevo contrato, que ha sido presentado como una solución a la presión asistencial,
en realidad no resuelve nada, sino que externaliza lo rentable y deja lo más complejo y costoso al sector público”, expusieron.
En la misma línea se ha manifestado el
Sindicato Médico Andaluz (SMA), que también ha considerado prioritario invertir en la sanidad pública, especialmente ante la falta de médicos, por ejemplo, para hacer frente al
plan del verano de la sanidad andaluza, o las dificultades de la comunidad para
captar a los MIR una vez que finalizan su residencia.
Dos visiones que ahora ha cuestionado Abarca, ya que considera que se está externalizando una “mínima parte de la actividad” para paliar las “terribles” listas de espera. “Yo veo muy bien que cada uno defienda sus intereses pero
eso no implica ir en contra de los intereses de otros. Y en este caso no es ir sólo contra la sanidad privada - que también tiene sus trabajadores - sino contra los
intereses de los propios pacientes precisamente porque la situación de demoras en Andalucía es alarmante”, ha apostillado.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.