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13 ene. 2023 14:37H
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MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

Con la COVID-19, la gripe y el VRS creando lo que muchos denominan una triple pandemia, una nueva investigación dirigida por Corewell Health East (Estados Unidos) ha arrojado luz sobre el efecto que las distintas variantes de la COVID-19 han tenido en los pacientes más jóvenes a lo largo de la pandemia y el papel que las coinfecciones han desempeñado en los resultados pediátricos.

Los resultados del estudio de 18 meses de duración, publicado en 'The Lancet Regional Health - Americas', han mostrado que, si bien los casos ómicron tenían las tasas de ingreso hospitalario más altas entre los niños de 0 a 17 años, los casos graves, incluso mortales, de la enfermedad eran menos probables durante ómicron que durante las variantes delta y alfa. De hecho, las probabilidades de enfermedad grave fueron un 65 por ciento menores durante ómicron en comparación con alfa.

Sin embargo, si otros virus respiratorios, como el de la gripe o el VRS, estaban implicados en cualquiera de las variantes, los resultados graves aumentaban más del doble, y los lactantes y niños pequeños corrían un riesgo significativamente mayor.

Los niños más pequeños que se infectaron con varios virus al mismo tiempo presentaron una necesidad significativamente mayor de oxigenoterapia y cuidados en la UCI. Más del 45 por ciento necesitó este tipo de cuidados, en comparación con sólo el 22 por cinto de los pacientes que estaban enfermos con un solo virus.

Los investigadores examinaron más de 4.500 visitas al departamento de emergencias del hospital Corewell Health Beaumont entre el 1 de enero de 2021 y el 16 de junio de 2022.

El estudio también mostró que la coinfección fue más común durante la variante delta, con casi el 17 por ciento de los casos pediátricos con más de un virus, seguido por ómicron en el 12,5 por ciento y alfa en poco más del 5 por ciento. Los datos se recopilaron en tres periodos de tiempo: alfa, de enero a junio de 2021; delta, de julio a diciembre de 2021, y ómicron, de enero al 16 de junio de 2022.

Un resultado sorprendente del estudio fue que, aunque los resultados graves aumentaron significativamente en los casos de coinfección, las muertes en general se mantuvieron relativamente bajas entre los pacientes más jóvenes.

Aunque las vacunas para niños de 5 a 11 años empezaron a estar disponibles cerca del final del periodo de predominio Delta, todavía no había vacunas para niños menores de cinco años, por lo que era difícil mostrar el verdadero impacto de la vacunación entre los grupos de edad más jóvenes durante el periodo de estudio. Sin embargo, se recogieron algunos datos representativos del grupo de edad de los adolescentes.

Cuando se aísla a los adolescentes que tuvieron acceso a la vacunación antes que los otros grupos de edad, queda claro que proporcionalmente hubo menos urgencias, hospitalizaciones y resultados graves en este grupo de mayor edad durante el transcurso de la pandemia.

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