La compañía alicantina ASV, que ostenta la licitación del transporte sanitario en la región, se ha visto envuelta en dos incidentes graves en las últimas semanas. La empresa que dirige José Juan Payá ha tenido que ver como la Consejería de Sanidad pedía la suspensión de dos trabajadores que este lunes perdieron a un paciente cuando tenían que trasladarlo al hospital y que dieron positivo en el test de drogas. Sin embargo, no es el primer hecho de este tipo al que se enfrentan, ya que hace menos de un mes que en el transcurso de otro transporte tuvieron que recoger a una mujer que se había tirado de la ambulancia cuando esta circulaba a una velocidad de 110 km/h. Dos hechos que demuestran que ASV debería aplicar mayores controles a sus empleados y velar por la seguridad de los enfermos.