Los agentes sociales llevarán propuestas diferenciadas sobre las categorías a la última cita del Estatuto Marco

Jesús Jordán, Ana María Francés, Tomás Toranzo y Fernando Hontangas, cabezas de las secciones de sanidad de los sindicatos, hablan sobre el futuro de la reclasificación en el SNS.
Jesús Jordán, Ana María Francés, Tomás Toranzo y Fernando Hontangas.


21 abr. 2023 13:00H
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El Ministerio de Sanidad se ha mostrado dispuesto a abordar una reforma del actual modelo de clasificación profesional que determina los grupos en los que se enmarcan médicos, enfermeros o técnicos en la escala del personal estatutario. La voluntad del Gobierno llega cuando resta una reunión del grupo de trabajo en el que se está negociando la reforma del Estatuto Marco, a la que previsiblemente los principales sindicatos del sector llegarán con una batería diferente de propuestas para transformar el actual modelo.

El equipo de trabajo del ministro José Manuel Miñones ha apuntado en una respuesta parlamentaria remitida en el Congreso de los Diputados su intención de trabajar con los “actores implicados” en la regulación de la “clasificación del personal estatutario” del Sistema Nacional de Salud (SNS) que viene contemplada en el segundo artículo del Estatuto Marco, el último que se va a analizar en la mesa de negociación después de que se haya postergado para el final.

Esta valoración es una respuesta a una consulta formulada por el grupo popular que buscaba saber si desde el Gobierno estaban dispuestos a poner fin a la separación de los grupos A1 y A2 en los que figuran médicos y enfermeros, respectivamente. Sanidad no ha aclarado su postura, aunque ha recordado que el actual sistema ya contempla una distinción en función “del nivel de responsabilidad de las funciones a desempeñar y de las características de las pruebas de acceso”.


Una clasificación en sanidad por créditos ECTS


Una de las propuestas que llegará a la mesa de Sanidad en esta nueva fase de negociaciones es la que Comisiones Obreras (CCOO) defiende desde hace más de un año. El objetivo es que las profesiones sanitarias se organizan en la escala estatutaria en función del número de créditos ECTS de su formación y del sistema de cualificación profesional español (MECU). Esta medida permitiría distanciar a Medicina (360 créditos) de Enfermería (240 créditos), pero abordando las reclamaciones históricas de los dos colectivos.

“Todo ello pasa ineludiblemente por una actualización y por un proceso de revisión de nuestro sistema de clasificación que llevara a la actualización de las categorías, según las funciones que realizan”, ha explicado a Redacción Médica Jesús Jordán, responsable de Empleo de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO y uno de los negociadores habituales del Estatuto Marco.


La nueva figura del A+ médico


En una línea parecida se ha situado la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) que desde hace unos meses se ha convertido en la defensora de la creación de una nueva categoría profesional para el médico, bautizada como A+. Esta nueva figura persigue mantener la diferencia de rangos si finalmente el Gobierno admite la propuesta del colectivo de Enfermería para ascender hasta la posición del A1, debido a las responsabilidades y el nivel de estudios que ostentan.

Fuentes de la organización han apuntado a este periódico que esta fórmula nace de la imposibilidad de que las dos profesiones compartan categoría ya que cuentan con diferentes “requisitos de formación”, entre ellos el volumen de créditos ECTS de sus grados. “La exigencia académica a médicos es mucho mayor, algo que después se traduce también en las competencias profesionales”, han apostillado.


Reclasificación prioritaria para los técnicos sanitarios


La Unión General del Trabajo (UGT) también ha tomado posiciones en cuanto a la reclasificación, aunque su “prioridad” pasa primero por abordar la situación de los técnicos sanitarios. El sindicato reclamará al Gobierno que cumpla con las condiciones que ya se fijaron en el Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI para trasponer el actual artículo 76 del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP).

Esta medida permitiría que los técnicos superiores se sitúen en el grupo B de la clasificación, mientras que los técnicos medios integren el C, después de cerca de 16 años pendientes de este cambio. “Es de justicia”, ha subrayado Ana María Francés, la secretaria de Salud y Servicios Sociosanitarios de UGT.

La líder sindical ha advertido que esta reclamación no cierra la puerta a que se pueda abordar en la negociación también una visión más completa sobre la figura de médicos o enfermeros. Aunque Francés no ha dado pistas sobre su postura, sí que ha subrayado que el actual modelo de clasificación impide, por ejemplo, a las enfermeras acceder a puestos de jefatura por ser A2. “Vamos a querer hablar de todo”, ha señalado.


Posición prudente a esperas de Sanidad


Por su parte, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Fernando Hontangas, responsable del área sanitaria del sindicato, califica el tema como "delicado". "Desde nuestra organización queremos esperar a ver qué propone el Ministerio", asegura. Aun así, afirma que su postura es que la reclasificación es necesaria y que, además "tiene que hacer una definición clara de cómo se va a realizar esa reclasificación". 

Además, comenta que como esta afecta a más sectores, no sabe si va a quedar amparada en el Estatuto Marco, o va a tener que ir un nivel más allá. "A priori es necesaria esa reclasificación, porque ahora hay un incumplimiento. Tiene que ser para las enfermeras, y también hay que abordar que el médico esté diferenciado", asegura. 
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