Mathias Cormann, presidente de la OCDE.
La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado el informe
Evaluación de la pertinencia de la financiación de I+D para los objetivos sociales, un trabajo que analiza cómo se orienta la
financiación pública de I+D y cuál es su contribución real a los grandes desafíos sociales, entre los que destacan la salud y el bienestar. A través de un modelo de análisis basado en inteligencia artificial, la organización ha estudiado la alineación de las inversiones públicas con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Ante esto, se ha constatado que la salud sigue siendo una prioridad global: el ODS 3, centrado en
el bienestar y la salud, concentra el 23 por ciento de los fondos totales a nivel global. Sin embargo, es la
industria y la innovación la que acapara la mayor parte de los recursos, con un 30 por ciento.
La salud, un área prioritaria en investigación y desarrollo
La salud se consolida como una de las áreas prioritarias en la financiación pública de
investigación y desarrollo (I+D) a nivel internacional. Así lo refleja el citado análisis, que sitúa al ODS 3, dedicado a la salud y el bienestar, como el segundo objetivo más respaldado económicamente entre 2015 y 2023, con un 23 por ciento de la financiación global. Un porcentaje que confirma la relevancia estratégica de las políticas sanitarias y la
creciente presión que afrontan los sistemas de salud para responder a desafíos como el envejecimiento poblacional, el aumento de las enfermedades crónicas o las amenazas pandémicas.
El informe también subraya el papel del clúster o conjunto “Salud”, que agrupa los ODS 1 (Fin de la pobreza), 2 (Hambre cero), 3 (Salud y bienestar) y 5 (Igualdad de género). Esta agrupación se posiciona como una de las más relevantes dentro de las inversiones en I+D, al concentrar el 29 por ciento de los recursos totales. Además, es el bloque que reúne
el mayor número de proyectos financiados: el 39 por ciento de las iniciativas analizadas durante el periodo pertenecen a esta categoría. En consecuencia, se está construendo un ecosistema científico en el que la
investigación biomédica, la salud global, la nutrición y la igualdad de género se entrecruzan para abordar desafíos cada vez más interdependientes.
El impacto de la salud en otros Objetivos de Desarrollo Sostenible
El ámbito de la salud está ganando cada vez más peso en las sociedades contemporáneas. Y esto se hace evidente al observar las prioridades de los principales organismos financiadores especializados. Entidades como el
National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos
, el National Health and Medical Research Council (NHMRC) de Australia y varias agencias públicas de Francia y Japón concentran una parte importante de sus inversiones en el campo de la salud.
Para acabar, el informe destaca que la financiación pública de I+D genera sinergias entre distintos objetivos. Los proyectos centrados en Prosperidad destinan cerca del 20 por ciento de sus fondos a iniciativas vinculadas al
Planeta y a la Salud. En el caso del conjunto de Salud, aunque muestra el solapamiento más bajo,
redirige un 26 por ciento de su financiación hacia otros ODS: un 9 por ciento hacia metas medioambientales y un 7 por ciento a objetivos relacionados con Prosperidad.
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