Dexametasona: qué es, precio y usos del 'nuevo' fármaco contra el Covid-19

La dexametasona es el primer medicamento que se ha probado que puede reducir al menos un tercio las muertes por coronavirus Covid-19 en pacientes graves que han requerido ventilación y un quinto en aquellos que solo precisaron de oxígeno, según resultados del estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Se trata de un fármaco barato y disponible actualmente en el mercado.

El propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha reconocido que “este medicamento se ha utilizado ya en muchos países de forma compasiva, pero hacer un ensayo clínico que prueba que tiene un efecto beneficioso es importante”. “Confirma las hipótesis de que su uso podría reducir la letalidad. Eso es importante e incita a utilizarlo más", ha explicado recientemente.

La dexametasona es un corticosteroide antiinflamatorio bien conocido por la comunidad médica, según reconoce el citado estudio de la Universidad de Oxford. La dexametasona reduce las muertes en un tercio en los pacientes ventilados y en una quinta parte en los que solo recibieron oxígeno. En cambio, no produce ningún beneficio entre aquellos pacientes que no necesitan asistencia respiratoria alguna.

Este medicamento es similar a una hormona natural producida por las glándulas suprarrenales y alivia la inflamación, hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor. Además, suprime el sistema inmune y tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos y antialérgicos.

Normalmente se utiliza la dexametasona para tratar ciertas formas de artritis; trastornos de la piel, la sangre, el riñón, los ojos, la tiroides y los intestinos (por ejemplo, colitis); alergias severas; y asma. Además, tiene otros usos: se emplea para combatir algunos efectos secundarios de la quimioterapia e, incluso, como medicamento tras cirugías como la dental.

La dexametasona viene en comprimidos de 4, 8, 20 y 40 miligramos. Se toma normalmente a dosis de 0,5 a 10 mg al día, dependiendo de la enfermedad que esté siendo tratada.

Por lo general no suele provocar efectos secundarios, pero también depende de las particularidades de cada paciente. En algunos casos, puede causar vómitos, mareos, problemas de visión, ansiedad o inflamación de la cara, piernas o tobillos.

También incrementa el riesgo de padecer enfermedades de tipo infeccioso, incluso algunas de ellas por gérmenes o microbios que en condiciones normales serían inocuas para cualquier persona. Por ello, en ocasiones se recomienda a quien la toma que evite a personas contagiadas, especialmente si lo están de la viruela, tuberculosis o sarampión.

El precio del dexametasona es unos 39 euros para un tratamiento de 10 días para los pacientes con coronavirus. Las marcas comerciales que lo fabrican y comercializan actualmente son cuatro: Decadron, Dexone, Dexameth y Hexadrol.

Tras la final la final de la Liga de Campeones de 2017, el capitán del Real Madrid, Sergio Ramos,  habría incumplido las normas antidopaje, según denunció entonces la plataforma Football Leaks. El jugador blanco habría dado positivo tras tomar dexametasona, sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), y que había sido suministrada al andaluz por prescripción de los médicos del Real Madrid, siempre según las citadas fuentes.

En cualquier caso, la UEFA, el máximo estamento europeo, que no castigó al jugador blanco, permite la utilización de esta sustancia siempre y cuando exista una comunicación previa al partido en cuestión.