Una experta en virus pone posible fecha al fin de la ola de gripe de 2025

La gripe aún no ha alcanzado su pico, pero está previsto para Navidad por dos motivos: las reuniones familiares propias de estas fechas y que la circulación del virus seguirá aumentando impulsada por una nueva cepa más transmisible y con cierto escape vacunal. Así lo indica María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), a Redacción Médica. 

Sobre el final de la curva epidémica, explica que los contagios "después de las fiestas empezarán a descender", explica que los contagios "después de las Navidades empezarán a descender". En cualquier caso, recuerda que el comportamiento social será determinante: "En las Navidades va a haber muchas reuniones familiares, entonces va a depender mucho de las medidas no farmacológicas también, es decir, de que la gente se ponga mascarilla si tiene síntomas y de una buena higiene de manos". En un escenario favorable, añade que los casos empezarían a bajar "a comienzos de enero de 2026".

Una nueva cepa más transmisible y con escape parcial

Tomás confirma la circulación de una nueva cepa -la variante K- "con mutaciones en la hemaglutinina", lo que hace que tenga "más capacidad de transmisión porque tiene más afinidad a los receptores". "En principio la cepa no es más virulenta, pero sí es más transmisible y va a llegar a más personas", asegura.

Aparte, señala que presenta "cierto escape de la inmunidad de infecciones previas y de la vacuna". Sin embargo, contagiarse de esta cepa estando ya vacunado "protege de la enfermedad grave, de neumonía, de otras complicaciones, etc". Por eso, insiste en que es "la principal medida de prevención, junto con las medidas no farmacológicas, al hacer que la persona contagiada tenga menos sintomatología y que la infección pase a ser más leve".

Grupos más afectados y situación pediátrica

El perfil de los pacientes más vulnerables no ha cambiado. "Personas mayores de 65 años con comorbilidades, personas inmunodeprimidas, personas con cáncer y también niños menores de 5 años" continúan siendo los grupos con mayor riesgo. Sobre la afectación en menores y un posible aumento de complicaciones en pediatría, subraya que "en principio no hay que preocuparse". Aun así, asegura que el peligro está en "niños neonatos, que estén inmunodeprimidos, que no tengan contacto previo con otro tipo de gripe previa que pueda tener cierta protección". "Entonces es importante vacunarlos", recalca.

En estas fechas, añade, "los niños pequeos, como tienen una inmunidad todavía que está madurando, pueden verse más afectados por todos los virus respiratorios". Pero, en este contexto, cree que las campañas de vacunación funcionan muy bien en este grupo y en los mayores de 65 : "En las personas mayores se ha incrementado el número de vacunados. Por lo tanto, yo creo que tiene impacto en aquellas personas que se sabe que va a tener más efecto en la salud". 

Respecto a la baja vacunación registrada entre profesionales sanitarios, Tomás apunta que están más que concienciados, aunque siempre haya un grupo que no se vacune, algo que "ocurre todos los años", al igual que se da "la misma situación en la población general". Explica que la variabilidad depende "de las zonas que tengan mayor acúmulo de pacientes que puedan haberse infectados por el virus", pero al mismo tiempo sostiene que "los sanitarios usan la mascarilla también y en los hospitales se están tomando las medidas adecuadas".