José C. Albillos, presidente de Seram; Pedro Navia, presidente de la Geni; y Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus.
El tratamiento endovascular del
ictus isquémico en España ha mejorado notablemente en los últimos diez años, pero todavía enfrenta retos de cara al futuro tanto a nivel de
formación profesional como en la
educación de la población para identificarlo. A estos se suman la diferencia en la accesibilidad al diagnóstico por factores geográficos, los medios económicos que se destinan en las comunidades autónomas, una mayor tecnología, así como el apoyo del
Ministerio de Sanidad y de las consejerías. Este ha sido el planteamiento que ha hecho la Sociedad del Grupo Español de Neurorradiología Intervencionista (GeNI), la Sociedad Española de Radiología Médica (
Seram) y la Fundación Freno al Ictus, en el marco del Día Mundial del ictus.
"Lo normal, la media en España, es que hagamos en cada hospital entre
150 y 200 tratamientos de estos al año", ha dicho Pedro Navia, presidente de GeNI, quien ha destacado que los equipos son "muy justos" y son "
pocos profesionales" los que se dedican a realizar estos procedimientos por necesitar de una formación especial y muy especializada. Así, ha detallado también que en 2015 se hicieron 2.000 tratamientos de trombectomía y ya en 2024, el número asciende a
más de 9.000. "Estoy seguro que este año vamos a llegar a 10.000 tratamientos", ha añadido.
En este sentido, Navia ha señalado que actualmente se realiza una media de 19 trombectomías por cada 100.000 habitantes, "que son de las más altas de toda Europa". "Necesitamos seguir mejorando porque necesitamos
tratar a más pacientes, que la sociedad se conciencie que hay un tratamiento para los ictus, pero tiene que ser precoz", ha sostenido. En ese listado, tienen cabida la
adquisición de equipos "que son muy caros", pero necesarios para tratar ictus y otras patologías, por lo que ha considerado necesario el apoyo de las administraciones autonómicas y la estatal, para "conseguir el
desarrollo de las áreas de capacitación especializada".
Esta posición también ha sido destacada por José C. Albillos Merino, presidente de Seram, quien ha precisado que pese a la mejoría que se evidencia en la última década, todavía hay
dificultades en la accesibilidad a este diagnóstico por factores geográficos, debido a que no todas las regiones manejan los mismos recursos en este ámbito. Además, ha puesto el foco precisamente en la importancia de la
parte diagnóstica ya que la ha calificado como "esencial y fundamental", que permitirá posteriormente dar con el tratamiento adecuado.
La arista relacionada al paciente ha sido proporcionada por Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, quien ha considerado que la clave está en la
educación de la población para identificar un ictus. "Cualquier persona tiene que ser capaz de identificar que algo está pasando en su entorno y, a partir de ahí, activar el protocolo 112 y el sistema de funcionamiento, es decir, se le está dando
el poder al ciudadano para actuar", ha dicho.
Según su planteamiento, "la única forma correcta de actuar" en este tipo de situaciones es, tras la identificación, activar el Código Ictus. "Al hospital no se va, al hospital te llevan", ha destacado, una diferencia exponencial que puede determinar incluso menos repercusiones en el paciente. En este aspecto, ha considerado que aún hay una "carencia evidente a nivel nacional en la
rehabilitación posterior" al ictus. "Tenemos un sistema que te salva, te reduce las secuelas, pero también tenemos un
subsistema deficitario en integración de la persona", ha subrayado.
Falta de profesionales en Neurorradiología
En la actualidad, la GeNI cuenta con
200 profesionales, un número todavía insuficiente, pero que ha crecido con el paso de los años. "Hace no mucho éramos 70 u 80, hemos crecido, pero ante este aumento de demanda,
hemos crecido poco", ha señalado Pedro Navia.
En esa ecuación también entran en juego los profesionales en Neurorradiología que están
próximos a jubilarse. "Tenemos una generación que se nos jubila, muy importante, una generación que en nuestro caso es admirable porque empezaron a hacer neurointervencionismo en los años 90, cuando casi nadie creía en esto", ha dicho, lo que supone una 'pérdida' del
15 por ciento del número actual de la Sociedad. El crecimiento que calculan es del 13 por ciento de media en la actividad de trombectomía, por lo que "probablemente" el número ideal con el que debería contar es de 250, para "tener un actividad normal".
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.