Alma Martínez, presidenta de la AEPCP, explica cómo es el trabajo multidisciplinar de psiquiatras y médicos de Urgencias

 Alma Martínez De Salazar, especialista en Psicología Clínica y presidenta de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología.
Alma Martínez De Salazar, especialista en Psicología Clínica y presidenta de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología.


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Los Servicios de Urgencias Hospitalarias del Sistema Nacional de Salud (SNS) atienden miles de patologías al año. Entre ellas, las relacionadas con la salud mental, unas de las más frecuentes en la población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 9 por ciento de las personas las padecen y el 25 por ciento las tendrá a lo largo de su vida. Por ello, su abordaje en la 'puerta de entrada' al sistema sanitario es fundamental. Y es que nuestra sanidad está más que preparada para hacerles frente, incluso si los pacientes atendidos proceden de fuera de España, un clásico en el periodo estival. Todo gracias a "los traductores" y "los psiquiatras de guardia", tal y como afirma a Redacción Médica Alma Martínez De Salazar, especialista en Psicología Clínica y presidenta de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología.

"Por lo general, cuando un paciente llega a Urgencias por un problema de salud mental se llama al psiquiatra de guardia", explica. Antes, los médicos de Urgencias realizan la primera valoración del cuadro de la persona afectada.

Si puede ser atendida por ellos, se encargan los propios facultativos de su medicación. Pero, "si el cuadro supera las competencias del especialista correspondiente, se deriva al psiquiatra, ya que no hay psicólogos clínicos en la mayoría de hospitales". Sin embargo, "siempre hay un psiquiatra de guardia".

Actuación de los psiquiatras de guardia


Un profesional que, en función de su valoración, tiene dos opciones a la hora de tratar a un paciente que ya ha sido derivado. "Si el cuadro requiere de ingreso completo, el especialista queda a su cargo y se activa un protocolo de ingreso en el que también participan resto de profesionales, como celadores", apunta. Eso sí, si el cuadro no tiene una gravedad completa, se reajusta el tratamiento farmacológico y se valora cuál el dispositivo del que depende esa persona. Es decir, "si esta persona es la primera vez que acude a Urgencias le hacen un informe para que vaya a la unidad de salud mental de su zona y pide cita según se haya especificado". Por otro lado, si esta persona ya estuviera en tratamiento en algún dispositivo, se valoraría adelantar su cita. 

De esta forma, los profesionales de la salud mental siguen un conjunto de pasos para prestar la mejor asistencia sanitaria posible. Y es que, entre otras, psiquiatras, psicólogos, médicos de Familia y de Urgencias reciben en su día a día a personas que padecen cuadros de ansiedad, crisis de pánico o descompensaciones y trastornos mentales graves. Otra de las causas puede un acontecimiento extraordinario por la muerte de un familiar, intentos de suicidio o "cuadros depresivos que se agravan por múltiples factores como, por ejemplo, un desengaño amoroso".

Las barreras médico-paciente


Aun así, el cuadro experimentado por el paciente puede no ser la única 'barrera' en la conversación médico-paciente. "Si te encuentras con un paciente que no habla tu idioma, todos los hospitales cuentan con servicios de traducción y ellos te ayudan a hacer la entrevista correspondiente", confirma De Salazar. Según asegura, los médicos de Urgencias "están más que entrenados". De hecho, señala que, para ella, la principal barrera en verano es "la saturación que se puede dar en algunos Servicios de Urgencias ubicados en zonas turísticas".

De todas maneras, hace hincapié en que, esta sobrecarga, en salud mental, es relativa, ya que se producen dos fenómenos que "pueden parecer paradójicos". Por un lado, "existe el hecho de que todos los profesionales tienen vacaciones en los meses de verano (de julio a septiembre) y no pueden ser sustituidos". Aunque, tal y como indica, "tampoco tiene sentido que un psicólogo clínico distinto te atienda cuando otro te está haciendo seguimiento del tratamiento psicoterapéutico". Eso sí, "la lista de casos nuevos aumenta".
 
Pero, por otro lado, "se da un efecto paradójico". Y es que en el periodo estival "la gente está más relajada y fallan muchos más pacientes a las consultas de lo que se quisiera". Así, "se pierden consultas". "Falta cultura en la población a la hora de llamar para anular citaciones con el psicólogo, ya sea porque no pueden o porque se olvidan", indica. Una situación que debe cambiar, ya que "se pierden muchas horas que podrían ser aprovechadas". De todas formas, la asistencia sanitaria en los Servicios de Urgencias en España está garantizada, tanto a extranjeros como a españoles.
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