Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS.
Dos modelos unidos. El privado y el público. Esa es la base de la
colaboración sanitaria, un sistema que se ha convertido en el debate de los últimos meses. Y es que han sido varios los protagonistas de la sanidad privada los que han abordado el asunto. La exministra de Sanidad y presidenta de la Fundación AMA,
Ana Pastor,
abogó por una remodelación del modelo; el presidente de HM Hospitales,
Juan Abarca Cidón, insistió en la importancia de aunar los dos sistemas para mejorar las ratios de las listas de espera; la
Fundación IDIS, encargada de aglutinar a las empresas del sector sanitario privado, por
elaborar una ley de garantías… Estas son algunas de las propuestas que han llegado en los últimos tiempos y que han marcado la agenda informativa de la
colaboración público-privada. Un sistema que, como ha podido saber
Redacción Médica, está
“infrautilizado en muchos territorios” del país.
Es
Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, quien pronuncia estas palabras. La representante de la organización, que hace apenas una semana que
ha revalidado su puesto, es la encargada de explicar a este periódico las
diferencias entre las distintas comunidades autónomas, así como los factores que guían la disparidad entre ellas. Todo ello con Cataluña con un ‘secreto’ que le convierte en líder.
¿Por qué Cataluña encabeza la colaboración público-privada?
Villanueva, como voz experta del IDIS, muestra la fotografía de la situación de la
colaboración público-privada por territorios. Un dibujo desigual en que
Cataluña, Madrid y las Islas Canarias encabezan la lista con los mejores datos. No obstante, le directora general de la organización analiza en profundidad el caso de la comunidad catalana, de la que muestra su carta principal para ser la merecedora de ese primer puesto.
“Tiene un
modelo sanitario históricamente basado en una red integrada público-privada (
Siscat), donde alrededor del 24 por ciento del gasto sanitario público se canaliza a través de conciertos con entidades privadas”, apunta. Además,
como ya desveló Redacción Médica, sus datos aún podrían mejorar, y es que la sanidad privada catalana ya trabaja en aplicar una
‘vía europea’ de fórmulas no contractuales que provocarían que el concierto vaya más allá del contrato.
Tras esta explicación, la directora general del IDIS confía que Cantabria, La Rioja y Navarra son las que
menor porcentaje de gasto en conciertos presentan con respecto al gasto total. Unas diferencias que responden, en sus palabras, a tres claves que guían esta disparidad.
El primero que nombra el modelo organizativo de cada territorio. Es aquí donde vuelve a incidir en la situación de Cataluña y en el Siscat, el modelo creado en el año 2000, un sistema que integró los servicios y centros de Atención Primaria en una sola red de utilización pública con alianzas con la privada. En este sentido, Villanueva recalca que los bajos datos de otras comunidades se deben a que esta colaboración “puede ser más limitada por
decisiones ideológicas o falta de impulso normativo”.
Esta lista continúa con la
infraestructura de la red privada. Y es que, como dice Villanueva, esta se encuentra
“más consolidada en unos territorios que en otros”. Un aspecto que facilita la colaboración. A ello suma, además, que otro aspecto clave puede ser la “tradición en el uso de determinados modelos de gestión”. Es aquí donde pone el ejemplo de las concesiones.
En tercer lugar, Marta Villanueva nombra la propia “
voluntad de las administraciones para lograr una sostenibilidad del sistema”. Un asunto que remata haciendo hincapié en las ventajas que, en su opinión, aporta la colaboración público-privada sanitaria: permite optimizar recursos, mejorar tiempos de espera y
reducir presión sobre los hospitales públicos, “lo que en algunas regiones se valora como vía de eficiencia mientras en otras no se valora suficientemente”.
La colaboración público-privada sanitaria en España
“La colaboración público-privada es una realidad consolidada”, apunta Villanueva. Es aquí donde la directora general del IDIS incide en que “el gasto público destinado a colaboraciones con el sector privado -conciertos- asciende a
10.023 millones de euros, que supone solo un 10,3 por ciento”.
Así lo explica haciendo referencia al ‘Observatorio del sector sanitario privado 2025’ publicado por la
Fundación IDIS. Pero su explicación no se queda ahí, y es que insiste en que el modelo que une a la sanidad pública con la privada, en
todas variantes (es decir, los conciertos, el sistema de mutualismo administrativo como
Muface y sus ‘hermanos’, o las concesiones) “permiten
aliviar la presión sobre el Sistema Nacional de Salud (SNS)”. En otras palabras, ‘libera’ al sistema sanitario público de la tensión en aspectos como las listas de espera.
Este listado de Villanueva continúa con más matices. Entre ellos, ofrecer estabilidad, continuidad asistencial y mejorar los tiempos de respuesta. “No tenemos que olvidar que hay
más de 800.000 personas a la espera de una operación y casi 4 millones de personas a la espera de una primera consulta con el especialista en la sanidad pública”, insiste en referencia a las listas de espera, que han sido una de las principales razones del énfasis de la privada en el modelo de colaboración público-privada.
Las palabras de la directora general llegan con una observación final a ese estigma que, a su parecer, rodea a este sistema público-privado: "Esta colaboración es un
elemento complementario, nunca sustitutivo, que contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario en su conjunto”.
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