El equipo de Psicología de HLA Clínica Montpellier apuesta por un abordaje multidisciplinar e individualizado

Santiago Pérez, director de la Unidad de Psicología de HLA Clínica Montpellie, habla del TDAH.
Santiago Pérez, director de la Unidad de Psicología de HLA Clínica Montpellier.


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Según datos recientes, en 2024 se estima que entre el 5% y el 7% de los menores en España padecen Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), lo que se traduce en alrededor de unos 365 000 niños. Las hospitalizaciones por TDAH en adolescentes se han multiplicado por 17 entre los años 2000-2021, representando el 8,7% de los ingresos psiquiátricos juveniles con implicaciones urgentes para la detección y apoyo temprano.

En el marco del Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la Unidad de Psicología de HLA Clínica Montpellier tiene presente un mensaje claro: la necesidad y la urgencia de ir más allá del diagnóstico superficial y apostar por un abordaje integral que sea capaz de contemplar tanto los factores neurobiológicos como las dimensiones psíquicas y contextuales que configuran este trastorno.

Santiago Pérez, director de esta Unidad, nos ofrece una perspectiva compleja pero esclarecedora sobre el TDAH: “Se entiende como una constelación de síntomas que afectan a las funciones ejecutivas: la atención sostenida, el control de impulsos y la regulación de la actividad motora, pero cuya expresión está profundamente entrelazada con la historia vital y emocional del paciente”. Esta visión integradora que combina herramientas clínicas estandarizadas, evaluación neuropsicológica, entrevistas psicodinámicas y una estrecha colaboración con el entorno familiar y escolar, define el modelo de intervención de HLA Clínica Montpellier.

Más allá del diagnóstico, el equipo de la Unidad de Piscología de la clínica personaliza cada intervención, teniendo en cuenta el momento evolutivo del paciente (infancia, adolescencia o adultez), la presencia de comorbilidades, el impacto funcional y, sobre todo, la singularidad subjetiva de cada caso.

Uno de los pilares fundamentales en el abordaje del TDAH es la evaluación exhaustiva. Según el especialista, “la evaluación es multimodal; se emplean entrevistas clínicas estructuradas y semiestructuradas, tanto con el paciente como con sus padres, en caso de ser menor, y se aplican escalas de calificación como el Conners o el ADHD-RS para obtener una medida objetiva de los síntomas”.

Además, el equipo realiza una evaluación neuropsicológica detallada que permite observar el funcionamiento de las funciones ejecutivas implicadas. “Estas pruebas ofrecen una imagen de la eficiencia de los circuitos cerebrales implicados. Aunque lo relevante comienza cuando se evalúa estos síntomas y se insertan en la narrativa vital del sujeto, cómo responden a sus conflictos internos o a las dinámicas familiares y cómo han sido simbolizados”, destaca el psicólogo.


Así se presenta el TDAH


El TDAH no se presenta igual en todas las etapas de la vida. En la infancia suele manifestarse con una hiperactividad motora y una impulsividad evidentes; en la adolescencia, la inquietud puede volverse interna y la inatención más disruptiva; mientras que finalmente, en la adultez, predominan la desorganización, la dificultad para gestionar el tiempo y la impulsividad en la toma de decisiones.

Aunque el tratamiento farmacológico sigue siendo eficaz, ayudando en la mejora de la atención y en la regulación conductual, los profesionales de HLA Clínica Montpellier advierten del riesgo de la medicalización sin comprender profundamente cada caso. “La medicación puede ser una gran aliada cuando los síntomas interfieren gravemente con el funcionamiento diario. Es una herramienta que permite reducir el ruido sintomático para que el sujeto pueda escucharse a sí mismo, explorar su mundo interno y trabajar sobre sus conflictos”, subraya.

Por otro lado, la terapia cognitivo-conductual ofrece estrategias concretas para la organización y la autorregulación, mientras que la psicoterapia de orientación psicodinámica ayuda en la elaboración de experiencias tempranas, resistencias inconscientes y traumas solapados que, a menudo, se expresan a través del síntoma.


La importancia del apoyo familiar en el TDAH


“Un entorno familiar caótico o un sistema educativo inflexible pueden amplificar las dificultades del niño con TDAH. Por eso es necesario que se integre a la familia, al colegio y a los profesionales de salud mental”, apunta el especialista. La detección temprana, el apoyo emocional, una red colaborativa y una actitud de aceptación hacia la condición ayudan a que se produzca un pronóstico mucho mejor. “Cuando un niño siente que no está solo, que sus dificultades no son culpa suya y que puede construir un relato distinto sobre sí mismo, ya estamos generando un cambio terapéutico”, afirma.

A pesar de los avances, el TDAH sigue siendo estigmatizado y a veces se confunde con una falta de voluntad o mala educación. En este sentido, Santiago Pérez insiste en la necesidad de campañas de sensibilización, programas educativos y un sistema de salud que reconozca tanto la dimensión neurobiológica como la subjetividad del paciente. “Gracias a un diagnóstico preciso a través de la ayuda profesional, se abre la puerta a un tratamiento adecuado. Ofrecer un entorno estructurado y empático puede transformar la vida del paciente y la de su entorno”, concluye.
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