La presidenta de la Aepap hace un repaso a sus 20 años de historia y recalca el papel de la Pediatría de AP en el SNS

Sánchez Pina: "Se vacunan más los niños que viven en zonas deprimidas"
Concepción Sánchez Pina, presidenta de la Aepap.


29 jun. 2020 11:40H
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POR MARÍA GARCÍA
Los pediatras son los que proporcionan a los recién nacidos, lactantes, niños, niñas y adolescentes una atención de mayor calidad. Esa es una de la principales conclusiones a las que ha llegado la revisión sistemática de más de 1.150 artículos científicos publicados entre 2008 y 2018 y que confirma lo que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) lleva años reivindicando: que los niños tienen derecho a ser atendidos por un pediatra de Atención Primaria.

La Aepap, que reúne a más de 5.400 pediatras de centros de salud de toda España, ha cumplido en mayo 20 años de vida. Su presidenta, Concepción Sánchez Pina, ha hecho un repaso con Redacción Médica de su pasado -con su constitución-, el presente -con su labor en la crisis del coronavirus- y de su futuro -donde esperan que se mejore sus condiciones para que no se extinga-. Aseguran que son fundamentales en el sistema nacional de salud por los pequeños, pero también por los mayores. 

La Aepap acaba de cumplir 20 años. ¿Cómo ha cambiado como sociedad en todo este tiempo?

Ha crecido mucho. Empezó el 20 de mayo del 2000, a las 12 de la mañana, en una reunión que convocaron 15 pediatras. Conocemos a todos los que firmaron el acta. La intención de ese grupo era hacer reuniones específicas de formación para pediatras de la Atención Primaria, diferentes de las de pediatras del hospital, para formarles más y defender sus intereses. 

Y eso se mantiene.

Sí. Hemos crecido muy rápido lo largo de los años. Tuvo muy pronto 2.000 socios. Hace pocos años ya tenía 3.000 y ahora hemos alcanzado la cifra de 5.400 socios. La gran mayoría de los pediatras de Atención Primaria y muchos residentes de Pediatría pertenecen a nuestra asociación.


"Desgraciadamente está creciendo la Medicina privada"


La estructura que tenemos es por comunidades autónomas para así tener interlocutores para pediatras de Atención Primaria en todas ellas; para ir a las consejerías y defender nuestros intereses en cada comunidad autónoma específica. Tenemos 17 juntas distintas. 

En los últimos tiempos hemos trabajado mucho la formación: hemos trabajado un currículum europeo de formación, que ha sido liderado por la Aepap, con una manera de formar a los residentes totalmente novedosa, con EPAs (entrusted professional activities). También emos hecho un máster específico para pediatras Atención Primaria, el único que hay en Europa; hemos desarrollado una plataforma de formación que se llama 'Formatio'; y ahora estamos apostando por que haya un área de capacitación específica de Pediatría de Atención Primaria.

En los próximos años va a ser importante que las comunidades acrediten muchas áreas de capacitación específica en Pediatría de Atención Primaria que, según nos han explicado en Ordenación Profesional, se va a acreditar por parte de los responsables de las comunidades autónomas. Es la forma de que aumenten estos profesionales.

La Aepap también ha crecido mucho en la rama social y europea. El presidente de la Asociación Europaea de Pediatras pertenece nuestra asociación. Y también hemos crecido la rama laboral, con un grupo muy fuerte. Y  estamos muy orgullosos del Grupo de Ecografía Clínica, que fundamos hace varios años. Ahora mismo estamos haciendo un máster online. Poco a poco somso la referencia. 

A raíz de la pandemia, ¿van a tender todos estos cursos a ser online?

Todas las sociedades científicas estamos pensando cuál es la mejor manera de hacer los congresos y los cursos. Cada una está apostando por un modelo. Por suerte, nuestro congreso de febrero ha sido justo antes de comenzar la crisis. Estamos valorando posponer unos meses el próximo. 

¿Cuál ha sido el papel de la Pediatría de Atención Primaria en esta pandemia?

Ha sido fundamental, porque ha habido muchos casos leves y moderados en niños que no han ido al hospital ni a urgencias, sino que los hemos seguido los pediatras de AP desde nuestros cupos llamándoles diariamente.

Aunque no eran niños diagnosticados, porque no había pruebas diagnósticas, ha habido muchos con neumonías leves y con fiebre alta de siete a 10 días. Y todos ellos los ha visto y seguido el pediatra de Atención Primaria.

No están los números, por esta falta de pruebas al principio, pero este seguimiento de niños enfermos con padres con Covid-19 lo han hecho los pediatras de los centros de salud. Si no llega a ser por el seguimiento que hemos hecho se habrían colapsado aún más las urgencias.

¿Y eso ha evitado que hubiera más contagios?

Al estar los niños confinados en sus casas y seguidos por los pediatras de Atención Primaria, se han evitado muchos desplazamientos. Esos niños con sus padres han estado muy bien atendidos. 

Aseguran que el número de pediatras en los centros de salud disminuye. ¿Por qué ocurre esto?


"Es muy importante que hagamos hincapié en que las autoridades sanitarias tienen que defender la Pediatría de Atención Primaria"


Desgraciadamente está creciendo la Medicina privada, sobre todo en las ciudades grandes. Todos los residentes, no solo de Pediatría, salen de los hospitales y ven más atractivo en hospitales privados, que pueden hacer guardias, que trabajar en un centro de salud donde hay mucho trabajo y las remuneraciones no son tan altas. 

Las condiciones laborales de Primaria son peores que las condiciones laborales que hay haciendo guardias en los hospitales privados. Se da un conjunto de circunstancias ahora mismo por los que la mayoría de los residentes prefieren quedarse en los hospitales algunos de ellos, aunque sea con becas o contratos no tan buenos, mientras que otros prefieren estar haciendo guardias en la privada.

¿Siguen sin recibir una respuesta clara por parte de las autoridades sanitarias?

Es muy importante que hagamos hincapié en que las autoridades sanitarias tienen que defender la Pediatría de Atención Primaria. Tenemos que ser todos conscientes de que detnro de unos años podemos ir al centro de salud con un niño y que no haya un pediatra para atenderle. Es el momento para apostar por la Pediatría de Atención Primaria. 

Los responsables de las comunidades autónomas, desde el Ministerio, los gestores, los responsables pediatras de los hospitales, los responsables de otras especialidaddaes como Medicina de Familia... tienen que ser conscientes de que es el momento de apostar por la Pediatría de la Atención Primaria. Hay una serie de cosas que se pueden hacer, que es defender las rotaciones de los residentes por AP, que estas sean más largas, que las CCAA financien, como decía, las áreas de capacitación específica. Cuanto más se invierta en la salud de los niños, más jóvenes y sanos van a ser los adultos. 

Los pediatras de AP ahorran en derivaciones, ahorran en tratamientos y ahorran fármacos, porque conocen muy bien las enfermedades de los niños. Es una apuesta por la salud de la población a largo plazo. 

El sistema ahorraría en la salud de los adultos.

Y en la salud infantil. Los pediatras aportamos una atención de gran calidad a los recién nacidos, a los lactantes, a los niños, a las niñas y a los adoelscentes. Hemos demostrado en una revisión sistemática que se ha realizado de más de 1.150 artículos que los pediatras mandamos menos antibióticos, que prescribimos menos psicofármacos, que seguimos más los protocolos de guía de práctica clínica, que tenemos conocimiento de vacunas y a los niños con el calendario vaculan completo. Todo eso es ahorrar en salud y tener a la infancia y a la adolescencia sana. Y todo eso es, a la larga, sinónimo de gastar menos presupuesto en curar.

Piden invertir más en recursos de la Atención Primaria. 

En los últimos años los recursos que se han invertido en Atención Primaria han ido menguando. Acutalmente  hay muchas ciudades que tienen muchos menos profesionales en Pediatría de Atención Primaria de lo que deberían tener por la población que tienen, sobre todo Madrid, Castilla-La Mancha o Baleares. Son comunidades que tienen un ratio de niños por pediatra más alto que otras comunidades autónomas. 


"Con la pandemia ha habido algunas ciudades del norte que han aumentado la edad pediátrica hasta los 25 años"


Andalucía también tiene muchos pediatras con cupos muy altos, además no tiene enfermeras con dedicación exclusiva a ver niños. Ese trabajo del pediatra de Atención Primaria en estas comunidades autónomas es cada vez más duro. Además, los sueldos que, como en esta comunidad autónoma, son más bajos que en otros sitios de España, los pediatras prefieren quedarse en los  hospitales privados. 

¿Hasta qué punto se ha aumentado la edad pediátrica para el seguimiento de casos durante la crisis del coronavirus?  

Con la pandemia ha habido algunas ciudades del norte que han aumentado la edad pediátrica hasta los 25 años. En otros sitios se ha estado atendiendo menores hasta los 18 años. Otros han estado ayudando a los médicos de Familia e incluso llamando a casas de la tercera edad.

Los pediatras, durante la pandemia, han hecho una labor no solo con niños, también con adultos. Los residentes de Pediatría también han estado en hospitales atendiendo las urgencias de adultos. 

¿Mantienen la postura de no ampliar la edad pediátrica hasta los 18 años?

A nosotros nos encantaría aumentar la edad pediátrica hasta los 18 años, pero para eso necesitamos más recursos, más profesionales y más tiempo por paciente. A la mayoría de los pediatras nos gustan mucho los adolescentes, pero el problema es la asistencia diaria, que no nos deja.

Eso depende mucho de la presión asistencial que tenga cada pediatra. Muchos vemos a niños hasta los 16 años. Algunos en Madrid los ven hasta los 18 años. En la mayoría de los hospitales también. Depende de los servicios. Pero en general los niños y padres eligen seguir en Pediatría de Atención Primaria porque les gusta mucho el trato personalizado y conocen a su pediatra desde que nacieron. 

¿Sienten que hay más confianza con su pediatra para hablar de ciertos temas?

La consulta del adolescente es muy especial y a nosotros nos gusta mucho citarlo. El adolescente confía en su pediatra, y se necesita tener consultas sin demasiada presión asistencial para poder hacer una entrevista de calidad para enterarte de verdad de lo que le pasa. No se puede hacer en cinco minutos, necesitas al menos media hora libre. Y hay muchos días en los que no tenemos esa media hora. 

¿Y menos con la pandemia?

Con las llamadas telefónicas ha habido algunos días de desorden. De cosas inesperadas que también tardas mucho en ponerte el equipo de protección individual, en desinfectar el material... Todo eso enlentece más todavía la asistencia. 

¿Han tenido dificultades para poder atender de forma correcta o para hacer seguiiento de los niños que no tienen coronavirus? Por ejemplo, con las vacunas.

Las vacunas en los niños medida de salud pública más importante que hay después del agua. Los niños pequeños han seguido viniendo al centro de salud para ponérselas. También se ha seguido haciendo la revisión de recién nacido, que es muy importante. Y la de los dos meses, la de cuatro, la de 11 y la de 12. Todo eso se ha seguido haciendo.

Pero, aún así, ha habido padres que no han venido a las revisiones. Entonces ha habido una caída de las coberturas vacunales. Dependiendo de algunas vacunas, se han reducido del 15 al 20 por ciento. Y eso es muy importante que lo recuperemos. Es muy importante que los padres estén pendientes de qué vacunas no han puesto a sus hijos y vayan al centro de salud. 

¿Qué vacunas se han puesto menos?

Depende de la comunidad autónoma, pero todas en general. Y eso es importante revertirlo. 

Ahora que se espera una vacuna para volver a la vida normal, ¿los padres van a tomar más consciencia de que hay que vacunarse?


"Las familias tienen qeu ser conscientes de que el modelo de Pediatría de AP español es muy especial"


Ha venido el coronavirus y ahora es cuando se empieza a oír hablar de las vacunas. Entonces depende de las zonas. Hay zonas donde hay antivacunas mientras que en otras más deprimidas es justo lo contratio: los padres saben que las vacunas son muy importantes y sacrifican mucho por poner a sus hijos las vacunas del calendario y las de fuera de calendario. 

Las zonas deprimidas, donde hay mucha gente migrante y extranjeros, quieren vacunar a sus hijos de todo. Y se sacrifican mucho por pagarlas todas. En esas zonas no hay antivacunas. 

Es decir, que hay más consciencia en las zonas deprimidas que en las ricas. 

Mucha más. Han vivido en países que han visto lo que es no vacunar a un niño. Saben que los sin  vacunas enferman, porque han conocido lo que pasaba. Por eso valoran mucho tener a sus hijos vacunados. 

Y ahora que se vive una pandemia que afecta a toda la población en España, ¿cree que ha cambiado su percepción?

Espero que sí. Ahora la gente se está dando cuenta de lo importante que es la vacuna y de que las enfermedades víricas tengan tratamientos. Seguro que va a cambiar.

¿Han ayudado los pediatras de AP a los niños a entender qué es el coronavirus y cómo deben portarse?

Hemos hecho muchas cosas: hemos escrito un cuento, hemos hecho un concurso de relatos y cuentos. 

Y más allá de la pandemia, ¿qué objetivos aún quedan por conseguir en la Pediatría de Atención Primaria?

Es muy importante destacar que ahora son los padres los que tienen que pedir pediatras para sus hijos en sus centros de salud. Las familias tienen que ser conscientes de que el modelo de Pediatría de AP español es un modelo muy especial. Los pediatras lo llevamos defendiendo desde el principio de los años 80 y en algún momento puede acabarse.

Tienen que ser los padres los que exijan que haya pediatras para sus hijos y que la sanidad púbica siga teniendo la misma calidad que ha tenido hasta ahora, que no se pierda.

Hicimos una campaña y una recogida de firmas y hemos concienciado de que los pediatras de centros de salud pueden extinguirse. 

¿Cómo se imagina la Aepap dentro de otros 20 años?

La asociación es joven, basada en la amistad y en la generosidad de sus miembros que trabajan en los grupos de trabajo y en las juntas directivas para mejorar la salud de los niños y adolescentes. También para mejorar los conocimientos de los pediatras. Me la imagino con el mismo espíritu y con gente joven trabajando siguiendo la estela que hemos empezado la gente que estamos ahora trabajando en la Aepap. 

Realmente me la imagino igual. Va estar muy viva mucho tiempo por la calidad de los profesionales que la forman. Va a seguir estando y va a seguir con cursos, porque los pediatras de Atención Primaria necesitan formación y que los defienden. Va a seguir con sus grupos de trabajo, unas veces más fuerte unos y otras otros, pero va a continuar con la misma fuerza, dinamismo y trabajo que hasta ahora. 
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