David García, portavoz de Vox en la Comisión de Sanidad del Congreso, llama a recentralizar las competencias de sanidad

David García Gomis, portavoz de Sanidad de Vox en el Congreso de los Diputados.


1 abr. 2024 19:00H
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David García Gomís se convirtió el pasado noviembre en la voz de autoridad sanitaria de Vox en el Congreso. Deslizan desde la formación conservadora que este mandatario alicantino, quien fuera entre otros oficios conductor de ambulancias y diputado en las Cortes valencianas, se ganó entre los suyos el apodo de ‘diputado obrero’ por su “labor en defensa de los trabajadores”. Una actitud que, según el propio García Gomís, trasladará a la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja para reivindicar las necesidades de los profesionales de salud. “Es importante replantear no solo los salarios, sino las condiciones laborales de nuestros sanitarios”, sostiene. Y la mejor vía para ello, sostiene, pasa por “devolver las competencias al Estado”.  

Se suele hablar de la Comisión de Sanidad como un pequeño ‘oasis’ parlamentario alejado de la tirantez política habitual de la Cámara. ¿Lo ha percibido así? ¿Cómo ha vivido estos primeros meses de actividad?

En la Comisión de Sanidad estamos haciendo algo interesante, que es imponer la idea de que en la sanidad no puede haber cabida para ideologías. Como dice, sí que se busca el bien común; intentamos, cada uno desde nuestra perspectiva, hacer lo mejor para los ciudadanos. Por eso no puede haber un confrontamiento enrocado por ideas ideológicas.

¿A qué tipo de posicionamientos ideológicos se refiere?

En sanidad tenemos que poner en el centro de cualquier medida y cualquier política a pacientes, familiares y profesionales. Pero últimamente vemos que el discurso está muy polarizado, que se está perdiendo lo importante.

¿Cuáles son los objetivos de Vox en materia sanitaria para esta legislatura? ¿Qué debilidades urge abordar?

El eje central es la devolución de las competencias al Estado. La pandemia ha demostrado que tener 17 sistemas sanitarios es ineficiente e insostenible, y además genera desigualdad entre españoles. No puede ser que dependiendo de la comunidad en la que vivas tengas una atención sanitaria u otra, y eso lo estamos viendo, por ejemplo, con el ELA.

¿Qué iniciativas va a llevar en el corto plazo a la Comisión de Sanidad?

La última que hemos presentado es sobre medicamentos huérfanos, teniendo en cuenta que los que se aprueban en Europa tardan muchos meses en llegar a España. Es una prioridad; creemos que hay que cambiar la Ley para que esos fármacos estén disponibles cuanto antes en todas las comunidades autónomas y que estén al alcance de sanitarios y pacientes.

En la Comunidad Valenciana se abrió hace un año la posibilidad de instaurar una jornada de 35 horas en sanidad que se desdibujó con el cambio de Gobierno. ¿Son inviables estos modelos en los servicios de salud?

Inviables no son. El problema es que el actual sistema marca estos turnos y tenemos un déficit de sanitarios muy importante que obliga a alargarlos. Tenemos que empezar a replantearnos un horario que permita la conciliación familiar, que sea atractivo, porque uno de los principales problemas que tenemos en España es que estamos exportando sanitarios al resto de Europa porque no encuentran su sitio aquí. Es importante replantear no solo los salarios, sino las condiciones laborales de nuestros sanitarios. Pero vemos nuevamente cómo las autonomías, y sobre todo los nacionalistas, intentan arrimar el ascua a su sardina cuando lo que están provocando es este éxodo de profesionales.

¿Qué propone Vox para mejorar esas condiciones laborales?

Lo primero es escuchar a los propios sanitarios, que son los que viven esa realidad día a día. Por supuesto, aumentar los salarios y la conciliación familiar, y poner sobre la mesa los puestos de difícil cobertura para hacerlos atractivos. Los profesionales buscan salvar vidas, curar personas, estar al lado de los pacientes; y yo lo que busco es poner todas las vías posibles para ello. Se tiene que reconocer de una manera digna el gran servicio que prestan a este país.

La ministra de Sanidad, Mónica García, avanzó su intención de acabar con las guardias de 24 horas. ¿Apoyará Vox esta medida?

La medida que pretende la ministra es un brindis al sol, porque hay un déficit de sanitarios y los hospitales no pueden quedarse vacíos. Lo que hace falta es cubrir las plazas que sean necesarias. Tenemos que ser realistas, la situación es muy complicada y los propios sanitarios lo saben.

David García Gomis, portavoz de Sanidad de Vox en el Congreso de los Diputados.


A instancias de ERC, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volvía recientemente a insistir en la necesidad de reformar el modelo de la financiación autonómica. ¿Qué retoques hay que hacer en las partidas de salud?

Lo que hace falta es devolver las competencias al Estado para que haya una gestión centralizada y única y se gestionen mejor los recursos económicos y materiales que tenemos. No puede ser que se dilapide el dinero público año tras año, porque va en contra de pacientes y profesionales. Se está produciendo una decadencia de los servicios sanitarios en España, y, por mucho que se invierta en los presupuestos, si ese dinero se pierde por el camino no sirve para nada.

¿Cómo valora entonces ese ‘modelo singular’ de financiación que reclama Cataluña para mejorar, entre otros aspectos, su presupuesto sanitario?

No podemos estar de rehenes de una comunidad y sus deseos. La sanidad pública tiene que ser igual para todos, no puede haber españoles de primera y de segunda. Hemos de trabajar al unísono. Seguir cediendo competencias y grandes presupuestos a algunas comunidades no va en favor ni de los ciudadanos ni de los sanitarios.

¿Qué modelo defiende Vox para garantizar la estabilidad financiera?

Debemos empezar a recortar gastos superfluos. El problema que tenemos en España es la gestión ineficaz, la desorganización en las comunidades autónomas y el despilfarro que provocan las dobleces en los gastos. Si sabes cerrar el grifo se pueden recortar gastos superfluos y llevar el dinero donde hace falta. Eso se está demostrando donde gobierna Vox.

Habla de gastos superfluos en la gestión sanitaria. ¿Cómo cuáles?

El de las autonomías es el mayor gasto superfluo que tenemos. La cantidad de gente que vive de chiringuitos ideológicos hace que el dinero se despilfarre. Aquí tenemos el mayor Gobierno de la historia en cuanto a asesores y altos cargos, con 22 ministerios que no son necesarios. Tampoco estamos de acuerdo con la subida salarial de los políticos, que se ha apalabrado en una mesa en la que no está Vox. Pedro Sánchez está cargando sobre los autónomos y las familias españolas toda esa responsabilidad a través de impuestos, y mucha gente tiene que elegir si comprar o pagar la luz.

Voces de la oposición en comunidades que gobiernan PP y Vox, como la valenciana, critican una supuesta privatización de la sanidad. ¿La situación actual precisa de un mayor apoyo de la gestión indirecta?

Bueno, lo primero que ha hecho el Gobierno de PP y Vox ha sido revertir los hospitales de Manises y Denia. Lo demás es un intento de contaminar por parte de quienes han perdido las elecciones. El modelo que está defendiendo Vox es el de la gestión eficaz, y la realidad es que, en la Comunidad Valenciana, durante los últimos ochos años no se ha creado una sola cama ni un solo centro hospitalario. La administración que más ha privatizado la sanidad ha sido la del señor Ximo Puig, que derivó más de un 600 por ciento a la privada las intervenciones quirúrgicas para adelgazar por todos los medios las listas de espera.



"El centro del plan sanitario de Vox es devolver las competencias al Estado. Seguir cediendo ante algunas comunidades no va en favor de ciudadanos ni sanitarios"



La Ley de Equidad y Cohesión del SNS llegará en próximos meses a las Cortes Generales. ¿Qué valoración inicial hace del proyecto? ¿Intuye riesgos hacia la colaboración público-privada con este Ministerio?

La colaboración público-privada es necesaria para una sanidad eficaz y eficiente. El problema es cuando la ideología y el sectarismo marcan el devenir de una comunidad, como pasó en la Comunidad Valenciana cuando el señor Ximo Puig no protegió a los sanitarios privados con la vacuna covid o Cataluña, que lo hizo con las Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero no creo que actualmente esté en riesgo el modelo porque sería algo irreal, tirar piedras sobre el tejado. Solo serviría para acrecentar las listas de espera y la presión sobre la Atención Primaria y las demás especialidades.

A lo largo de las últimas semanas han caído en el Congreso leyes propuestas por Vox como las relativas a los cuidados paliativos y la ELA. Sobre esta patología, la Cámara sí ha dado luz verde a la tramitación de tres iniciativas de PP, PSOE y Junts. ¿Qué lectura hace de esta situación?

Es dramático que se siga jugando con los pacientes de ELA a base de impedir que se tramite la ley de Vox por causas económicas. Las leyes que se han admitido nos parecen mucho más incompletas, porque nosotros íbamos mucho más allá. Está más centralizada, es más concreta y abarca más.

El Gobierno ha dado nuevos pasos en la regulación de dos leyes que han generado controversia como son la eutanasia y el aborto. Vox trató la pasada legislatura de frenarlas sin éxito. ¿Lo volverán a intentar?

Vox no ha engañado nunca a nadie sobre estos temas. Defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural y lo seguiremos haciendo. Y vamos a seguir defendiendo a nuestros sanitarios para que puedan ejercer una objeción de conciencia sin coacciones y sin miedo, porque estamos viendo cómo por mucho que digan que existe esta objeción, a los que la ejercen los apuntan en una lista y eso van en detrimento de su futuro. Pueden no ser admitidos en procesos de selección o ascensos. Lo que busca el juramento hipocrático es defender la vida, no acabar con ella.

"No puede haber sinergias con Sanidad cuando están vetando al tercer partido de España por ideología".


Recientemente se aprobó en el Congreso una subcomisión para investigar la violencia de género. Desde el sector de la sanidad, ¿qué se puede hacer para reforzar la detección de casos y paliar este problema?

Vox está en contra de toda violencia. Pero desde la sanidad, lo que debería hacer el Ministerio es preocuparse sobre todo de proteger a nuestros sanitarios, porque muchos de ellos se ven amenazados y se ven agredidos mientras el Gobierno mira para otro lado y no pone medios. Esa es la primera violencia que tenemos que poner sobre la mesa.

En los pocos meses que lleva en el cargo, la ministra García ha puesto sobre la mesa iniciativas como la autobaja de tres días o una regulación más dura del tabaco. ¿Qué radiografía hace de este tiempo de actividad?

A mí me llama la atención que, siendo una profesional que conoce el sector, parezca que ande perdida. Muchas veces parece que está encerrada en la Asamblea de Madrid, y se tiene que dar cuenta de ahora tiene otras competencias. Me preocupa mucho que en su discurso de una hora y media (en su presentación en la Comisión de Sanidad del Congreso) no se acordara de las farmacias, ni de inteligencia artificial ni de innovación para poder ofrecer una mejor sanidad.

¿Son posibles las sinergias entre Vox y este Ministerio de Sanidad?

Para que haya sinergias debe haber dos puntos de encuentro. Nosotros hemos sido proactivos, hemos traído medidas beneficiosas, pero el Gobierno las tumba por ser leyes de Vox y pone todos los palos posibles a las ruedas. No puede haber sinergias cuando una persona veta a al tercer partido de España por ideología. 


"Vox fue de los primeros en hablar de centralizar la compra de medicamentos. Miedo me da que la farmacia pública sea una idea ideológica, pero si funciona, la apoyaremos"



¿Y con los otros partidos del Congreso? Precisamente, la Comisión de Universidades aprobó hace unos días una iniciativa de PP y PSOE para agilizar las homologaciones de títulos y rechazó una muy similar de Vox.

Eso forma parte del juego de las mayorías de las comisiones y los plenos. Nosotros no vamos a perder nuestro rumbo, vamos a tratar de llevar a cabo nuestras medidas y de hecho se han aprobado algunas que están rompiendo de alguna manera ese cordón a la democracia que se había puesto. Hay que cambiar las cosas.

Antes se referiría a la situación del sector farmacéutico en España. ¿Qué opinión le merece la mercantil público-privada a la que acaba de dar forma el Gobierno? ¿Puede ser una solución para evitar problemas de suministro?

Vox fue de los primeros en hablar de centralizar la compra de medicamentos y de que estos tenían que estar al alcalde de los ciudadanos en todas las comunidades. El proyecto aún está muy verde como para saber qué idea se quiere ejecutar, pero lo que está claro es que España tiene grandes laboratorios que no encuentran apoyo del Gobierno para investigar y producir esos medicamentos. Miedo me da que esa farmacia termine siendo una idea ideológica, pero si el proyecto funciona y aporta soluciones, Vox lo apoyará.

La actualidad sanitaria ha venido marcada por los supuestos fraudes en la compra de material sanitario, el llamado ‘caso Koldo’. ¿Cree necesario abrir una investigación en todas las administraciones, incluidas las autonómicas?

No es el ‘caso Koldo’; es el caso PSOE. La trama de corrupción salpica a prácticamente todos los ministerios, desde el de Interior al de Sanidad y Transporte, y también a su máximo responsable, Pedro Sánchez. ¿Que hace falta investigar? Por supuesto. Hay que llegar al fondo de la cuestión, porque hay gente que se dedicó a hacer negocio, a llenarse los bolsillos, en la etapa más dura de la pandemia.
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