El estudio desarrolla una nueva metodología para conocer la evolución del tumor desde el inicio de la enfermedad.
El progreso y crecimiento del cáncer es un
proceso evolutivo. Pero el estudio de la enfermedad solo puede llevarse a cabo a partir del momento del diagnóstico. En consecuencia, determinar clínicamente cómo ha sido el la evolución de una historia oncológica sigue siendo una labor compleja. Sin embargo, ahora una nueva investigación coordinada por el español Iñaki Martín-Subero, jefe del grupo de Epigenómica Biomédica del Idibaps, lanza un rayo de esperanza en este sentido.
El estudio, publicado este miércoles en la revista
Nature, desarrolla una
nueva metodología para la inferencia cuantitativa precisa de la historia evolutiva de las células cancerosas, lo que podría significar
un punto de inflexión en los tratamientos oncológicos.
La epigenética, clave en la reconstrucción evolutiva de la historia del cáncer
El grupo de investigación liderado por
Iñaki Martín-Subero ha descubierto que la evolución del cáncer queda registrada en el epigenoma, concretamente en un tipo de marcador llamado metilación fluctuante. La célula que da origen al tumor deja una huella única de metilación que permite identificar las células tumorales y seguir su transformación a medida que el tumor crece y se diversifica.
A partir de este hallazgo, el equipo ha desarrollado una nueva metodología denominada
EVOFLUx, basada en los llamados “códigos de barras” de metilación del ADN natural. Este sistema permite inferir de forma cuantitativa la dinámica evolutiva del cáncer a partir de un único perfil masivo de metilación tumoral.
El modelo simula la ganancia y pérdida continua de metilación desde el nacimiento del paciente hasta el inicio de la
expansión clonal del tumor, y continúa reproduciendo esas fluctuaciones dentro de la población de células cancerosas hasta el momento en que se toma la muestra.
Entre los parámetros clave que tiene en cuenta el modelo están la tasa anual de crecimiento del cáncer, la edad del tumor con respecto a la del paciente y las tasas de cambio de metilación por alelo. El algoritmo se ha aplicado con éxito a unas
2.000 muestras de pacientes con diferentes tipos de leucemia y linfoma.
Una oportunidad para mejorar el tratamiento contra el cáncer
La investigación defiende que la historia evolutiva del cáncer está estrechamente vinculada al fenotipo de la enfermedad y a su evolución clínica, especialmente en los casos de patologías linfoides. La metodología EVOFLUx permite determinar con precisión el momento en que se originó un cáncer, la velocidad de su crecimiento y el nivel de diversidad celular alcanzado. Esta información, más allá de su relevancia biológica, ofrece nuevas aplicaciones clínicas con gran potencial.
Los investigadores confían en que estos hallazgos puedan extenderse a otros tipos de cáncer y destacan la compatibilidad de EVOFLUx con distintas técnicas de secuenciación, tanto tradicionales como de nueva generación. Además, el modelo podría aplicarse al análisis de ADN tumoral libre presente en sangre. Ahora bien, por el momento, esta nueva metodologían aún no está disponible para ser utilizada en la práctica clínica convencional.
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