Sanidad matiza que hay más denuncias y un control de datos más exhaustivo, pero asume que hay un aumento "real" de casos

 Las agresiones a sanitarios crecen por cuarto año consecutivo.
Las agresiones a sanitarios crecen por cuarto año consecutivo.


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El cómputo anual de agresiones a sanitarios ha crecido en España por cuarto año consecutivo. Y este último, de forma especialmente significativa. El último informe del Ministerio de Sanidad, relativo al 2024, fija en 17.163 los ataques a profesionales de salud, casi 2.414 más que en el anterior ejercicio (un 16 por ciento más). Casi 3.000 de ellos fueron físicos. El departamento de Mónica García señala que hay una mayor concienciación por parte de los propios trabajadores, que parecen más dispuestos a denunciar; y que además ha habido una recogida de datos más exhaustiva por parte de las administraciones. Pero estos factores no explican del todo este repunte de casos: “Hay un incremento real de las agresiones pese a los esfuerzos en la colaboración, coordinación y actuación entre las comunidades autónomas, los ministerios de Sanidad e Interior y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, asume.

A tenor del último informe sobre agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), en 2024 se notificaron 17.163 casos frente a los 14.749 de 2023. La mayoría fueron verbales, como insultos o amenazas (14.217); y los 2.946 restantes, de naturaleza física.

En 2020, el año de la pandemia covid, se contabilizaron 8.396 agresiones. En la serie histórica que ha facilitado el Ministerio de Sanidad, ese fue el único año en el que menguó el cómputo anual de ataques. Desde entonces, la cifra ha ido ‘in crescendo’: 10.043 (2021), 13.076 (2022), 14.749 (2023), y las 17.163 de 2024.

Razones del aumento de agresiones en el SNS


Bien es cierto que este aumento de agresiones a profesionales de salud lleva un asterisco, y así lo apunta el departamento de García en su informe. En primer lugar, en los últimos años ha habido una “mayor concienciación del problema” por parte de los trabajadores, así como “una mayor receptividad y respaldo” de las propias administraciones, lo que ha facilitado la notificación y denuncia de los ataques. Además, subraya que las “sucesivas modificaciones y actualizaciones realizadas en los sistemas informáticos de cada comunidad autónoma” han permitido “recoger de forma más exhaustiva los datos relacionados con las situaciones de agresiones” y una mejor “colaboración y coordinación” entre instituciones.

No obstante, el Ministerio no maquilla que ha habido un “incremento real” de estos incidentes. Y además, asume que aún es posible que muchas agresiones sigan sin ser comunicadas.


Sanidad advierte de la detección de casos de acoso por redes sociales y por teléfono que requieren de un "enfoque diferenciador y multidisciplinar"



“En el año 2024 se mantiene la tendencia constante y paulatina del incremento de las notificaciones de agresiones, donde aumenta de forma global tanto el número de agresiones notificadas como la tasa de notificaciones de agresiones a profesionales del SNS -expone-. Las situaciones de violencia pueden ser de índole física o no física y acaban provocando efectos nocivos tanto para la persona afectada como para el sistema sanitario en su conjunto”.
Actualmente, continúa Sanidad, se ha tenido constancia “de la existencia de situaciones violentas e incluso situaciones de acoso en las redes sociales” y por teléfono. Dos modalidades de violencia “que requieren de un enfoque diferenciador y multidisciplinar, siendo situaciones igualmente intolerables”.

En conclusión, recoge el informe, las agresiones a profesionales del SNS “continúan siendo una realidad y un problema de gran relevancia” que no solo afecta a la integridad física y mental de las personas que desempeñan su actividad profesional en el ámbito sanitario, “sino que también provoca una disminución de la calidad y la cohesión” del propio SNS.

Mujeres de entre 35 y 55 años, principales víctimas de agresiones


El estudio detalla también el perfil general de los profesionales que son víctimas de agresión. Se trata, en la mayoría de los casos, de mujeres (el 78 por ciento) de entre 35 y 55 años y “principalmente del personal facultativo y de Enfermería”. Un 40 por ciento de las agresiones tuvieron lugar en las consultas, y otro 23 por ciento en áreas de hospitalización. Además, Sanidad incide en que la tasa de notificación en Atención Primaria es tres veces mayor a la de Atención Hospitalaria.

“Las causas de agresión más frecuentemente alegadas están relacionadas con la atención percibida por el usuario, y con las relacionadas con las demandas del usuario (ambas con un 32 por ciento)”, añade.

En lo que respecta al agresor, el informe indica que el 71 por ciento de ellos son pacientes, y el 29 por ciento restante, acompañantes. El 57 por ciento de los ataques son producidos por varones, y el 17 por ciento son reincidentes.
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