CESM y SMA aseguran que la última propuesta de Sanidad es "un insulto" al no contemplar descansos semanales de 36 horas

CESM y SMA critican el último borrador del Estatuto Marco de Sanidad
CESM y SMA en la presentación del Estatuto médico en septiembre.


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Los dos sindicatos convocantes de la nueva huelga médica del 3 de octubre, CESM y SMA, consideran “un insulto” el nuevo borrador de Estatuto Marco remitido por el Ministerio de Sanidad a las organizaciones representadas en el Ámbito de Negociación. Según ambos sindicatos médicos -sólo CESM tiene representación en la mesa de diálogo con el ministerio-, el nuevo texto, con fecha del pasado 15 de septiembre, “ha suprimido algunos avances” recogidos en la versión anterior como el descanso semanal expreso de 36 horas. Según la versión de CESM y SMA, ahora Sanidad propone volver “a la actual redacción, que contempla un descanso semanal a 24 horas al que se suma el descanso diario de 12 horas”. Además, se ha eliminado la obligatoriedad de que la hora de guardia se retribuya, como mínimo, igual que la ordinaria. “Resulta muy relevante”, lamentan ambos sindicatos en un comunicado.

En teoría, será este nuevo texto el que se presente a las organizaciones del Ámbito de Negociación en la reunión convocada por Sanidad este martes, antes de que se celebre el Foro Marco de Diálogo Social junto a las comunidades autónomas, en principio a partir de octubre. Será una semana después de las concentraciones convocadas por Satse, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde -la mayoría de sindicatos representados en la mesa de diálogo- para exigir que se incluyan en la carta magna sanitaria mejoras como el marco para la jubilación parcial y anticipada, además de las bases de una revalorización salarial ligada a la nueva clasificación profesional, algo que, según ha insistido Sanidad en diversas ocasiones, no puede tener cabida en el Estatuto Marco.

Cláusulas para "garantizar derechos básicos"


De acuerdo a CESM y SMA, el borrador de anteproyecto legislativo propuesto por el ministerio hace poco más de una semana “elimina varias cláusulas cuyo objetivo era garantizar los derechos básicos de los profesionales”, a saber, la obligación de los servicios de salud de establecer “ratios adecuadas” de profesionales que permitan cumplir sus objetivos, la mención a incentivos para los puestos de difícil cobertura, y la competencia del Ámbito nacional de negociación para adoptar “criterios comunes” para “armonizar las políticas que afecten al personal estatutario” para fomentar “la mejora y concertación de las condiciones de trabajo del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud”.

A ello se suman la supresión del derecho del profesional “al ejercicio o desempeño efectivo de la profesión o funciones que correspondan a su nombramiento”, del derecho de los trabajadores a un Plan de Conciliación, de la obligación de incluir en las pagas extra “la catorceava parte del importe anual del complemento de destino, del complemento específico y del complemento de dedicación exclusiva”, del derecho a percibir “el cien por cien de las retribuciones ordinarias, fijas y periódicas” en las situaciones de “incapacidad temporal, nacimiento y cuidado de menor, riesgo durante el embarazo y riesgo durante la lactancia natural”.

También se elimina, según CESM y SMA, el derecho a negociar el régimen de vacaciones en las mesas sectoriales, la obligación de convocar los procesos de selección con carácter bienal, permitiendo convocatorias trianuales; la obligación de negociar en las mesas sectoriales los criterios e incentivos para los puestos de difícil cobertura, la obligación de fijar criterios y sistemas de incentivos comunes para estos puestos en el Sistema Nacional de Salud; la obligación de que el profesional sea “preavisado con antelación suficiente” en caso de movilidad forzosa; la obligación de que la carrera profesional tenga cinco niveles; y la restricción según la cual la jornada ordinaria “será la que se realice en el periodo diurno comprendido entre las 7 horas de la mañana y las 22 horas, a excepción del personal nocturno o que trabaje por turnos”.

Por otro lado, se suprime la obligación de retribuir la hora de guardia al menos igual que la ordinaria, la cláusula que establece que para determinar el valor retributivo de la hora de guardia “se deberán tener en cuenta, además, las especiales condiciones en que se desarrolla, como su penosidad y duración”; el derecho al descaso semanal de 36 horas, que se reduce a 24 horas a las que se sumaría el descanso diario de 12 horas; la obligación de las autoridades de fijar en los planes de actuación “los horarios y las condiciones de prestación del personal” en situaciones de riesgo para la salud pública.

Según ambos sindicatos, cuando por escasez de “recursos humanos” no sea posible el “mantenimiento de la asistencia sanitaria”, el nuevo borrador prevé la suspensión de “las disposiciones de esta ley relativas a jornadas de trabajo y períodos de descanso”, y elimina la necesidad de un “informe preceptivo de los servicios de prevención de riesgos laborales”. En relación con el personal a turnos, elimina la cláusula que establece que “las medidas preventivas deberán tener en cuenta los riesgos derivados de la alteración de los ritmos biológicos, la fatiga, la exposición prolongada a horarios irregulares y el impacto en la conciliación de la vida personal y familiar”. Por último, se elimina la compensación retributiva para los profesionales que queden exentos de la realización de turnos nocturnos por embarazo, lactancia o motivos de salud.

CESM y SMA llaman a la unidad de los agentes implicados


“El nuevo texto presentado por el ministerio no solo ignora las demandas de nuestro colectivo, como la necesidad de un Estatuto Propio y un Ámbito propio de negociación, o la voluntariedad de los excesos de jornada, sino que además suprime derechos y garantías de los que debería beneficiarse el conjunto de los trabajadores de la sanidad pública. De hecho, elimina derechos dirigidos de manera específica a garantizar la igualdad efectiva de las mujeres en el ámbito laboral”, denuncian CESM y SMA en su nota.

Ambas organizaciones entienden que la supresión del descanso semanal de 36 horas de forma expresa es “un insulto”: “Parece como si, en opinión del legislador, reconocer el derecho a un descaso de 36 horas fuera excesivo. Es también sorprendente que se elimine la obligación de un informe preceptivo de la Unidad de PRL cuando se suspenda la normativa relativa a la jornada y al descanso por falta de recursos humanos. Es evidente que para este Ministerio los médicos y facultativos, y, en general, los trabajadores de la sanidad pública, no somos más que “recursos” a los que explotar sin límite”.

CESM y SMA llaman a que “todos los agentes sociales y políticos, así como todas las Administraciones sanitarias” alcen la voz contra lo que consideran un “atropello intolerable a los derechos de los trabajadores sanitarios en general y, en particular, a los derechos de médicos y facultativos”. Por ello solicitan al “conjunto de los profesionales y de la población española, a los sindicatos y a los partidos políticos” que se sumen a sus movilizaciones: “La irresponsabilidad del ministerio ha quedado patente con este nuevo texto que incluso recorta derechos reconocidos en el texto actual. El rechazo a esta propuesta, por tanto, debe ser unánime”.
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