Sanitarios de Radiología, Cardiología y Urología explican los entresijos de la organización de este tipo de jornadas

 Luis Gorospe, Carlos Yebra y Elena Segui explican los entresijos de las guardias nocturnas
Luis Gorospe, Carlos Yebra y Elena Segui.


8 abr. 2023 11:00H
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Las guardias hospitalarias son fundamentales en la labor asistencial para dotar de calidad al sistema de salud. Son largas jornadas de “duro esfuerzo” donde la organización, las rotaciones y el compañerismo entre los facultativos funcionan como un 'juego democrático' para que todo el eje sanitario del servicio funcione correctamente y ofrecer una buena atención al paciente.

Para entender los entresijos de estas guardias, el radiólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Luis Gorospe, ha detallado a Redacción Médica el tipo de jornadas que realizan en su servicio. De esta forma, ha afirmado que se desempeñan generalmente “de forma presencial” en Urgencias, ofreciendo su servicio a pacientes que acceden tanto desde fuera del hospital como a los que se encuentran ingresados.

“Estamos dos radiólogos adjuntos y dos residentes, pero luego hay radiólogos vasculares que hacen guardias localizadas en su casa por si fuesen necesarios. Aún así, aunque estén localizados, su disponibilidad es de 24 horas al día”, ha explicado.

Para Gorospe, lo ideal sería simular a otros países del resto de Europa, donde la tendencia en su especialidad provoca que las guardias se puedan ejecutar desde casa de forma remota. De esta manera, estaría un residente en el hospital y desde casa el radiólogo estaría informando y asesorándole para la realización de estudios radiológicos en derterminados escenarios. "En cualquier caso, el radiólogo supervisa al residente en cualquier momento", ha subrayado.

¿Cúantas guardias se hacen al mes?


El número de guardias que realizan en su hospital depende de las personas totales que haya en el servicio. En su caso, él hace entre una y tres al mes, “pero hay otros médicos que hacen más”. Estas jornadas son obligatorias para todos los profesionales sanitarios, excepto para los mayores de 55 años. Son una “exigencia” y solo si están justificadas por causas médicas o motivos personales un facultativo puede eludirlas.

En este sentido, es el jefe de servicio quien designa en el Ramón y Cajal a un grupo de personas que se encargan de organizarlas, pero que “suelen ser consensuadas entre los propios compañeros”. “Las guardias se planifican en reuniones presenciales con meses de antelación para que los facultativos puedan organizarse y utilizamos un grupo de whasapp para los posibles cambios o incidencias que puedan aparecer en estas jornadas", ha explicado. 

Dependiendo la edad del facultativo y en el momento de la vida en el que se encuentre, a algunos les interesa hacer más guardias para conseguir una mayor retribución económica y otros no tienen esa necesidad. Por esta razón, existe una especie de ‘mercado’ donde los compañeros compran, venden y se intercambian las guardias, siempre con supervisión de sus responsables y “manteniendo un mínimo de número de guardias”.

Pese a que esto exista “y sea legal”, el Ministerio de Sanidad ha regulado el número de guardias máximas que un facultativo puede hacer, en concreto son seis al mes, porque además del desgaste que supone a los médicos que las hacen, también “impacta” en la formación de los residentes.

Menos horas de guardias y más descanso entre ellas


Para Gorospe actualmente las guardias son “muy duras” debido a una presión asistencial "muy tensionada". “El médico que empieza una de estas jornadas lleva ya siete horas trabajando, por lo que uno no las empieza descansado”, ha lamentado. A esta situación se suma el “escaso” tiempo de descanso que tienen los médicos después de hacerlas. 

“El esfuerzo físico y psíquico es muy importante y a veces ese descanso se queda corto. Está claro que a medida que un especialista se hace mayor, tarda más en recuperarse de este esfuerzo", ha indicado.

Para solucionar esta situación, Gorospe propone varias opciones: la primera, guardias más cortas que permitan conciliar mejor la vida personal con la profesional. “Hay médicos que tienen niños pequeños y estar el sábado 24 horas en el hospital es bastante disruptivo en tu vida”, ha afirmado.

La otra solución que propone sería “librar más tiempo”. “Que después de 24 horas tengas como mínimo 48 o incluso 72 horas por ese esfuerzo tan fuerte”. Además, también ha resaltado el problema de lo “mal remuneradas” que están las guardias comparadas con las de otros países europeos.

Jornadas tan largas que "disminuyen" los conocimientos


Estas jornadas tan largas y duras también son un problema para el residente de primer año de Cardiología del Hospital de Santiago de Compostela, Carlos Yebra, quien ha asegurado a este periódico que no solo "disminuye" la capacidad que tiene un médico sobre sus conocimientos, "sino también sus ganas".

“Tu vas a trabajar feliz y contento y cuando sales después de toda la jornada tienes dolor de cabeza, te duele la espalda y las piernas. Y es una situación que un paciente que lleva tres horas esperando por la noche no entiende y te hablan de manera inapropiada. Es necesario que los pacientes tengan más comprensión con nosotros", ha lamentado.

La responsabilidad también juega un papel fundamental entre los adjuntos y los residentes porque, aunque la “mayor parte" de la carga asistencial recae sobre los MIR, "la última decisión la tienen los especialistas".

“Eso implica que, aunque los cardiólogos puedan trabajar menos que nosotros, ese grado de responsabilidad tiene su riesgo y la decisión sobre la vida de las personas cae sobre ellos”, ha afirmado.

La organización de las guardias en Cardiología


Para la organización de las guardias de Yebra en Urgencias, una coordinadora manda una planilla en Excel con siete grupos de ocho médicos en cada uno, y estos grupos van rotando para cubrir las jornadas. En el caso del servicio de Cardiología, las organizan los propios adjuntos junto una coordinadora, y hay opciones a cambiarlas.

“Estas guardias normalmente no se sortean, a no ser que nadie las quiera. Puede pasar en casos de los festivos, pero si tienes que hacer una en navidades, el año que viene no te va a tocar, pero igual tienes que trabajar en Semana Santa”, ha explicado.

'La rueda', un proceso rotatorio entre sanitarios para organizar las jornadas


Esta organización es diferente en el caso de la coordinadora del Grupo de Residentes y Urólogos Jóvenes de la Asociación Española de Urología (AEU), Elena Segui, quien trabaja en el Hospital de Villarobledo y que al ser un hospital pequeño, las guardias que realizan son presenciales cuando tienen quirófano, y son jornadas localizadas si el paciente se queda ingresado.

En su servicio no utilizan ninguna aplicación para organizarse las jornadas, lo hacen a través de un proceso que ha denominado “rueda” y donde van rotando los sanitarios. “Si en algún momento una persona tiene un problema y no puede hacerlas, se cambia y listo. No hay un problema con eso realmente”, ha concluido.
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