La 'guerra' autonómica por los médicos no terminará ni armonizando sueldos

El colectivo médico no es estático. Miles de profesionales deciden abandonar su ubicación habitual para trabajar en una distinta, motivados por un mejor salario o más oportunidades de desarrollo profesional. De ahí que el 17,9 por ciento de los colegiados en España haya cambiado de provincia para ejercer. En total, 49.371 facultativos. La movilidad geográfica forma parte de la profesión, una idiosincrasia de la que unos enclaves salen más beneficiados que otros. Este factor puede generar desequilibrios en las plantillas de determinadas provincias, los cuales se podrían revertir a través de la equiparación de las condiciones laborales en todo el país. Sin embargo, se intuye una tarea complicada.

La Organización Médica Colegial (OMC) ha revelado que las divisiones territoriales -sin contar las ciudades autónomas- que más sanitarios foráneos han recibido son Baleares, La Rioja y Ávila. Por otro lado, Lleida, Tarragona y Salamanca son las que más titulados en Medicina han emitido. En concreto, el archipiélago balear ha sumado 1.696 facultativos, lo que se traduce en un crecimiento del 35,1 por ciento de su personal gracias a profesionales que aterrizaron en su territorio y se colegiaron posteriormente tras desapuntarse del ubicado en su provincia de origen. Mientras, Lleida ha perdido 422 profesionales por este mismo proceso, un 17,2 por ciento de su volumen médico.

"El escenario ideal sería que las condiciones laborales fuesen lo más similares posibles en todas las comunidades autónomas", han indicado fuentes del sindicato Metges de Catalunya a Redacción Médica, al encontrarse las provincias de esta región entre las más afectadas por el devenir de la movilidad geográfica. "Sin duda, deberían de establecerse políticas vertebradoras para toda la profesión a nivel nacional. Por ejemplo, una mejora de la carrera profesional", ha añadido el presidente de la Conferencia Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y del Sindicato Médico Balear (Simebal), Miguel Lázaro. Ambas instituciones apuestan por un Estatuto Marco cimentado en las reivindicaciones del sector facultativo como garante de un mayor equilibrio entre los territorios, además de un pacto de Estado sobre Sanidad o repensar el acceso laboral al Sistema Nacional de Salud (SNS).

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"El escenario ideal sería que las condiciones laborales fuesen lo más similares posibles en todas las comunidades autónomas"

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Al contar con condiciones parecidas en todas las provincias, la "competencia desleal entre territorios" -como tildan Metges de Catalunya- podría reducirse. Sin embargo, su eliminación resulta casi imposible. "Homogeneizar es prácticamente imposible”, ha puntualizado Lázaro. Y es que este escenario queda dinamitado tras las diferencias existentes entre territorios -la población, la presión asistencial, la infraestructura tecnológica o la configuración del espacio distan de la igualdad, pese a todos los lugares comparten problemas comunes de salud- y la disposición de la competencia sanitaria, en manos de las Gobiernos autonómicos. "Cada región establece estrategias particulares para satisfacer las demandas de su población. Esto genera asimetrías a la ahora de capturar o retener talento, ya que cada una hace la guerra por su cuenta", ha añadido el presidente de CESM.

Estrategias para atraer facultativos

Ante la falta de igualdad, la única manera de fidelizar al personal médico o fichar profesionales registrados en otros colegios es a través de condiciones laborales y retributivas que sean atractivas. "Poder trabajar con comodidad y seguridad, sentir que estás haciendo bien tu trabajo y que se te reconoce y valora", han recalcado desde el sindicato catalán.

En este sentido, según datos de la OMC, Baleares es el territorio que ofrece oportunidades más interesantes a la profesión facultativo, dado su grado de atracción de personal de otras provincias. El presidente de Simebal ha destacado el desarrollo de la sanidad privada en el archipiélago o el incremento de la llegada de médicos sin homologar, que luego se quedan a ejercer en las islas. Asimismo, iniciativas como el establecimiento de puestos de muy difícil cobertura -mejores condiciones salariales- permitieron la contratación de oncólogos en Ibiza y gastroenterólogos en Menorca. También han convertido a la región en un lugar atractivo la mejora de la insularidad, el pago del porcentaje de guardias en las bajas laborales o el mayor precio de hora complementaria para los MIR en España.

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"Cada región establece estrategias particulares para satisfacer las demandas de su población"

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Una serie de factores que ayudan a combatir características que pueden resultar desalentadoras para los médicos, como el aislamiento o el elevado precio de la vivienda. "Hemos hecho una labor autonómica muy importante para captar y fidelizar los médicos en Baleares", ha sostenido Lázaro.

Provincias más afectadas por la movilidad geográfica

El estudio realizado por la OMC muestra que las provincias catalanas, junto a Salamanca, son las que más médicos han perdido por el cambio de residencia. Pese a que a nivel porcentual Lleida es la más damnificada, Barcelona ha reducido en 3.543 facultativos su plantilla debido a la migración de este perfil sanitario. No queda muy lejos Madrid, de la que han salido 2.268 profesionales en los últimos años.

En el otro lado, Baleares, aunque si se incluyesen las ciudades autónomas, Melilla la superaría en términos porcentuales, al avanzar su personal en un 40,3 por ciento. Eso sí, la cuantía de facultativos desplazados es la mayor del país, al alcanzar los 1.696. Se quedarían cerca Alicante, tras sumar 1.011, y Málaga, que ha agregado 842.

A nivel de comunidades autónomas, Melilla, Baleares, La Rioja, Ceuta, Castilla-La Mancha, Murcia, País Vasco, Comunidad Valenciana, Canarias, Aragón, Galicia, Andalucía y Extremadura tienen saldo positivo de médicos tras las corrientes migratorias. Por su parte, Asturias, Castilla y León, Cantabria, Navarra, Madrid y Cataluña acaban con una cuenta negativa, al enviar más de los que reciben.