David Viciana, Cristina Casado, Cándido Baena, Marina Holgado, Lourdes Quirós y Martín Ferrando.
Cuesta recordar una jornada tan simbólica y trascendente para la Medicina como la que se avecina este viernes, apuntan a
Redacción Médica diferentes voces del colectivo. Las expectativas en torno a la huelga contra el
Estatuto Marco del personal de salud de este 13 de junio son máximas: “
Puede marcar un antes y un después”, aseveran los facultativos, que esperan dar un golpe en la mesa y que su mensaje cale en todas las capas de la sociedad, desde la administración central hasta el ciudadano de a pie. “El hecho de ser médico y tener vocación no puede ser excusa para que
se nos maltrate desde un punto de vista laboral”, advierten.
A las 08.00 horas está previsto que dé comienzo de forma oficial la huelga con la que el colectivo de médicos españoles, con
CESM (Confederación Española de Sindicatos Médicos) y
SMA (Sindicato Médico Andaluz) al frente, tratarán de
presionar al Ministerio de Sanidad para que alumbre un Estatuto exclusivo para este gremio. Los facultativos piden acotar su jornada, revalorizar los salarios y que las horas de guardia coticen, amén de frenar algunas medidas propuestas por el departamento de Mónica García como la incompatibilidad del ejercicio público y privado para jefes de servicio y altos cargos.
"El hecho de ser médico y tener vocación no puede ser excusa para que se nos maltrate desde un punto de vista laboral"
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Todos los médicos,
incluidos los MIR, están llamados a secundar una huelga que, en palabras de
Cándido Baena, médico de Urgencias y Emergencias en el Hospital del Mar de Cádiz, ha de tener un seguimiento amplio para “condicionar” la postura del Gobierno. “La sensación que tenemos los médicos en general es de
hartazgo y de desaliento, y por tanto creo que son muchos los que se van a sumar, aunque
los servicios mínimos estén garantizados por responsabilidad (en áreas como urgencias, estos son del 100 por ciento)”, desliza el sanitario.
David Viciana, vocal del SMA y asesor autonómico del 061 en el Hospital Regional Universitario de Málaga conviene en que la administración “ha cruzado una línea roja importante en aras de mantener un servicio público esclavizando a sus trabajadores”. “Va a haber un antes y un después de la huelga”, asevera este facultativo andaluz, quien avanza que las expectativas de los paros “son muy potentes”: “Aquí se van a cerrar centros de salud, a algunos no va a acudir ni un solo médico”, apunta. Es el mensaje que pretenden transmitir también a los pacientes: “Ellos nos ven,
saben que estamos quemados, que no podemos más y deben saber que nuestras condiciones laborales son pésimas y que queremos dignificar la profesión”, incide.
Otra médica del 061,
Lourdes Quirós, hace hincapié en las particularidades del gremio para defender el
establecimiento de un Estatuto específico. “Si nos quieren señalar como diferentes, con jornadas que de más de 60 horas cuando el Ministerio de Trabajo está luchando por las 35 horas, ¿por qué no nos dan un marco propio? -se pregunta-.
¿No tenemos derecho a descansar?".
Apunta también al aspecto económico: “Hace poco vi mi nómina de abril de 2006 y ahora,
20 años después, cobro 180 euros más. ¿Cuánto ha subido el nivel de vida?”.
“De momento hay mucho optimismo”, corrobora
Martín Ferrando, pediatra en el Hospital San Juan de Alicante y dirigente de CESM, quien apunta que “los trabajadores están comenzando a ser conscientes de la importancia de exteriorizar su rechazo a la propuesta de Sanidad”. “Los facultativos estamos abriendo los ojos, nos supone menos perder salario un día de huelga que lo que conlleva el
Estatuto Marco”, afirma.
“Se nos dice que hay que prestar un servicio a la población, que tiene derecho a la asistencia médica, pero se nos quita el derecho al descanso, a tener unas buenas condiciones laborales -defiende-. Trabajo vocacional, sí, pero el médico es un trabajador, lo hace por dinero, tiene una familia a la que debe también dedicación”.
Otro aspecto en el que coinciden los médicos con los que se ha puesto en contacto Redacción Médica es en la mayor sensación de ‘hermandad’, a nivel de colectivo, que se respira en hospitales y centros de salud.
Cristina Casado, médico de Familia en Málaga, desliza en este sentido que “el ambiente está mucho más caliente que en anteriores protestas”. “En otras huelgas había gente que pasaba, pero hemos entendido que hay ciertas cosas que nos afectan mucho y que nos tenemos que movilizar”, asume. También los MIR: “Las nuevas generaciones de médicos tienen mucho más claro las cosas que no quieren y exigen calidad de vida”, destaca.
Concentración de Amyts en Madrid
Finalmente,
CESM y SMA se mantienen como únicos convocantes de los paros, aunque otros sindicatos, como el madrileño Amyts, han prometido apoyar a los profesionales que participen.
Marina Holgado, médica de Familia del consultorio de Yuncler, en Toledo, será una de las voces que se sume a la concentración convocada por este sindicato en la capital española (en concreto, frente al Congreso de los Diputados), aunque no vaya a ejercer la huelga de forma efectiva porque no trabaja el viernes por su reducción de jornada.
Pero es precisamente la “sobrecarga asistencial” diaria lo que le condujo a solicitar trabajar menos horas: “A día de hoy no sería capaz de hacer mi labor en condiciones si tuviese que ir al consultorio cinco días a la semana por la sobrecarga que tenemos. En los días que no trabajo, me da tiempo a recupérame y a no odiar lo que hago”. Con 42 años y tres hijos, Marina incluso se está planteando irse a trabajar al extranjero si no se mejoran sus condiciones laborales: “Tengo mi vida hecha en Illescas y jamás me he planteado irme, pero, a día de hoy,
no me veo trabajando los próximos 20 años en estas circunstancias. Yo terminé la residencia en 2012, y en los últimos 13 años he visto un deterioro de año en año brutal. Mi marido podría trabajar en Alemania, y estoy estudiando alemán por tener abierta la posibilidad de marcharme”.
Prácticas ‘ilícitas’ contra la huelga médica
Los sindicatos advierten de que se mantendrán alerta ante posibles actuaciones ‘ilícitas’ o prácticas abusivas destinadas a
obstaculizar la huelga. Destacan, por ejemplo, que los profesionales no tienen la obligación de avisar con antelación si se van a sumar a los paros, y que los residentes también tienen derecho a hacerlos. “No se puede preguntar (por parte de un jefe de sección o Servicio) a un médico si va a ir a la huelga o no”, sentencian.
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