Juliana Chan, de la Universidad China de Hong Kong y Hospital Príncipe de Gales en Shatin (China).                                            
                                        
                                        
                                            Una nueva investigación de la profesora
 Juliana Chan, de la Universidad China de Hong Kong y Hospital Príncipe de Gales en Shatin (China), revela que los
 pacientes diabéticos, que constituyen el 30 por ciento de los 
contagiados de Covid-19 tienen entre dos y tres veces más riesgo de morir que el resto, según han anunciado en la sesión especial de Covid-19 que tiene lugar en la Reunión Anual en línea de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD).
"Los principales factores de riesgo de mortalidad incluyen la edad avanzada y las afecciones crónicas, en particular la 
obesidad, la 
diabetes, la 
hipertensión, las
 enfermedades cardiacas y renales, así como la 
privación social, los
 grupos étnicos minoritarios y las personas con
 acceso deficiente a la atención. Estas 
afecciones coexistentes frecuentes resaltan la complejidad de Covid-19", explica la profesora Chan.
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En un informe reciente de 
The Lancet Diabetes & Endocrinology, en una encuesta basada en la población del Reino Unido de más de 60 millones de personas registradas en el sistema de atención primaria, el 0,4 por ciento tenía 
diabetes tipo 1 y el 4,6 por ciento tenía
 diabetes tipo 2. Sin embargo, entre las más de 24.000 muertes debidas a Covid-19, el 30 por ciento ocurrió en personas con diabetes.
Después de ajustar por múltiples factores de riesgo, incluidas la privación social, el origen étnico y otras afecciones crónicas, las personas con 
diabetes tipo 1 tenían un riesgo de muerte de casi 3 veces (2,86 veces) y las que 
tenían diabetes de tipo 2, casi dos veces (1,8) más riesgo de muerte por Covid-19 frente a personas sin diabetes.
	Relación entre los niveles de glucosa y los malos resultados
A pesar de la corta duración de la pandemia, todavía menos de un año, un término de búsqueda de 'Covid-19 y diabetes' produjo más de 1.800 publicaciones en 
PubMed. "Muchos de estos informes indican una 
estrecha relación entre los
 niveles altos de glucosa en sangre y los malos resultados, incluida la
 ventilación mecánica, los ingresos a la 
unidad de cuidados intensivos y la 
muerte de pacientes con Covid-19", explica la profesora Chan.
	
		
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					"En una nota más positiva, la crisis de Covid-19 ha aumentado la conciencia pública sobre la difícil situación de las personas vulnerables" | 
	
La glucosa es un combustible y su uso eficaz depende del 
suministro adecuado de oxígeno y de la acción de la insulina para promover la entrada de glucosa en las células para mantener las funciones corporales y la supervivencia. La diabetes se debe a una insuficiencia de insulina absoluta o relativa. Las personas con diabetes mal controlada tienen inflamación de bajo grado, mala circulación y defensas corporales.
Durante un estrés agudo como el Covid-19, estos sistemas interconectados pueden desestabilizarse y provocar una
 glucosa en sangre descontrolada y una
 falla multiorgánica. En una declaración de consenso publicada en 
The Lancet Diabetes & Endocrinology, los expertos internacionales piden la optimización de la atención ambulatoria y hospitalaria, incluido el uso apropiado de insulina para controlar la glucosa en sangre y el uso de medicamentos protectores de órganos para mejorar los resultados de estos pacientes de alto riesgo.
La profesora Chan destaca que "el SARS-CoV-2 puede
 dañar las células beta pancreáticas, las únicas secretoras de 
insulina. Como tal, el Covid-19 puede precipitar la diabetes en personas con factores de riesgo como aquellos con 
obesidad, 
bajo nivel socioeconómico y 
estrés psicosocial", alerta.
	Dificultades económicas y angustia emocional
El uso del
 distanciamiento social y los
 viajes restringidos han controlado el brote hasta cierto punto, pero también han provocado dificultades económicas y angustia emocional. Estos pueden tener efectos sobre la 
salud personal, la
 productividad social y el
 acceso a la atención de rutina.
"En una nota más positiva -agrega-, la crisis de Covid-19 ha aumentado la conciencia pública sobre la difícil situación de estas personas vulnerables y ha motivado el desarrollo de 
nuevas estrategias, como la 
telesalud, destinadas a brindar atención preventiva y apoyo continuo para reducir los impactos de enfermedades agudas y complicaciones crónicas en estos individuos de alto riesgo".
En este sentido, recuerda que "la diabetes y el Covid-19 son 
epidemias silenciosas con consecuencias devastadoras si no se diagnostican o controlan. Estas epidemias globales tienen fuertes determinantes ambientales, del comportamiento y del sistema. La historia de la diabetes Covid-19 destaca la
 enorme carga de la diabetes que afecta 460 millones de personas en todo el mundo, principalmente provenientes de países en desarrollo con sistemas de salud no preparados".
Asimismo, considera que "esta 
doble epidemia también ilustra cómo la
 disparidad social y asistencial generalizada puede afectar los sistemas económicos y de salud mundiales durante una crisis aguda. En este mundo interconectado, existe una necesidad urgente de mejorar nuestro ecosistema, promover la alfabetización en salud y reformar nuestros sistemas sociales y de salud para proteger la salud y la humanidad de las personas con afecciones vulnerables como la diabetes".                                        
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