María Velasco, presidenta del Grupo de Estudio del Sida de la Seimc (GeSIDA), y Luis Buzón, especialista en Enfermedades Infecciosas y portavoz de Seimc.
La profilaxis preexposición (PrEP) es una herramienta eficaz para prevenir el
VIH y, que Sanidad esté valorando facilitar su acceso en las propias farmacias podría tener un
impacto positivo tanto en la reducción de nuevos diagnósticos como en la mejora la calidad de vida de los pacientes. La salida de estos tratamientos de los hospitales significaría también un traspaso de competencias en lo que a seguimiento del paciente se refiere. La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) señala a Atención Primaria para desempeñar dicho rol, siempre y cuando haya un refuerzo formativo y una mejora de las infraestructuras en este "sobrecargado" nivel asistencia.
La descentralización de este tipo de fármacos fuera del ámbito hospitalario, "es una ventaja para los pacientes
que viven con VIH, porque va a permitir que tengan
más facilidad y agilidad para retirar la medicación y que no sea tan dependiente de un único centro, o sea que se gana en libertad y eso es ganar en calidad de vida", asegura María Velasco, presidenta del Grupo de Estudio del Sida de la Seimc (GeSIDA).
Seguimiento en Primaria
El traslado de los seguimientos de la PrEP a la Atención Primaria podría ser
una solución viable, pero no inmediata. De hecho, Luis Buzón, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Burgos y portavoz de Seimc, piensa que Primaria y Enfermería podrían ser "extraordinarias" en este entorno: "La consulta de PrEP está muy rutinizada, muy protocolizada, y desde mi punto de vista se podría organizar bien".
Aunque, para ello, sería necesario una
transformación de la infraestructura del primer nivel asistencial, que tendría que empezar por una ampliación de los conocimientos de sus profesionales -para lo cual sería necesario implantar un programa formativo-, y por "una conexión directa y clara con los laboratorios de Microbiología". El problema, dice Buzón, es que esta transición es complicada porque los médicos de Primaria sufren "una sobrecarga de tiempo y trabajo" importante que provoca que los médicos estén "bastante tensionados".
Revisión cada 3 meses
Sin embargo, los dos facultativos se muestran de acuerdo en que el seguimiento en este proceso es clave porque la PrEP no deja de ser un fármaco y, por lo tanto, requiere una vigilancia. "Que se pueda dispensar en farmacias de calle no significa que no deba hacer un seguimiento a las personas que lo toman", afirma Velasco. En este sentido, Buzón señala que es importante no banalizar la toma de medicación, porque "no es solo tomarse una pastilla": "La medicación que se utiliza en PrEP tiene potenciales efectos tóxicos, sobre todo a medio o largo plazo, entonces una persona que la toma durante 3, 4, 5 o 10 años,
debe tener cierta supervisión médica". Por eso, el facultativo recomienda que se mantengan las revisiones actuales, que son trimestrales, aunque estas se hagan fuera de los hospitales.
Velasco, por otro lado, piensa que no habrá ningún riesgo en que se acceda a la PrEP desde las farmacias si la indicación la hacen los médicos expertos: "Tienen que estar los procedimientos claros. La primera evaluación debe hacerse por una persona que conozca la infección por VIH y sus riesgos. Pero estamos hablando de un medicamento que se va a tomar durante bastante tiempo, por lo que se puede hacer un
seguimiento compartido dependiendo de la persona. No tiene por qué haber ningún riesgo si tenemos un procedimiento adecuado". Añade, además, que sería fundamental crear una
especialidad de Enfermedades Infecciosas para formar a profesionales y atender a la población de la mejor manera.
Aumento explosivo de ITS
Aparte, Buzón ha querido recordar que la PrEP protege contra el VIH, pero
no previene otras infecciones de transmisión sexual (ITS) como la
gonorrea, la clamidia o la sífilis, que han experimetnado un "aumento explosivo" en los últimos años: "Esto no quiere decir que los que usan PrEP tengan más ITS, ni más ni menos, pero sí que es verdad que hay un incremento, sin duda alguna, de exposición de relaciones sexuales no protegidas". Por lo tanto, una de las ventajas de mantener controlada la perscripción de PrEP en consulta, "es que los pacientes tengan revisiones periódicas y sea posible
diagnostigar ITS en pacientes todavía asintomáticos".
Entonces, en este contexto, Buzón tiene clara la ventaja de adquirir la PrEP en la farmacia. "Estas personas van a tener mucho más sencillo el acceso a ella y, si incrementa la cantidad de gente que la usa, será mucho más fácil disminuir el número de casos nuevos". Aun así, señala que "lo ideal sería que fuera acoplada a la incorporación de estas personas en
programas de detección rutinaria de ITS o seguimiento en consultas especializadas" para poder diagnosticar y tratar a esas personas.
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