El nuevo medicamento antirretroviral jugará un papel importante, advierte el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clinic



4 feb. 2014 12:57H
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Imanol Echegaray / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
Expertos reunidos en Madrid evaluarán la relevancia clínica de Stribild y los inhibidores de la integrasa, así como el impacto de los nuevos tratamientos antirretrovirales en la práctica clínica, en la calidad de vida de los pacientes y en la reducción del gasto sanitario. Será en el marco de la III Reunión 'Avanzando hacia el futuro del VIH'.

Este martes, han presentado en Madrid este encuentro varios participantes: Luis Herrera, director médico de Gilead, José María Gatell, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clinic de Barcelona; y Santiago Moreno, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

José Mª Gatell hablando sobre Stribild.

Santiago Moreno analiza la innovación farmacológica.

Según datos facilitados por Gilead, en el año 2012 se establecieron 3.210 nuevos diagnósticos de VIH en nuestro país, de los cuales el 85 por ciento eran hombres. La media de edad está en los 36 años y las causas son en su mayoría por transmisión homosexual (5 por ciento), transmisión heterosexual (3 por ciento) y usuarios con drogas inyectadas (5 por ciento).

En España se estima que hay entre 130.000 y 160.000 personas infectadas por el VIH, de los cuales el 30% no saben que están contagiadas y casi la mitad de los casos se detecta tarde. Para José María Gatell, el VIH ‘’es un problema no resuelto’’, porque según los datos que maneja, ‘’hay 3.000 infecciones nuevas cada año en España’’.

Además, es indispensable el diagnosticar el virus, pues son las personas sin ese diagnóstico las principales responsables de nuevos contagios. Esto comportaría ‘’beneficios individuales y de salud pública’’.

Se estima que pueden llegar a 1000 los casos de contracción de sida, estableciendo esa media, según Gatell, en que ‘’el 70 por ciento son hombres, jóvenes y homosexuales’’.

Luis Herrera, director médico de Gilead.

El nuevo fármaco

Stribild es el nuevo medicamento antirretroviral que ha empezado a comercializarse en nuestro país. Un fármaco que, como el propio José María Gatell afirma, ‘’jugará un papel importante’’. Y ha explicado su función como un nuevo inhibidor de la integrasa que ‘’bloquea la capacidad del virus del VIH para integrarse en el material genético de las células humanas’’ y que ‘’se caracteriza por sus altas tasas de eficacia, su velocidad en reducir la carga viral y su excelente tolerabilidad’’.

Pese a todo ello, es obvio que existe una limitación: ‘’ningún medicamento antirretroviral puede curar una enfermedad". Es más, Gatell no puede asegurar lo que le ocurrirá ‘’a una persona que lleve 30 o 40 años tomando un fármaco antirretroviral’’.

Este remedio se compone de cuatro principios químicos en una única pastilla. Un curioso cambio para aquellos que, como dice Moreno, están tomando ‘’hasta cuatro comprimidos dos veces al día’’. Stribil sería de única ingesta diaria por paciente, ‘’sin producir mareos ni cargas virales’’. Pero Moreno cree que ‘’si hay pacientes en buen estado con el régimen anterior más complejo y no se quejan, por qué cambiarles el hábito’’.

Aún con todas las ventajas que conlleva, Gatell cree que hay facetas a mejorar. Una de ellas es la costumbre a tolerar ‘’ciertos efectos secundarios’’ y otra el mejorar ‘’el coste-eficacia’’, cuyo acceso es universal y gratuito, no viéndose afectado por los recortes sanitarios, en palabra de Santiago Moreno.

Luis Herrera ha afirmado que Gilead tiene un fuerte ‘’compromiso con el VIH’’ y que ha facilitado ‘’el acceso a este fármaco por un precio razonable’’.

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