Según indica Paloma Casado, subdirectora general de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad

Sanidad apuesta por la estratificación para predecir el volumen de crónicos
Paloma Casado, subdirectora general de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad.


1 abr. 2017 17:30H
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POR REDACCIÓN
El Ministerio de Sanidad pone la mirada en los retos futuros. La subdirectora general de Calidad y Cohesión, Paloma Casado, ha asegurado que se está usando la estratificación de la población, según grupos de morbilidad ajustada, para determinar las necesidades sociosanitarias de los ciudadanos según su nivel de riesgo y mejorar la labor asistencial de los distintos estratos asistenciales. Una medida que tendrá especial impacto dentro de los pacientes crónicos, según ha aclarado en el 20º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria.

Desde la administración pública, no obstante, admiten las limitaciones de la herramienta que solo “representa una ‘foto fija’ de la realidad de los pacientes”, siendo necesario incluir nuevos elementos para su análisis, como los datos de índole social o indicaciones sobre salud mental, “que permitan establecer un modelo predictivo y no exclusivamente descriptivo de las necesidades del paciente”, precisa.

En la mesa ‘Modelos de integración sociosanitario: Superando los niveles asistenciales’, celebrada dentro del evento organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), también se ha explicado que la herramienta ha servido de acicate para el desarrollo de nuevas iniciativas de corte similar en distintas autonomías, que nacieron con el fin de actualizar y potenciar la herramienta ministerial así como dar respuestas a las necesidades de su territorio.

En Madrid, por ejemplo, ya han conseguido dar un paso más. En su sistema de estratificación no sólo se recogen los datos de nivel de riesgo de los pacientes, sino que también se ha incorporado la visión clínica de la mano del nivel de intervención, lo que permite hacer una radiografía más actualizada y acorde a la realidad del paciente, por ejemplo, para determinar que el 53,4 por ciento de la población de la comunidad madrileña son pacientes crónicos. Unos datos que, llevados a la práctica, ha favorecido a “reducir a la mitad la estancia hospitalaria” e “incrementar el grado de satisfacción de pacientes y familiares” según expuso Nuria Fernández de Cano, subdirectora general de Continuidad Asistencial de la Comunidad de Madrid.

Sobre los beneficios de la coordinación sanitaria, Inmaculada Sánchez, técnico de Osakidetza, ha destacado que el sistema de información y comunicación sociosanitaria del Gobierno vasco permite aumentar la eficiencia, continuidad y seguridad en la atención al paciente entre los distintos niveles asistenciales, lo que, aparte de repercutir en la calidad de vida de los pacientes beneficiarios. Una medida que, según indica, será enfocada principalmente a dependientes, discapacitados, enfermos terminales o convalecientes sin autonomía.
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