Juan Carlos Medrano, R3 de Medicina de Familia, decidió hacer su residencia en Andalucía después de volver de 'Erasmus'

 Juan Carlos Medrano, R3 de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Universitario de Osuna, cuenta las ventajas de ser MIR en un hospital comarcal
Juan Carlos Medrano, R3 de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Universitario de Osuna.


SE LEE EN 3 minutos
Nacido en Nicaragua, Juan Carlos decidió hacer un intercambio de estudios en España en el año 2014 que marcaría un antes y un después en su trayectoria profesional. Un momento en el que se dio cuenta de que nuestro país era su lugar, lo que le llevó a querer realizar su residencia en Andalucía, en un hospital comarcal, después de acabar la carrera de Medicina

Lo curioso es que estuvo de 'Erasmus' en Zaragoza, pero en cuanto puso un pie en la región sureña lo tuvo claro: "Me encantó Andalucía. Hay gente muy abierta y me encanta la comida y el clima", afirma a Redacción Médica. De esta forma, comenzó a prepararse el examen MIR y consiguió una plaza en la especialidad que quería: Medicina Familiar y Comunitaria.

De Nicaragua a ser MIR en Sevilla


"Para mí es un pilar fundamental para que el resto del Sistema Nacional de Salud (SNS) funcione de manera adecuada", subraya. De hecho, para él, esta rama médica coincide a la perfección con sus gustos como facultativo: "Me encanta hablar con los pacientes y dar un correcto seguimiento de sus patologías". Sumado a ello, Juan Carlos, que pasará el próximo mes de junio a ser R4, explica que la Medicina de Familia te permite hablar con hijos, padres y abuelos, algo que no te ofrecen muchas otras.

Además, no eligió comenzar su formación en un hospital grande del Servicio Andaluz de Salud (SAS), ya que se decantó por el Hospital Universitario de Osuna. Se trata de un centro comarcal y rural que cuenta con 220 camas ubicado en la provincia de Sevilla. De hecho, fue el año pasado cuando consiguió la certificación de 'universitario', lo que hace que "esté dotado de todo lo necesario".


"La formación es mucho más completa en un hospital pequeño"




Sin ninguna duda, para Juan Carlos, hacer la residencia en un centro pequeño tiene dos principales ventajas: "La formación es mucho más completa y tienes más opciones de quedarte a trabajar al acabar la formación". Respecto a la primera de ellas, asegura que, al final, en las guardias que hacen en los Servicios de Urgencias se atiende a pacientes traumatológicos, ginecológicos y demás, lo que les permite a los residentes tener múltiples conocimientos

Tutor propio y más conocimientos


Pero no solo eso. A la hora de rotar, "hay menos MIR, por lo que hay un tutor dedicado al 100 por ciento a cada uno". "No tenemos que estar compartiendo consulta y es un gran plus, ya que en los más grandes puedes incluso estar con estudiantes de Medicina y más residentes al mismo tiempo compartiendo conocimientos", explica.

Y es que, al mismo tiempo, él compagina su residencia en el propio hospital con un centro de salud rural. "Al no tener acceso al 061, somos nosotros quienes tratamos las patologías de, por ejemplo, las personas dependientes, lo que te prepara y te forma para el futuro", añade. 


"Conocemos muy bien al resto de especialistas y eso es muy importante, sobre todo, a la hora de hacer interconsultas"



Por otro lado, el ambiente en el hospital es "muy bueno". "Conocemos al resto de especialistas y es muy importante, sobre todo, a la hora de hacer interconsultas", asegura. Por ello y por muchas cosas más, Juan Carlos seguirá apostando por Andalucía y, como no, por la Medicina Familiar y Comunitaria.  
 
REGÍSTRATE GRATIS
PARA SEGUIR LEYENDO
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.