Juan Muñoz posa en una foto de archivo del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona.
Para muchos, elegir una
especialidad MIR entre los primeros puestos suele estar marcado por nombres como
Cardiología,
Dermatología o
Cirugía Plástica. Sin embargo,
Juan Muñoz Hurtado, el médico que obtuvo el
número 11 en el MIR de 2025, sorprendió a muchos al elegir
Anatomía Patológica, una especialidad que rara vez aparece entre las primeras opciones. Pero para Juan, esta elección fue el resultado de una
vocación clara y profundamente personal.
“Mi vocación está en el
cáncer, en los pacientes con cáncer. Creo que Anatomía Patológica es una
especialidad fundamental en el proceso oncológico, porque es la que entiende el porqué de la enfermedad, emite los diagnósticos y establece la predicción terapéutica”, explica Muñoz. No se trata solo de una elección técnica, sino de una apuesta por entender la enfermedad desde su origen y ofrecer una visión integral del proceso oncológico.
El interés de Juan por esta especialidad comenzó mucho antes de su
elección MIR. Durante su formación en la
Universidad de Granada, fue alumno interno del departamento de
Histología, donde conoció a
Antonio Campos, una figura clave en su trayectoria. “El doctor Campos siempre ha sido para mí una guía en lo académico, en lo profesional y en lo vital”, relata Muñoz. Este mentor
no solo le transmitió conocimientos, sino también una pasión por el estudio de los tejidos, por comprender el origen y la naturaleza de las enfermedades.
Una especialidad con futuro
Para muchos, Anatomía Patológica sigue siendo vista como una
especialidad “de laboratorio”, alejada del trato directo con los pacientes. Pero Muñoz Hurtado ve en ella un campo lleno de posibilidades. “Anatomía Patológica tiene un
futuro muy prometedor en el ámbito del intervencionismo y en la era de la Medicina personalizada”, asegura.
En un mundo en el que los pacientes demandan cada vez más información y conocimiento sobre sus diagnósticos, Juan cree que los patólogos pueden
jugar un papel clave. “Se abre un espacio para que podamos explicar nosotros mismos a los pacientes qué significa su diagnóstico, qué implica para su tratamiento y qué opciones tienen”, afirma.
Además, destaca que la especialidad no solo se centra en diagnosticar, sino que también está profundamente vinculada a la
predicción terapéutica y al pronóstico de las patologías. “Es una especialidad que no solo dice qué tiene el paciente, sino que ayuda a predecir cómo va a evolucionar y cuál es la mejor estrategia terapéutica”, explica.
Una elección que llamó la atención
Cuandoel futuro MIR se levantó para elegir su plaza, el auditorio del Ministerio de Sanidad le recibió con aplausos. “Yo no lo viví como algo especial, pero sí es cierto que
hubo algo más de aplauso. Quizás porque no es común que un número tan bajo elija Anatomía Patológica”, recuerda.
Para él, esa reacción refleja el respeto por una elección poco convencional. Mientras que otros de sus compañeros optaban por especialidades más tradicionales, él siguió su propia vocación. “No me pareció nada especial. Todos los que estamos aquí hemos pasado la carrera, el
MIR, y
empezamos esta etapa con la misma ilusión”, reflexiona.
El Hospital Clínico de Barcelona, una apuesta por la investigación
Al elegir su destino, Muñoz Hurtado no tuvo dudas: el
Hospital Clínic de Barcelona. Para él, este centro no solo ofrece una formación de excelencia, sino también la posibilidad de
compaginar la labor asistencial con la investigación. “El Clínico tiene un fuerte enfoque en la investigación, y eso es algo que siempre me ha interesado. Quería un lugar donde pudiera crecer también en ese ámbito”, comenta.
Además, el cambio a una ciudad como Barcelona también representa una
nueva etapa personal. “Tenía ganas de moverme, de explorar otra ciudad, y Barcelona me encanta”, asegura.
“Todos estamos aquí con la misma ilusión”
A pesar de haber sido el número 11 del MIR y de que su elección llamara la atención, el futuro médico residente mantiene los pies en la tierra. Para él,
todos los MIR son iguales, independientemente del número que hayan obtenido. “Al final, todos hemos pasado la carrera, el MIR, y empezamos esta etapa con la misma ilusión y el mismo esfuerzo”, concluye.
Su historia es un recordatorio de que, más allá de las tendencias o las preferencias comunes, la
vocación y los referentes siguen siendo claves en la elección de una especialidad médica.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.