El mejor MIR de Familia donde más competencia hay: "No he inventado nada"

No fue el número uno del examen MIR, ni eligió plaza el primero, pero es el mejor en la comunidad donde más plazas de Medicina de Familia se convocan cada año. Gonzalo Tena Santana entró en la formación MIR con un número de orden superior al 9.000, una cifra que en la "titulitis" médica podría parecer discreta. Sin embargo, cuatro años después, este residente (R4) del Centro de Salud de Valverde del Camino (Huelva) ha logrado el Premio al Mejor Expediente MIR de Andalucía en la categoría de Atención Primaria, otorgado por el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. Su receta se aleja del hospitalocentrismo urbano: reivindica la zona rural no como un castigo, sino como el entorno donde el médico se ve obligado a "sacarse las castañas del fuego" .

Tena, natural de Sevilla y formado en el entorno del Hospital Virgen Macarena, encara la recta final de su residencia -termina el próximo mayo- con una visión pragmática de la carencia. Asegura que en el ámbito rural, lejos de la "calle de al lado del hospital" donde se obtienen respuestas automáticas de los compañeros, es donde "hay que aprender a trabajar con pocos medios". Esta falta de inmediatez en las pruebas diagnósticas, explica, "te obliga a emplearte más a fondo con el paciente" .

Ecógrafos contra la burocracia

El galardón reconoce, además de su trayectoria académica, la capacidad investigadora y de gestión que ha venido desempeñando durante estos años. Ante el temor a la obsolescencia profesional, Tena apuesta por una actualización constante de los contenidos: "Como no salga con esto bien aprendido, ya estoy viejo en cinco años", confiesa. Por este motivo, decidió formarse por su cuenta en ecografía clínica, una competencia que no figuraba en su programa formativo original pero sí en el de las nuevas promociones .

Gonzalo Tena Santana, residente (R4) del Centro de Salud de Valverde del Camino (Huelva).

El resultado ha sido la implantación de un programa de ecografía e infiltraciones en su propio centro de salud para evitar derivaciones innecesarias y ganar precisión diagnóstica. La iniciativa tuvo que sortear las limitaciones técnicas del sistema público andaluz. Dado que los ecógrafos disponibles no permitían volcar las imágenes directamente en la historia clínica digital, idearon un sistema de almacenamiento mediante memorias externas nominalizadas por consulta. "No he inventado nada, pero existe la aplicabilidad", matiza Tena, quien defiende que esta práctica permite "quitar incertidumbre" tanto al residente como al adjunto.

La crisis de las vacantes MIR

En un contexto marcado por la crisis de vocaciones en Atención Primaria, con cerca de 300 plazas renunciadas este año según datos de la SEMG, el caso de Tena sirve de contrapunto. El residente se muestra crítico con el estigma del número de orden y las renuncias precipitadas. "Esa nota del MIR jamás te va a terminar de definir", sentencia .

Para el premiado, el problema radica en quienes eligen la especialidad como segundo plato. "Hay compañeros que han entrado en Medicina de Familia con la excusa de 'es para lo que me daba' y lo han acabado dejando; eso sí es una pérdida de tiempo", asevera. Tena anima a los futuros residentes a perder el miedo a la zona rural, advirtiendo que la sensación de "estar más abandonado" se suple con formación externa y proactividad .

En este punto, Tena rechaza los discursos apocalípticos sobre la deshumanización de la Medicina. Para el médico sevillano, la tecnología bien aplicada refuerza el vínculo asistencial. Argumenta que dedicar tiempo a realizar una ecografía al paciente, en lugar de despacharlo con un volante de derivación, demuestra que "seguimos teniendo un vínculo".

"Me gustaría pensar que eso no tiene por qué empeorar el trato", concluye Tena, quien defiende que herramientas como la ecografía o la IA deben servir para ofrecer diagnósticos más finos sin perder la esencia de la medicina de familia: "Conocer a su gente y saber quién es cada persona".