Desayuno informativo de SEMG. Sonia Morales, respondable de prensa; Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de SEMG; y Lorenzo Armenteros, portavoz de SEMG.
La
Medicina de Familia en España se enfrenta a grandes desafíos. Las extensas listas de espera, unidas al nuevo perfil del paciente y a los cambios en la demanda asistencial, obligan a transformar la especialidad. Con todo, Atención Primaria celebró haber agotado todas las
plazas MIR, pero, aunque aún no hay datos oficiales, la
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) estima que entre 200 y 300 médicos renunciaron a su plaza.
“Renuncias hay en todas las especialidades”, afirma
Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la SEMG. Pese a ello, la sociedad científica advierte de la necesidad de mejorar el ámbito de la Primaria y pone el foco en dos cuestiones clave: la
longitudinalidad y la gestión del tiempo en consulta. “Hay que incidir en la importancia de contar con un médico de referencia que te acompañe toda la vida”, destaca Lorenzo Armenteros, portavoz de la SEMG. “
Necesitamos gestionar nuestras consultas; la parcela de gestión del tiempo hay que devolvérsela a los profesionales”, reclama Ledo.
La longitudinalidad, pilar del SNS
Ambos representantes han reiterado la necesidad de hacer frente a las dificultades con las que lidia actualmente el colectivo médico. De hecho, señalan que la
huelga de facultativos que se está llevando a cabo desde el pasado martes 9 de diciembre a nivel nacional evidencia el fuerte hartazgo que existe en la profesión.
“En el maletín del médico hay sobrecarga, hay dificultades, hay burnout y hay mucha tensión”, cuentta la presidenta de la sociedad. Sin embargo, tanto ella como Armenteros se muestran optimistas respecto al futuro y señalan
2026 como un año de cambio. “Hay esperanza”, afirman. “La oportunidad está ahí. Hay que utilizar la
Inteligencia Artificial y también la inteligencia humana para poder atender a los pacientes como se merecen. Hay grandes nubes de posibilidades en investigación. Nos debemos a pacientes, profesionales y especialistas”, agrega.
Y en cuestión de humanización, la longitudinalidad es clave: si tu
médico de Familia te conoce y te acompaña durante toda tu vida, tanto el tratamiento de patologías como el seguimiento de la salud general serán mejores, lo que repercutirá positivamente en el conjunto del
Sistema Nacional de Salud (SNS). “Tenemos que trabajar en común para mejorar el SNS globalmente. Si mejora el primer nivel, mejora el sistema hospitalario”, aseguran. “Debemos hablar de obesidad, de diabetes, del final de la vida. La longitudinalidad debe ofrecer la calidad de poder acompañar en ese final, y eso es un gran valor”, añade Armenteros. Además, el seguimiento médico y de
Enfermería ayudará a atender mejor a los pacientes crónicos. Por otra parte, la teleasistencia también tiene un espacio en esta ecuación. “La teleconsulta es útil en u
na interconsulta entre el hospital y Atención Primaria”, reflexiona Armenteros.
La gestión del tiempo en consulta
La
promoción y la prevención en salud son también dos objetivos clave. Por ello, y para poder afrontar las demandas asistenciales de los pacientes, piden romper con los estándares rígidos de tiempo en consulta y permitir que sean los profesionales quienes gestionen sus agendas. “Las
agendas flexibles y compartidas reducen el tiempo de frecuentación en las consultas y permiten adaptarse a las necesidades de cada uno”, defiende Leto.
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