El aumento de plazas MIR "llega tarde" y no evitará la falta de médicos

España formará este año a 7.894 nuevos médicos especialistas, la cifra más alta desde que existe el sistema MIR. Sin embargo, este incremento llega “demasiado tarde” y podría ser insuficiente para frenar el déficit estructural que arrastra el Sistema Nacional de Salud (SNS), especialmente en Atención Primaria. Así lo advierte el especialista Vicente Matas, en un informe que alerta sobre la fuga de profesionales, la falta de planificación y las consecuencias de años de recortes.

Según los datos analizados por Matas, los casi 8.000 residentes que concluyen su formación en 2025 suponen 398 más que en 2024, y casi 2.000 más que los que finalizaron en 2014. La tendencia ascendente, impulsada por el aumento de plazas convocadas desde 2019, no compensa todavía el efecto de la caída vivida entre 2010 y 2014, periodo en el que se redujo drásticamente la oferta formativa. Esa “herida” sigue condicionando el relevo generacional en muchas plantillas, y se agrava con el aumento de las jubilaciones previsto para los próximos años.

Un esfuerzo formativo que no garantiza continuidad

Matas recuerda que formar a un médico especialista supone un itinerario de al menos 11 o 12 años: seis de grado, uno de preparación MIR y cuatro o cinco de residencia, según la especialidad. En 2025 finalizarán su formación los residentes que comenzaron en 2019 y 2020, muchos de ellos con 30 años o más. A pesar de ese largo recorrido, no todos encontrarán trabajo estable. “Promesas no faltan, pero la realidad es que muchos seguirán con contratos temporales, por meses o incluso por días”, advierte el autor del informe.

Esta precariedad alimenta la fuga de batas blancas al extranjero. Según datos de la OMC, en 2023 un total de 3.070 médicos solicitaron el certificado de idoneidad para salir de España, la cifra más alta de los últimos cinco años. De ellos, 499 causaron baja definitiva en la colegiación. “Noruega, Alemania, Francia o Suiza siguen siendo destinos atractivos para quienes buscan estabilidad, mejores condiciones y desarrollo profesional”, señala Matas.

Jubilaciones y falta de planificación

El informe recuerda que cerca del 40 por ciento de las plantillas médicas del SNS quedarán vacantes por jubilación en los próximos ocho o nueve años. Ante esta situación, Matas reclama una planificación “responsable, seria y por especialidades” para asegurar que el ritmo de formación cubra las necesidades reales del sistema. “No basta con aumentar plazas de forma reactiva. La planificación debe anticiparse a la demanda, no ir siempre a remolque”, subraya.

Además, advierte de que el aumento de plazas universitarias —impulsado por la apertura de nuevas facultades en Jaén, Almería, Alicante, Sevilla (Loyola), Huelva, La Rioja y León— podría generar un nuevo desfase si el MIR no crece al mismo ritmo. “En cada convocatoria sigue habiendo más egresados que plazas para médicos españoles”, alerta.

Casi 2.000 graduados españoles sin plaza MIR

En la última convocatoria, 1.893 aspirantes procedentes de universidades españolas quedaron sin plaza MIR. De ellos, 866 no superaron la nota de corte, y el resto no eligió ninguna de las plazas que quedaban disponibles. Al mismo tiempo, se observa un crecimiento sostenido de médicos extracomunitarios que acceden al sistema: 1.777 en 2024 frente a 613 en 2019. “España forma a médicos de primer nivel, pero una parte importante regresa a su país de origen al acabar la residencia”, apunta el informe.

Desde la convocatoria 2022-2023, el Ministerio de Sanidad ha dejado de publicar los listados completos de admitidos, presentados y resultados, lo que para Matas supone “una pérdida clara de transparencia”. Esta falta de datos impide conocer con precisión la nacionalidad de los aspirantes y otras variables relevantes para evaluar la evolución del sistema formativo.

Feminización y abandono de la residencia

El informe también analiza la evolución del perfil de los nuevos especialistas. En 2025, el 66 por ciento serán mujeres, una tendencia creciente que se acentúa en especialidades como Obstetricia y Ginecología (85 por ciento), Pediatría (83 por ciento) o Medicina Familiar y Comunitaria (72 por ciento). En cambio, la presencia femenina sigue siendo minoritaria en especialidades quirúrgicas como Neurocirugía (29 por ciento) o Cirugía Plástica (31 por ciento).

Matas también pone el foco en el porcentaje de residentes que abandonan la formación antes de completarla, ya sea por cambiar de especialidad o por otras razones. En 2022, el Ministerio cifraba este abandono en un 3,4 por ciento, aunque en años anteriores llegó al 6,5 por ciento. No obstante, no existen datos públicos actualizados por especialidad, lo que dificulta conocer el impacto real de este fenómeno.

Las especialidades más reforzadas (y las que no)

Desde 2014, Medicina Familiar y Comunitaria ha sido la especialidad que más ha aumentado su número de plazas MIR (+854), seguida de Medicina Interna (+140), Pediatría (+126) y Anestesiología (+125). En el lado opuesto, especialidades como Cirugía Cardiovascular (+2), Cirugía Pediátrica (+3) o Farmacología Clínica (+9) apenas han variado su oferta.

“Los incrementos de plazas han llegado muy tarde. Ahora vemos las consecuencias de no haber formado a miles de especialistas en su momento”, lamenta Matas. El informe concluye que el ligero repunte en la formación de especialistas en los próximos años, con más de 8.000 médicos por año a partir de 2026, será insuficiente si no se acompaña de estabilidad, planificación y condiciones laborales que frenen la fuga de talento.