Una investigación advierte de un aumento del riesgo neurológico por uso prolongado

Si usas estos anticonceptivos puede que necesites 'resetear' tu tratamiento


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El número de mujeres que optan por anticonceptivos hormonales que solo contienen progestágenos, como el desogestrel, va en aumento. El motivo es, generalmente, un abanico de ventajas frente a las combinaciones con estrógenos: menos efectos adversos vasculares, mayor seguridad en mujeres fumadoras o con migrañas, e incluso una posible mejor tolerancia en etapas como el posparto o la perimenopausia. Por  eso, su uso se ha disparado en países europeos como Francia, Alemania o España.

Los ‘pros’ de este  derivado de la testosterona que ha sustituido en buena medida a otros progestágenos utilizados en el pasado son muchos. Sin embargo, a pesar de su uso generalizado y perfil de seguridad, también cuenta con algún ‘contra’. En ese punto se centra una nueva investigación, que alerta sobre un riesgo poco conocido que podría estar relacionado con su uso continuado durante varios años.


Anticonceptivos orales y meningioma


El hallazgo procede de un amplio estudio nacional francés, publicado en The BMJ, que revisó los datos clínicos de más de 92.000 mujeres entre 2020 y 2023. De ellas, 8.391 se sometieron a cirugía por meningioma intracraneal y fueron comparadas con un grupo de control de más de 83.000 mujeres sin esa patología. El análisis se centró en tres tipos de anticonceptivos: desogestrel, levonorgestrel solo y levonorgestrel combinado con estrógenos.

Los resultados revelaron que el uso prolongado de desogestrel durante más de cinco años seguidos se asoció a un riesgo significativamente mayor de desarrollar un meningioma. Dicho riesgo se incrementaba hasta duplicarse si el tratamiento se mantenía más allá de los siete años. Por el contrario, ni el levonorgestrel solo ni combinado mostró asociación alguna con este tipo de tumores, independientemente de la duración del tratamiento.


Un riesgo bajo en cifras, pero clínicamente relevante


Aunque la magnitud absoluta del riesgo es baja —se estima que se necesitaría tratar a 67.300 mujeres con desogestrel para provocar un caso quirúrgico atribuible al fármaco—, los autores del estudio sugieren una vigilancia especial en mujeres mayores de 45 años, grupo en el que el riesgo fue más evidente. También se observó una mayor incidencia en pacientes que previamente habían utilizado otros progestágenos con riesgos ya conocidos, como el acetato de nomegestrol o de ciproterona.

Los meningiomas en cuestión son tumores intracraneales que, si bien suelen ser benignos, pueden tener consecuencias importantes según su tamaño y localización. En este estudio, se detectó una localización preferente en la base anterior y media del cráneo —zonas estrechamente relacionadas con funciones visuales y cognitivas— y una mayor frecuencia de casos con múltiples localizaciones. Este patrón anatómico es similar al observado con otros progestágenos que previamente habían demostrado inducir este tipo de tumores. Además, algunos de estos meningiomas muestran regresión o estabilización tras la suspensión del tratamiento hormonal, lo que refuerza la hipótesis de una relación causal con el uso prolongado del fármaco.

Pese a su carácter no canceroso, estos tumores pueden provocar síntomas como alteraciones visuales, cefaleas, convulsiones o déficits neurológicos, y en muchos casos requieren cirugía. 
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