Un centro examina a sus futuros estudiantes y los califica como "aptos" o "no aptos" para acceder al grado

Pere Riutord, vicedecano de Odontología y presidente del consejo asesor de investigación de Adema, analiza el grado de Odontología y su prueba de aptitud
Pere Riutord, vicedecano de Odontología y presidente del consejo asesor de investigación de Adema.


15 mar. 2024 12:30H
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Las pruebas de aptitud para acceder a carreras sanitarias que tanto anhelan profesiones como Medicina no son una utopía. De hecho, tanto el grado de Odontología como el de Nutrición Humana y Dietética disponen de este modelo de acceso en las Islas Baleares. Un centro adscrito a la UIB desarrolla esta prueba para comprobar que sus futuros estudiantes tienen el perfil "idóneo" para ser los próximos profesionales sanitarios con tres ingredientes clave que ponen en valor en estos exámenes de aptitud: vocación, inteligencia espacial y crítica.

El centro privado Adema, adscrito a la Universidad de Baleares y que se encamina hacia un futuro como universidad privada independiente, ha desarrollado este año sus segundas pruebas de aptitud para acceder a grados sanitarios como Odontología y las primeras de Nutrición, en las que más de 100 estudiantes han efectuado las diferentes pruebas que han constado de dos fases. Pere Riutord, vicedecano de Odontología y presidente del consejo asesor de investigación de Adema, ha explicado a Redacción Médica que esta prueba de aptitud intenta que los alumnos que acceden al grado sean de un perfil "más idóneo" para estudiar Odontología.

"Esta profesión requiere de habilidades como la inteligencia espacial en 3D o las habilidades manuales y con estas pruebas reconducimos a los estudiantes para saber si de verdad quieren estudiar Odontología. Muchas veces estudian grados dependiendo de la nota de la EBAU y nosotros intentamos descubrir con estas pruebas la vocación y el interés", señala.


¿Cómo se estructura la prueba de aptitud en Odontología?


El examen contiene tres pruebas principales. La primera es escrita y consiste en la comprensión, crítica y análisis de un texto científico. La segunda prueba es motriz a través de unos simuladores hápticos que, de manera intuitiva, expone a los alumnos a un ejercicio que consiste en el tallado de un molar "como si fuese quitar una caries", un ejercicio táctil que valora la inteligencia espacial. La tercera prueba consiste en una entrevista personal: "En ella vemos si el alumno tiene una vocación, por qué quiere estudiar Odontología, cómo ha conocido la Universidad... Estudiamos el itinerario de cómo nos ha llegado este alumno y cuáles son sus intenciones y miramos su pretensión y sus cualidades humanas con las respuestas".

El resultado final de estas pruebas es de apto o no apto. "Estas pruebas excluyen a alumnos que no vemos que tengan una orientación hacia los estudios en los cuales se han inscrito, pero no se califica con una nota numérica. Para determinar, entre los aptos, cuáles acceden al grado, lo hacemos en segunda instancia con la nota de la EBAU", comenta.


"Muchas veces nos dejamos en la cuneta a los estudiantes que, por ejemplo, quieren ser médicos por vocación, pero no tienen las notas más altas"



Estudiantes "no aptos" en Odontología


Esta prueba de aptitud otorga una preferencia a aquellos estudiantes que la realizan. "Si no ha realizado estas pruebas sólo podrán acceder a nuestros estudios si no se han cubierto todas las plazas con los estudiantes que sí han hecho la prueba de aptitud, es un requisito indispensable para acceder a nuestros estudios. Por lo tanto puede haber alumnos que no hayan hecho la prueba y que accedan, siempre que haya falta de plazas.

Sin la prueba de aptitud, Riutord argumenta que los alumnos se inscribían a varios grados o a diferentes universidades, y no sabían con seguridad si habría plaza para ellos, optando por realizar los estudios en el primer lugar en el que tenían seguro una plaza. "Eso nos penalizaba porque de 200 inscritos en nuestro centro como primera opción de Odontología, podían llegar a rechazarlo muchos. Con la prueba de aptitud queda mucho más dirigido, los que consiguen apto y si ha habido unas plazas suficientes para cubrir saben que tienen prácticamente segura la plaza. Después de la prueba, sólo tiene que aprobar la selectividad. Este año hemos tenido 90 inscritos a la prueba de aptitud para el curso 24/25, que contará con 80 plazas, lo que quiere decir que todos los aptos tendrán plaza", señala.


Futuro de las pruebas de aptitud en Medicina


El propio videcano argumenta que este tipo de pruebas son muy interesantes para dirigirlas a otras carreras sanitarias como Medicina. "Muchos alumnos estudian Medicina porque sacan buena nota en selectividad, cuando no saben realmente si valen. Las pruebas de aptitud que se podrían plantear en Medicina comprobarían si disponen de vocación para cuidar a las personas y de trabajar toda su vida atendiendo enfermos. Estas pruebas de aptitud cualifican al estudiante, lo encasillan en una dirección y demuestran si la vocación puede ser real. Muchas veces nos dejamos en la cuneta a todos estos estudiantes que querrían ser médicos de vocación pero tienen una nota que no llega a las más altas y con la prueba de aptitud, no tendrían todas las opciones, pero tendrían más", concluye.
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