Inmaculada García García, presidenta de la Conferencia de Decanos de Enfermería.
Las universidades catalanas y baleares lideran el listado de facultades de
Enfermería con las
notas de corte más bajas del país para el curso 2025/2026. De las 20 titulaciones con menor exigencia para acceder, 19 se imparten en estas comunidades autónomas, donde la lengua vehicular es el catalán. Solo una se ubica fuera de este territorio: la del centro
Povisa, vinculado a la
Universidad de Vigo, con una nota de acceso de 10,81.
La ampliación de plazas en Cataluña
Este fenómeno tiene una explicación clara para la presidenta de la
Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Enfermería,
Inmaculada García García. Según señala en declaraciones a
Redacción Médica, se trata de una consecuencia directa del
aumento masivo de plazas llevado a cabo en Cataluña para atender la alta demanda formativa de la profesión. “Cataluña hizo un esfuerzo muy importante en el curso 2022-2023, a
umentando cerca de 1.000 plazas de Enfermería”, recuerda.
Ese incremento sustancial de la oferta académica explica, de forma técnica, la caída generalizada de las notas de corte en estos centros. Según los datos recabados por este medio a partir de la primera lista de ordenación publicada por cada comunidad autónoma, la nota más baja para estudiar Enfermería este año es la de la
Universidad de Vic en su campus de Vic, con un 8,06. Le siguen otros centros de la misma universidad en
Manresa (8,10) y
Sant Boi de Llobregat (8,66). Todas estas titulaciones se imparten en catalán.
También aparecen en este listado la
Escuela de Enfermería del Mar (vinculada a la Universitat Pompeu Fabra), el
Tecnocampus de la misma universidad, varios campus de la
Universitat Autònoma de Barcelona, la
Universitat de Lleida, la
Universitat de Girona, la
Universitat Rovira i Virgili o la
Universitat de les Illes Balears en Menorca e Ibiza.
Aumento de plazas, causa de la caída de notas
Inmaculada García explica que la caída de las notas de corte generalizada que ha experimentado el grado en todo el país para el siguiente curso no implica una menor demanda de acceso, sino un aumento de la oferta. “Lo que ha bajado no es el interés por estudiar Enfermería, sino que
se han abierto más plazas”, señala.
Este descenso, apunta, también está vinculado a los
cambios introducidos en el modelo de la
Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) este año. El nuevo formato, más práctico y con un solo modelo de examen, ha modificado los patrones de calificación. Sin embargo, en el caso de Cataluña, el efecto principal ha sido la apertura de nuevas plazas en prácticamente todas las facultades.
“Ha bajado la nota de corte porque ha habido más plazas. Pero el
número de solicitudes sigue siendo alto”, insiste García, quien recuerda que en muchas facultades el número de preinscripciones triplica al de plazas disponibles.
Mapa de notas y lengua vehicular
La coincidencia de las notas de corte más bajas con universidades de lengua catalana ha llevado a algunos estudiantes a plantearse acceder a estos centros como vía más asequible de entrada en la carrera. Las universidades catalanas y baleares no restringen el acceso por origen geográfico, aunque sí es necesario
acreditar un conocimiento suficiente de la lengua vehicular, especialmente en el caso de prácticas clínicas y evaluaciones.
Pese a que estas comunidades autónomas concentran el grueso de plazas con menor nota de acceso, el fenómeno no es homogéneo. En la
Universitat de Barcelona, el campus Clínic exige un 11,74 y el de Bellvitge un 10,98. En cambio, el centro
Gimbernat (Autònoma de Barcelona) pide solo un 7,87. En Baleares, la Universitat de les Illes Balears solicita un 10,99 en Menorca y un 10,73 en Ibiza, pero sube hasta 11,57 en Palma.
El fenómeno se enmarca en un contexto generalizado de caída de notas de corte para estudios sanitarios. Enfermería, como Medicina, ha visto reducir este año los requisitos de acceso en la mayoría de facultades, aunque la demanda continúa siendo muy alta.
Más plazas, pero mismo interés
Desde la Conferencia de Decanos y Decanas subrayan que la ampliación de plazas es una respuesta al incremento de demanda formativa y a las necesidades del sistema sanitario. “El objetivo es que haya suficientes profesionales formados para cubrir las necesidades del SNS. Para eso
hacen falta más egresados, y eso requiere más plazas”, recuerda Inmaculada García.
La apertura de nuevas facultades o campus en los últimos años ha contribuido a ese aumento. García insiste en que las comunidades con menor nota de corte son, precisamente, las que más se han implicado en esa expansión.
El
equilibrio entre oferta y demanda, concluye, es clave para garantizar tanto la calidad de la formación como el acceso justo a una carrera altamente demandada.
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