Varios estudiantes explican cómo es la relación con sus padres, con quienes comparten la pasión por el sector sanitario



SE LEE EN 3 minutos
Aunque la vocación por estudiar Medicina puede ser innata y estar exenta de vínculos familiares, es normal encontrar estudiantes que han elegido esta carrera por influencia de sus padres, a quienes desde pequeños les han enseñado la importancia y los valores de la profesión. Una forma de educar que, en muchas ocasiones, consigue llegar más allá y despertar en ellos una inquietud que, con el paso de los años, se convierte en un objetivo profesional claro: seguir sus mismos pasos y convertirse en médicos.

Esto precisamente es lo que le ocurrió a Claudia Albadalejo, estudiante de quinto año. La Medicina es algo que siempre ha estado presente en su vida, ya que sus dos padres son médicos -cirujana y psiquiatra-, y desde bien pequeña ha presenciado cómo se dejaban la piel para ayudar a las personas.

Pero los padres de Albadalejo, lejos de intentar convencerla para que siguiese sus pasos, querían que tomase sus propias decisiones y siempre la dejaron claro que no tenía que ser médica como ellos. "Es algo que me repitieron mucho, y que tuve en cuenta, pero la Medicina me encanta y me he sentido llamada por esta profesión", ha aclarado a Redacción Médica.

Relación padres e hijos vinculada a la Medicina


Una experiencia similar a la de Carmen López, también estudiante de quinto de Medicina. En este caso, solo su padre es médico -radiólogo- y durante todos estos años se ha convertido en un pilar fundamental para ella, ya que hablan sobre la profesión y le brinda su apoyo en todas las materias con las que necesita ayuda. Esto ha hecho, como era de esperar, que la relación padre e hija se haya vuelto mucho más fuerte. "Yo siempre digo que se está sacando la carrera conmigo", ha subrayado entre risas.

De hecho, si López echa la vista atrás y recuerda el momento en el que le dijo a su padre que quería convertirse en médica, todavía puede visualizar la felicidad en su casa. "Él también estudió en la Universidad Complutense y estaba muy orgulloso de que quisiese seguir sus pasos y parecerme un poco a él. Además, mis hermanos no tienen esta vocación, y siento que soy como su versión pequeña", ha indicado.

La dureza y dificultad de hacer Medicina


En cambio, la madre de Carlos Cruz, que es médica, y aunque orgullosa, le preguntó varias veces si realmente era consciente de la dureza y dificultad que supone convertirse en facultativo. "Me preguntaba si estaba seguro y si tenía claro que me iba a llevar un trabajo de bastantes años y, probablemente, bastante arduo. Pero que, si era lo mío y lo sentía así, pues entonces que siguiese adelante", ha concluido.

Lo que sí tienen claro y coinciden estos tres protagonistas es que tener padres médicos ayuda, y mucho, a conocer en profundidad el mundo que rodea a la Medicina, antes, incluso, de formar parte de él. "Te pueden contar sobre cómo es la profesión y qué puedes esperar de tu futuro. Al final, tienes un referente cerca", ha subrayado. 

Aun así, López tampoco le da mucha importancia a eso de estar en la facultad de Medicina y tener padres médicos, ya que piensa que es algo habitual que comparte con sus compañeros. "No todos, pero sí la mayoría. Creo que es algo que está muy normalizado", ha concluido. 
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.