En Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Victoria Robles, responsable de la clínica FisioVic, advierte de la “incertidumbre” que aún persiste hasta que la ley se concrete en un reglamento: “No sabemos qué exigencias formativas ni de seguros vendrán”. En la misma línea, Guillermo Gómez, socio fundador de Physiomove en Madrid, reclama “aclarar la lista de fármacos autorizados y los requisitos formativos para garantizar la seguridad clínica”.
“Creo que necesitamos alguna formación extra para reducir riesgos por falta de formación”, señala el fisioterapeuta. “Por mi parte creo que no se incorpora ninguna competencia nueva, sino que se viene a regular y dar apoyo jurídico a nuestra actividad habitual como fisioterapeutas, mejorando las condiciones de acceso de los pacientes a los servicios y reduciendo los costes de consultas médicas innecesarias”, destaca.
Hasta ahora, tan solo podían prescribir productos farmacéuticos los profesionales de la Medicina, la Odontología o la Podología, aunque en determinados casos se justifica la orden de dispensación de medicamentos de las enfermeras.
En este sentido, el vicepresidente del CGE subraya que la posibilidad de prescribir medicamentos viene de lejos y para el sector no es algo nuevo ya que “se lleva desarrollando los últimos 10 años”. “Lo que intentamos desde nuestro campo es normalizar cuestiones que ya están en el día a día y por las que ofrecemos seguridad clínica tanto a los pacientes y como a los profesionales sanitarios”.
A expensas de que el proyecto sea refrendado en audiencia pública, su texto justifica la prescripción enfermera por la necesidad de reforzar el modelo "para que cuente con la formación y la experiencia de todos los profesionales sanitarios capacitados para ello”.
Pablo Alonso es enfermero y trabaja para la sanidad privada de Sevilla. Refleja una preocupación latente en lo que tiene que ver con la comunicación entre los médicos. “Hay que buscar la manera de ir en una misma línea de consenso a la hora de prescribir ciertos medicamentos, lo cual veo bastante difícil tal y como está el sistema ahora mismo”, se sincera.
Para el vicepresidente del CGE, las enfermeras siempre han trabajado de manera coordinada con los médicos, sobre todo en atención primaria, por lo que esta medida supone un avance, de cara a que “nuestros profesionales puedan tomar decisiones en su campo de actuación sin invadir competencias de ningún campo profesional”.
En su campo, Guillermo Gómez señala que “es un avance que llevamos años esperando, ya que no podríamos aplicar ni una simple crema antiinflamatoria. Esto beneficiará tanto al paciente como al sistema sanitario”, resalta.
Desde el Ministerio de Sanidad, creen que este sistema será más eficiente, mejorará la atención recibida por los pacientes y reducirá “determinadas barreras” relacionadas con una prescripción centrada en el profesional médico.
En este sentido, José María Belló, al cargo del Centro de fisioterapia Belló en Tomelloso (Ciudad Real), señala que “se trata de una noticia positiva no sólo para el gremio de la fisioterapia sino para muchos colectivos sanitarios, puesto que podremos interactuar mucho más entre los propios profesionales y disminuir la saturación del colectivo médico”.
Belló, como sus compañeros prefiere esperar “a que se puedan definir las competencias y se establezcan bien los protocolos que se podrán desarrollar para no caer en casos de intrusismo, no ser humildes cuando no se tengan suficientes conocimientos de farmacología en algunos tratamientos, ni generar enfrentamientos entre sanitarios”.
Expertos de Enfermería, fisioterapia y farmacia coinciden en que, una vez regulada y respaldada por la formación adecuada y las coberturas de seguro precisas, la prescripción de fármacos por estos colectivos supondrá un salto cualitativo en la calidad de vida de los pacientes y en la eficiencia del sistema sanitario.