Tres profesionales hablan sobre las ventajas y dificultades a la hora de ejercer la profesión en el país nórdico

Tres enfermeras que trabajan en Noruega, país al que se van más profesionales enfermeros desde España a trabajar.
María Guillén, Lidia González y Violeta Plaza, enfermeras que, en la actualidad, trabajan en Noruega.


1 abr. 2023 18:10H
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Entre enero y febrero de 2023, 286 enfermeras han dejado España para ejercer su profesión fuera. Según los datos del Consejo General de Enfermería (CGE), el número de profesionales que se marcha a otros países crece de manera exponencial. Si en 2021 fueron 572 las enfermeras que se fueron, en 2022 la cifra alcanzó las 1.100. Y entre los destinos que acogen más profesionales de esta 'fuga enfermera', hay uno que recibe más personas que ningún otro: Noruega

Los nórdicos ya son conocidos por su sueldo para enfermeras, más que competitivo en comparación con otros países entre los que se encuentra España. Pero las ventajas del destino profesional van más allá. Hablamos así de más facilidades para conciliar, una mejor ratio enfermera-paciente o una relación más trasversal con Medicina y otras especialidades. Lo explica Violeta Plaza, enfermera española que llegó al país en mayo de 2018 y en la actualidad trabaja en la ciudad de Larvik.

La profesional destaca como una de las ventajas de trabajar en Noruega la diferencia de ratios entre España y el país en el que trabaja. "Son muchos menos pacientes y el cuidado que se les da es mucho más integral", asegura. Además, pone en valor la figura que cumplen los técnicos de Enfermería: "Están muy bien formados; toman constantes vitales, hacen glucemias y pueden repartir medicamentos, lo cual facilita el trabajo de la enfermera para poder centrarse en escribir un buen plan de cuidados para cada paciente". De esta manera, argumenta que en España, al ser el ratio mucho mayor, "la enfermera tiene más responsabilidad sobre procedimientos y los técnicos no pueden ayudar, lo cual hace que el trabajo sea más intenso y no permite conocer a los pacientes en profundidad".


Ratio de cuatro pacientes por enfermera


Lidia González, que lleva desde febrero de 2022 trabajando en Noruega, también destaca como una ventaja respecto a España la baja de ratio. La enfermera, que ahora mismo está asentada en la ciudad de Trondheim, explica que, en su caso, que trabaja en una planta de observación de Urgencias, "suele tener unos tres o cuatro pacientes". Explica la enfermera que al tener menos pacientes "los conoce de manera más cercana" lo que le permite que, cuando le pregunta el médico, por ejemplo "puede contar mejor qué necesita el paciente".

María Guillen lleva menos de un año trabajando como enfermera en Noruega, pero ya asegura que no quiere volver a España. Ahora trabaja en Bergen y pone en valor la estabilidad con la que cuenta a nivel laboral. "Tengo 23 años y ya cuento con un contrato indefinido como enfermera. Además, con el cien por cien de mi jornada, mis derechos si quiero ser madre y otras ventajas a nivel de conciliación, como los días de enfermedad sin tener que avisar al médico", explica la joven enfermera. 


"Al tener menos pacientes a cargo puedo conocerlos de manera más cercana y atender mejor a sus necesidades"



Violeta Plaza también destaca las ventajas con las que cuentan las madres a la hora de decidir tener un hijo. La enfermera narra en primera persona que ella disfrutó de una baja de maternidad de nueve meses, y su pareja pudo acceder, después de que terminara esta, a una de tres. "Nosotros la hemos repartido así, pero se puede organizar para que el padre tenga un permiso más largo", explica. Además, comenta que su baja se alargó porque decidió cobrar el 80 por ciento de su sueldo. "Si cobras el sueldo completo, la baja se acorta 10 semanas", indica. Asimismo, explica que, cuando se incorporó al trabajo, "tenía pausas para amamantar donde se garantizaban dos horas al día a su disposición". 


Valor de la relación enfermera-médico


Otro punto en el que coinciden las tres enfermeras es en que la relación de la enfermera con otros sanitarios, incluido el médico, es más trasversal que en España. De esta manera, las profesionales explican que en Noruega las enfermeras trabajan más mano a mano con médicos, fisioterapeutas y otros profesionales. "Se toman decisiones de manera conjunta y hay muy buena relación entre los diferentes profesionales", asegura Violeta Plaza que añade que "se tiene mucho en cuenta la opinión de Enfermería; es una relación más fluida que en España".

Aunque hay muchas ventajas para una enfermera a la hora de trabajar en Noruega, los profesionales que se decanten por esta opción tienen que hacer frente a una pronunciada barrera, la del lenguaje. Lidia González cuenta que es necesario tener un B2/C1 para poder hacer frente a las funciones que requiere el trabajo. "Cuando llegas se pasa un poco mal, porque no es lo mismo una clase que hablar con los pacientes", comenta la enfermera, aunque apunta que en su caso "al principio no entendía todo pero se apañaba". Además, celebra que los noruegos son comprensivos y repiten las cosas varias veces si es necesario. 


Para trabajar como enfermera en Noruega es necesario tener al menos un nivel B1 o B2 en el idioma



Violeta Plaza hace hincapié en el hecho de que no vale saber hablar inglés para poder trabajar en noruego, sino que controlar el idioma local es un requisito imprescindible. "Para los noruegos es muy importante mantener su cultura y su idioma y aprecian mucho que los inmigrantes se integren", dice. 


¿Trabajar para una empresa o para el sistema de salud? 


Una de las diferencias principales es trabajar desde una empresa de contratación o directamente para el Sistema de Salud Noruego. En el caso de María Guillen, ella fue reclutada por una empresa nada más terminar el grado, pero ahora tiene un contrato directamente con un centro de salud. La empresa, apunta la enfermera, tiene ventajas, como un sueldo mayor, un alquiler y gastos costeados por la empresa, vuelos a España y pago de formación complementaria como idioma o incluso especializaciones.

"Aun así tiene una parte negativa: no puedes elegir tu destino, sueles cubrir plazas en pueblos muy pequeños y es un trabajo más inestable", explica Guillem. Por esto, la enfermera se ha decantado por trabajar directamente para el sistema de salud del país. Comenta que, aunque tiene un salario más bajo que cuando trabajaba para una empresa de colocación, ahora tiene más estabilidad. 


Los sueldos enfermeros, si se trabaja para una empresa de colocación, son más altos 



Por otro lado, Lidia González explica que, al no trabajar fija, tiene muchas ventajas que ahora mismo compensan. "Me pagan los vuelos a casa, unos tres al año", pone como ejemplo. Además, destaca que "tiene más tiempo libre" porque, como no necesita asumir tantos turnos extra, pues tiene un buen salario, "no tiene tanta carga de trabajo". 

Ninguna de las tres enfermeras tiene intención de volver a España. Coinciden en que para ellas es el lugar a volver de visita y vacaciones, pero que su vida está en Noruega. Violeta Plaza lo resume en una frase: "La tranquilidad laboral que me aporta Noruega es difícil de igualar".
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