El dermatólogo Ramon Grimalt confía en que este método permita una mejor terapia contra la patología

Inhibidores Jak de aplicación externa, llave frente a la alopecia areata
El dermatólogo y profesor Ramon Grimalt


10 mar. 2022 12:50H
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Una de las enfermedades dentro del mundo de la Dermatología que ha sufrido notables avances recientemente es la alopecia areata. Tal y como llega a afirmar en Redacción Médica el dermatólogo y profesor de Dermatología de la Universitat internacional de Catalunya (UIC), Ramon Grimalt, “es una enfermedad genéticamente determinada, pero no se expresa hasta que no hay un factor desencadenante. La patología está escrita en nuestros genes, pero a veces un desencadenante emocional como la muerte de un familiar o un problema en la pareja puede provocar que surja la enfermedad dormida en nuestros genes”.

El principal problema con el que han topado los dermatólogos para hacer frente a esta patología es su elemento autoinmunitario, provocando que nuestras defensas sean incapaces de vencerla. “La enfermedad cuenta con un componente autoinmunitario, ya que usa los propios linfocitos, las células de la defensa, provocando que se muera la raíz del cabello. Es como si nuestro propio cuerpo nos atacase en lugar de defendernos”, explica el dermatólogo.

Una de las recientes soluciones encontradas dentro de la Dermatología para poder hacer frente a la alopecia es intentar reducir las defensas del paciente para que el pelo vuelva aparecer. Pese a ello, esta actuación también tiene su parte negativa. Grimalt afirma que “sin defensas no podemos vivir. La gran mayoría de dermatólogos prueban de reducir un poco las defensas para ver qué pasa y es un juego complicado, en el que es necesario gestionar la salud de la persona con pocas defensas o el pelo sin defensas. Hoy en día existen muchos medicamentos nuevos que nos ayudan a tomar estas decisiones de una manera más saludable para el paciente, como por ejemplo los inhibidores Jak. Este elemento llega a modificar un poco la respuesta biológica que el paciente realiza ante estos linfocitos despistados”.



"Nuestro cuerpo llega a atacarnos en lugar de defendernos"



Una futura solución: Inhibidores a partir de aplicación externa


La alopecia es una enfermedad que sigue en continua investigación a nivel mundial para lograr nuevos avances, y este pasado año 2021 Grimalt ha participado en un artículo de consenso sobre la alopecia areata en el que participaron especialistas de más de 20 países distintos. “Fue difícil lograr ponernos de acuerdo en algunos aspectos, debido a que hay muchas maneras de enfocar problemas autoinmunitarios”, explica el especialista.

Una de las soluciones que propone Grimalt y que es partidario de investigar es “encontrar inhibidores Jak que se absorbiesen a partir de productos de aplicación externa, que perjudicarían mucho menos la salud de la persona. Hoy en día los medicamentos por vía oral son muy agresivos caros, además de que no se pueden tomar durante largas temporadas ya que modifican el sistema inmunológico de los pacientes”.

La aparición de la alopecia a causa del estrés, un falso mito


Muchas personas siguen considerando que esta patología de la piel puede llegar a surgir a causa del estrés, hecho que Grimalt niega categóricamente: “En ningún caso una persona que no tiene en la genética de sufrir alopecia areata, incluso si se ve sometida a un estrés muy potente, puede llegar a aparecerle. Este hecho se ha demostrado en situaciones muy estresantes para toda la población de un país como puede ser la guerra en Ucraniaterremotos…no se modifica el número de casos, debido a que son los mismos que están sometidos a esta predisposición”.

A nivel clínico, Grimalt ha recordado que la Dermatología ha decidido dividir esta patología en dos casos muy distintos, la alopecia en placa y la total o universal. La primera de ellas, mucho menos complicada, tiende a la “resolución espontánea, no hace falta tratarla debido a que a la mayoría de los casos el pelo se recupera sin hacer nada. Todos los remedios populares funcionan debido a que se cura solo”, explica el dermatólogo.



"En ningún caso una persona sufrirá alopecia areata si no lo tiene en la genética"



Existen formas más severas de esta patología, como por ejemplo la alopecia total o universal. Esta enfermedad recibe este nombre debido a que, en palabras de Grimalt, “se pierde todo el cabello de la cabeza, del cuerpo e incluso de las cejas y las pestañas. Esta forma de alopecia tiene un mal pronóstico, debido a que hagas lo que hagas la tendencia es que la enfermedad siga avanzando.”

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