Diccionario de enfermedades

Queratosis actínica (queratosis solar)

Hombre con queratosis actínico en la cabeza
La queratosis actínica es una enfermedad de la piel muy frecuente entre las personas de edad avanzada, aunque también puede verse en jóvenes. Se estima que 1 de cada 3 varones y 1 de cada 5 mujeres mayores de 70 años tienen queratosis actínica. Su importancia proviene de que se trata de lesiones de la piel precancerosas, que pueden evolucionar a un cáncer escamoso de piel (carcinoma espinocelular de piel). Más recientemente, algunos médicos piensan que la queratosis actínica es ya un tipo de carcinoma escamosos de la piel, pero localizado en las zonas más superficiales.

¿Cuáles son sus causas?


Sus causas no son conocidas, pero se relacionan claramente con la exposición al sol. Existen otros factores que aumentan también el riesgo de padecer una queratosis actínica como son:
  • La piel y los ojos claros
  • La toma de medicinas que bajan las defensas
  • Los antecedentes de quemaduras solares graves

Síntomas de la queratosis actínica o queratosis solar


Se trata de lesiones rojizas, escamosas, habitualmente sobreelevadas, muchas veces en forma de costras, en zonas expuestas al sol, fundamentalmente la cara, el cuero cabelludo, el cuello, el escote, las orejas o el dorso de las manos. A veces se tocan más que se ven al pasar un dedo sobre ellas, dando una impresión como de papel de lija.

¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico es clínico, siendo de ayuda la utilización del dermatoscopio. Debe de distinguirse de otras lesiones de aspecto similar, como la dermatitis seborreica, la psoriasis, el lentigo solar, y algunas verrugas. Su diferenciación con respecto a un cáncer escamoso de piel requiere en ocasiones de la realización de una biopsia.

¿Pueden prevenirse?


Se previene evitando la exposición al sol o realizándola tras administrar cremas con alto nivel de protección solar.

¿Cuál es su pronóstico?


Si no son tratadas, las lesiones de queratosis actínica pueden evolucionar a un cáncer escamoso de piel.


¿Cuál es su tratamiento?


El tratamiento se realiza sobre las lesiones aisladas y lo que se denomina el campo de cancerización, es decir zonas con y sin lesiones visibles pero expuestas previamente al sol y susceptibles de transformación maligna. En general se suelen utilizar ambas aproximaciones de tratamiento en la mayoría de las personas.

Las lesiones aisladas se pueden tratar con:
  • Crioterapia. Aplicación de un spray con nitrógeno líquido sobre la lesión, que la quema. En los días posteriores aparece una costra y posteriormente la desaparición de la mancha.
  • Electrocoagulación. Quema la lesión con un bisturí eléctrico.
  • Curetaje. Quitar la lesión con un bisturí convencional.
  • Aplicación de cremas que llevan compuestos anticancerosos.
El tratamiento del campo de cancerización consiste en la administración de cremas que llevan en su composición medicinas frente al cáncer (antineoplásicos) o medicinas anti-inflamatorias o la terapia fotodinámica que consiste en la administración de una crema sensibilizante sobre la que se aplica posteriormente una fuente de luz.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.