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Inicio del trabajo de parto

¿Cuáles son las señales del comienzo del trabajo de parto?
El trabajo de parto es la forma en la que se prepara el cuerpo de una mujer para dar a luz y suele comenzar entre las semanas 37 y 42 del embarazo, es decir, cuando el embarazo está a término. Consiste en una serie de contracciones continuas y progresivas del útero que ayudan a que el cuello uterino se abra (dilate) y acorte (se borre) para que el feto pueda salir a través del canal del parto. Nadie sabe con exactitud qué desencadena el trabajo de parto.

Determinar si una mujer está de parto no siempre es fácil ya que la fecha probable de parto es solo una aproximación general de cuándo puede comenzar el trabajo de parto, y tener contracciones uterinas dolorosas no es criterio suficiente para su diagnóstico.

¿Cuáles son las señales del comienzo del trabajo de parto?


Antes de que comience el parto pueden aparecer síntomas más o menos molestos que “avisan” que el parto está próximo. Entre las distintas señales del comienzo del trabajo de parto se encuentran:
  • El bebé se mueve hacia abajo, desciende hasta llegar a la pelvis. Puede ocurrir desde unas semanas a pocas horas antes de que comience el trabajo de parto. Se observa que el embarazo está más bajo, que se puede respirar mejor (porque el bebé no presiona sobre los pulmones) y que aumentan las ganas de orinar (porque el bebé presiona sobre la vejiga).
  • Se expulsa una gran cantidad de flujo vaginal espeso llamada “tapón mucoso” o “tapón de moco”, de color rosado (porque suele contener un poco de sangre), como consecuencia del comienzo de la dilatación del cuello uterino. El tapón de moco se puede desprender muchas horas antes del comienzo del parto (hasta 72 horas antes) por lo que, una vez desprendido, no quiere decir que el parto vaya a ser inminente sino que empezará en pocos días.
  • Se rompe prematuramente la “bolsa de las aguas” o “saco amniótico”. Durante el embarazo, el bebé se encuentra dentro de una bolsa en el útero, rodeado de un líquido llamado líquido amniótico. Esta bolsa se rompe poco antes de que nazca el bebé por la presión ejercida por el feto y por las contracciones. Normalmente se suele romper de forma espontánea al final del periodo de dilatación, cuando la parturienta ya ha dilatado completamente. Sin embargo, en un 10 % de los casos, se rompe antes de que comiencen las contracciones y de denomina rotura prematura de membranas. Cuando esto ocurre, el líquido sale por la vagina y se puede sentir su escape como un goteo o como un chorro. En esta situación se debe conservar la calma, ya que las verdaderas contracciones de parto suelen comenzar de forma espontánea entre 6 y 10 horas después. Si, tras una rotura prematura de membranas, las contracciones no comienzan espontáneamente tras el periodo anteriormente indicado, se aconseja inducir (provocar) el parto para evitar que el bebé permanezca muchas horas dentro del útero con riesgo de infección (este riesgo aumenta a las 24 horas de haber roto aguas). Únicamente se debe intentar frenar las contracciones en las mujeres con rotura prematura de membranas antes de la semana 34 de la gestación, para dar tiempo a que maduren los pulmones del bebé.

Es importante observar el color del líquido amniótico, ya que proporciona una valiosa información sobre el estado de salud del bebé. Cuando es entre blanquecino y rosado indica que todo va bien. Si tiene una tonalidad entre gris y verde oscuro es necesario acudir a la urgencia cuanto antes ya que puede avisar que el feto está en peligro.

  • Se siente dolor en la parte baja de la espalda o cólicos en la zona del estómago.
  • Comienzan a notarse las contracciones. Las contracciones pueden ser dolorosas, y se aprecian como un endurecimiento del abdomen. Después de cada contracción, el útero se relaja y el dolor desaparece. Algunas mujeres tienen contracciones leves y esporádicas (contracciones de Braxton Hicks) que no son verdaderas contracciones de parto. Cuando se tienen contracciones de Braxton Hicks no ha comenzado aún el trabajo de parto. Las verdaderas contracciones de parto son aquellas que dilatan el cuello del útero. Las características de ambos tipos de contracciones son muy diferentes.

¿Qué se debe hacer cuando comienzan las contracciones de parto?


Cuando comienzan las contracciones se debe controlar el tiempo que transcurre entre una contracción y otra para saber si la frecuencia va aumentando. Para ello se puede anotar la hora a la que empieza cada contracción. Si el reloj tiene segundero también se puede controlar la duración de cada una. Son datos útiles para informar al médico o a la comadrona. El inicio del parto suele estar próximo cuando las contracciones aparecen en intervalos menores a 10 minutos y se acompañan de presión pélvica y de aumento de la necesidad de orinar.

¿Cuándo se debe avisar al médico o acudir al hospital?


Se debe avisar cuando se crea que ha comenzado el trabajo de parto. La mayoría de médicos y de comadronas recomiendan que se les avise cuando las contracciones se producen cada 5 minutos y duran unos 60 segundos. También se debe avisar en cualquiera de las siguientes situaciones:
  • Si sale sangre, moco o líquido a través de la vagina.
  • Si se tienen más de 6 contracciones en una hora (eso significa que las contracciones se producen cada 10 minutos o menos).
  • Si las contracciones son cada vez más fuertes y dolorosas.
Al llegar al hospital es muy probable que se realice una exploración general y vaginal. Para saber si ha comenzado el trabajo de parto, el médico o la comadrona examinan el cuello del útero para saber si se está abriendo (“dilatando” o “borrando”), revisan la frecuencia de las contracciones y pueden considerar necesario realizar más pruebas.



¿Cuándo se debe comenzar a empujar?


El médico o la comadrona indican cuándo se debe comenzar a empujar. En la mayoría de las ocasiones, la madre puede colocarse en la posición en la que se encuentre más cómoda. La expulsión del bebé puede durar de minutos a horas. En general es más lenta cuando se trata del primer hijo.

La mayoría de los partos vaginales suelen llevarse a cabo sin problemas, pero, en algunos casos, el bebé puede quedar atascado en el canal del parto. En esos casos, el medico o la comadrona pueden ayudar al bebé a salir mediante un aparato que sujeta su cabeza (fórceps o ventosa). Cuando hay que sacar al bebé de inmediato se realiza una cesárea.

¿Cuánto dura el trabajo de parto?


Cada parto es diferente y el tiempo de duración varía. Si se trata del primer hijo, el trabajo de parto suele durar entre 12 y 14 horas. Si no es el primer hijo, el parto será, probablemente, más corto.

¿Es doloroso?


Sí, en general el parto es doloroso, aunque el grado de dolor es diferente en cada mujer. El dolor depende de muchos factores, como el tamaño del bebé y su posición dentro del útero. En general, el dolor es menor al principio y va aumentando con la evolución del parto.

Cada mujer puede escoger la forma idónea para controlar el dolor; no existe una forma que funcione para todas.

Algunas mujeres optan por tener un “parto natural”, lo que significa que no tomarán ninguna medicación para el dolor ni durante el trabajo de parto ni durante el parto. Para controlar el dolor hacen ejercicios de respiración.

Otras mujeres deciden tomar medicinas para aliviar el dolor.

¿Qué sucede si el trabajo de parto no comienza por sí solo?


Cuando el trabajo de parto no comienza por sí solo, se suele administrar medicación para tratar de iniciarlo, lo que se llama “inducir o provocar el parto”. Existen diferentes motivos que hacen necesario provocar un parto:
  • Riesgo materno o fetal.
  • Prolongación del embarazo más allá de la semana 42.
  • Enfermedades de la madre.
  • Retraso del crecimiento del feto.

¿Qué sucede si el bebé no está en la posición correcta?


Al final del embarazo, la mayoría de los bebés se encuentran con la cabeza hacia abajo. Sin embargo, algunos bebés tienen las piernas, los glúteos o los hombros más cerca de la vagina. Si son las piernas o los glúteos los que están más cerca de la vagina hablamos de “parto de nalgas”.

Cuando el bebé no se encuentra cabeza abajo, el médico valora e informa sobre las opciones existentes. En algunas ocasiones se puede intentar dar la vuelta al bebé antes de que comience el parto. En otras ocasiones hay que realizar una cesárea.

¿Qué sucede cuando ha salido el bebé?


Una vez que ha salido el bebé, también se debe expulsar la placenta. La placenta es el órgano que se ha encargado de nutrir, administrar oxígeno y eliminar los desechos del bebé durante el embarazo. En general, la placenta sale de forma natural a los 30 minutos del nacimiento del bebé. En algunas ocasiones el médico o la comadrona deben ayudar a expulsarla.

Después de que la placenta haya salido al exterior, el médico revisa el estado de la vagina. Si ha sido necesario realizar cortes (episiotomía), se procede a dar unos puntos de sutura.

¿Qué sucede si el trabajo de parto comienza antes de la semana 37?


Si los síntomas de trabajo de parto aparecen antes de la semana 37, se debe avisar al médico inmediatamente o acudir al hospital. Es posible que se administre una medicina para detener el trabajo de parto.

¿Qué se hace con el bebé después de nacer?


Después de nacer, el pediatra realiza un examen rápido al bebé para revisar su cuerpo y su estado de salud. Una de las pruebas que hace se llama “prueba o test de Apgar”. En ella se controlan el ritmo cardiaco, la respiración, el movimiento, los músculos y la coloración del bebé. Esta prueba se realiza al minuto y a los 5 minutos del nacimiento.

Al poco tiempo de nacer, se somete al recién nacido a varios tratamientos como gotas oculares para evitar infecciones y una dosis de vitamina K para evitar un sangrado.

Antes de que abandone el hospital, también se le someterá a:
  • Un examen físico minucioso.
  • Un análisis de sangre (por medio de un pinchazo en el talón), para comprobar que no tenga ninguna de las enfermedades graves con las que puede nacer un bebé.
  • Una prueba de audición.
  • Una dosis de vacuna contra la hepatitis B.

¿Cuándo se debe avisar al médico tras un parto vaginal?


Tras abandonar el hospital, se debe avisar al médico si:
  • Se sangra mucho por la vagina. Es normal sufrir un sangrado vaginal durante unas semanas después del parto, pero si el sangrado es importante o presenta coágulos de sangre grandes se debe avisar al médico.
  • Se produce un mareo o una pérdida de conocimiento.
  • Aparece fiebre.
  • Aparecen vómitos.
  • Duele en la zona del estómago.
  • Se produce un dolor de cabeza intenso, dificultad de visión o inflamación de manos y pies.
  • Se desencadena un sentimiento de tristeza o desesperación.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.