Diccionario de enfermedades

Fiebre Chikungunya

¿Cómo se transmite la Fiebre Chikungunya?
La fiebre chikungunya es una enfermedad infecciosa producida por un virus del género alfavirus, familia Togaviridae, transmitido a través de los mosquitos.

Es una enfermedad inicialmente descrita en Tanzania y que puede adquirirse en diversos países de África, Asia, Pacífico y América (Se han descrito casos en los siguientes países americanos: Anguilla, Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Brasil, Colombia, Costa Rica, Curasao, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guayana, Guatemala, Haití, Islas Caimán, Islas Vírgenes, Martinica, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, San Bartolomé, Santa Lucía, Saint Martin, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela.)

Se han descrito brotes aislados en Europa (Italia y Francia) por parte del mosquito Aedes albopictus. No se ha descrito ningún caso adquirido en España.

El nombre chikungunya procede de un dialecto africano y significa doblarse, haciendo referencia a la postura que adquieren algunos pacientes como consecuencia del dolor de las articulaciones.

¿Cómo se transmite la fiebre chikungunya?


La transmisión se realiza por la picadura de mosquitos hembra, generalmente del tipo Aedes aegypti o Aedes albopictus, los mismos mosquitos implicados en la trasmisión del dengue.

Los mosquitos suelen picar durante el día, generalmente a primera o a última hora. Aunque las picaduras suelen producirse al aire libre, el Aedes aegypti puede picar en el interior de las casas.

Tras la picadura, el periodo de incubación (tiempo que tardan en aparecer los primeros síntomas) oscila entre 3 y 7 días.

Síntomas de la fiebre chikungunya


El síntoma característico es la fiebre alta, que suele acompañarse de:
  • Dolores en las articulaciones con aparición de artritis.
  • Dolores musculares.
  • Dolor de cabeza.
  • Cansancio y postración.
  • Náuseas.
  • Lesiones en la piel.
Pasados unos días, la mayoría de pacientes se recuperan pero, en ocasiones, los dolores articulares se prolongan durante meses, pudiendo asociarse raramente complicaciones en el corazón, los ojos, el tracto gastrointestinal o el cerebro.

Si bien la enfermedad suele ser leve, en recién nacidos, personas ancianas o en aquellas con defensas bajas, la infección puede ser mortal.

La enfermedad puede ser difícil de diferenciar del dengue.



¿Cómo se diagnostica la enfermedad?


El diagnóstico se realiza por una sintomatología característica y por un análisis de sangre donde se puede demostrar la presencia de anticuerpos (defensas) creados por el paciente para atacar al virus. Dado que en ocasiones se tardan varias semanas para que aparezcan los anticuerpos, el diagnóstico puede también realizarse desde los primeros días de la infección, detectando la presencia del virus mediante un análisis de sangre.

¿Puede prevenirse el contagio?


No se dispone de ninguna vacuna para prevenir la infección.

A nivel poblacional la prevención debe realizarse evitando la construcción de depósitos naturales o artificiales de agua cerca de las casas, un lugar habitual de cría de mosquitos. Para matar a los mosquitos transmisores de la enfermedad, se pueden utilizar diversos insecticidas, en forma de aerosol o aplicados sobre los depósitos de agua.

A nivel individual la prevención requiere utilizar ropa larga que proteja de las picaduras de los mosquitos, pudiéndose administrar repelentes de insectos sobre la ropa o sobre la piel. Si se pone crema de protección solar, el repelente de mosquitos siempre se debe poner después de dicha crema, nunca antes.

Es importante también disponer de mosquiteras en la cama y/o en las ventanas. Dentro de la habitación es aconsejable tener encendido el aire acondicionado si se dispone de él.

Se deben evitar los recipientes con agua (cubos, floreros, etc.) en el interior de la casa para no atraer a los mosquitos.

¿Cuál es el tratamiento de la fiebre chikungunya?


No existe ningún tratamiento específico. El tratamiento es sintomático administrando medicamentos para la fiebre y el dolor (anti-inflamatorios). Se debe reposar y se deben beber abundantes líquidos para prevenir la deshidratación. Si el dolor persistiera después de varias semanas y no respondiera a los anti-inflamatorios pueden usarse corticoides.

En los pacientes con manifestaciones crónicas en sus articulaciones puede ser necesario utilizar medicinas como las que se usan para la artritis reumatoide, como el metotrexate.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.