Diccionario de enfermedades

Enfermedades dentales en la infancia

Consejos para paliar las enfermedades dentales en la infancia

Caries en dentición temporal y definitiva


La caries es una enfermedad de los dientes que se inicia con la desmineralización del esmalte dental como consecuencia de la presencia de bacterias en su superficie. La pérdida del esmalte se debe a la fermentación de los azúcares por las bacterias que viven en la cavidad oral (principalmente un germen llamado Streptococcus mutans). Una higiene inadecuada y un consumo frecuente de azúcar constituyen factores importantes en la aparición de caries dental.

Las lesiones iniciales de la caries son pequeñas manchas blanquecinas en la superficie dental, las cuales evolucionan hacia la pérdida del tejido dentario y hacia la formación de cavidades. Es generalmente el dentista el que diagnostica que está empezando una caries. Los padres pueden también ver signos incipientes, como el cambio de color del diente, la pérdida del brillo en una zona, la aparición de un borde amarillo o marrón, etc.

Una vez que se produce una caries aparece otro tipo de bacteria (Lactobacillus sp.) que se encarga de invadir y destruir la dentina.

¿Por qué se producn las caries?

La caries se produce por la colonización de la boca por bacterias y por la presencia de azúcar que puede ser fermentado por dichas bacterias.

Las bacterias responsables de la aparición y desarrollo de la caries proceden de la boca de otras personas (padres, cuidadores, compañeros de guardería…), por lo que se aconseja lavar los chupetes con frecuencia, evitar que otras personas los chupen o los toquen con las manos y evitar los besos en la boca de los niños. Para prevenir la caries también se desaconsejan los dulces y refrescos azucarados. Es muy importante lavar los dientes de los niños desde pequeños incluso solo con agua.

La principal causa de daño masivo del esmalte en niños menores de tres años de edad es el uso de biberones nocturnos de leche. Su sustitución por lactancia materna o biberones de agua reduce de forma considerable el riesgo de desarrollo de caries. Por lo general se trata de niños menores de 18 meses que aún no han tenido oportunidad de visitar al dentista.

¿Cuáles son las complicaciones derivadas de esta enfermedad dental?

Las complicaciones de la caries dental no solo son la destrucción de la pieza dental sino la infección de los tejidos adyacentes:
  • Pulpa dentaria (pulpitis).
  • Tejido óseo vecino a la raíz del diente (absceso periapical).
  • Tejido óseo más distante (absceso dental, absceso maxilar).
  • Infecciones de las partes blandas de la cara (celulitis facial o celulitis periorbitaria).
  • En el caso de una caries de un diente temporal no sólo hay destrucción de éste, sino también una alteración en el desarrollo del diente definitivo que está debajo.
¿Cómo se pueden prevenir?
  • La principal manera de prevenir la caries es la higiene diaria. En niños menores de 2 años se deben limpiar los dientes con una gasa o un cepillo pequeño. A partir de los 2 años se debe utilizar un cepillo de dientes y a partir de los 3 años se debe añadir una pequeña cantidad de pasta con flúor. Los dientes deben cepillarse después de cada comida.
  • No se debe ofrecer el chupete mojado en azúcar, miel u otros líquidos azucarados.
  • Se desaconsejan los zumos no naturales o las bebidas azucaradas.
  • A los 6 años se recomienda que se realicen sellados de las fisuras de las muelas definitivas.
  • En los niños de alto riesgo de caries, el dentista o el pediatra pueden recomendar los suplementos orales de flúor, en gotas o tabletas. El riesgo de caries es alto en:
  • Niños que tienen glándulas salivales deficientes como consecuencia de diversas enfermedades como la enfermedad de Sjögren, la enfermedad de Mikulicz, la radioterapia prolongada, etc.
  • Niños que tienen una elevada posibilidad de colonización de la cavidad oral con bacterias que proceden de otra localización. Esto puede ocurrir si tienen algunas enfermedades como el reflujo gastro-esofágico, bulimia o retraso mental.


Manchas y alteraciones del esmalte


Las anomalías en el color, textura y dureza de la superficie dental dependen de la calidad de calcificación, es decir, del depósito de calcio en el diente.

La falta de calcio en la dieta materna durante el embarazo puede afectar a la calcificación de los dientes temporales. En el niño, un escaso aporte de calcio durante los primeros 18 meses de vida, puede generar una deficiencia en la calcificación de las piezas dentales permanentes y la aparición de manchas opacas blanquecinas en la superficie dental.

La desnutrición, las enfermedades crónicas, y algunos medicamentos, pueden generar alteraciones localizadas en la calcificación que llevan a la aparición de líneas blanquecinas en los dientes. Entre las enfermedades que la pueden producir están el hipotiroidismo, los traumatismos en el maxilar y las infecciones dentales múltiples.

Maloclusión y Malposiciones dentarias


Es importante comprobar que, al cerrar la boca, todos los dientes y muelas superiores muerden por fuera de los inferiores.

En los casos en los que se observe un espacio entre los dientes de arriba y los de abajo, suele ser producido por el uso prolongado del chupete o la succión de un dedo.

Muchos casos requerirán el empleo de corrección ortodóntica (ortodoncia) o incluso cirugía correctiva, que pueden iniciarse a partir de los seis años de edad con el objeto de lograr éxito en la modificación de la forma de morder.

A veces puede salir un diente que se encuentra desalineado con respecto a la mandíbula y a los otros dientes (fuera de sitio). En ocasiones el dentista recomendará la utilización de tratamiento con ortodoncia para alinear dicho diente.

Enfermedades de las encías. Gingivitis


Si hay una placa bacteriana densa alrededor del diente se puede producir una inflamación, general o localizada de la encía. Los signos son enrojecimiento, sangrado y aliento fétido. Se calcula que más del 50% de los niños mayores de 6 años la experimentarán en algún momento de su vida.

Traumatismos dentales


Traumatismos de dientes temporales
  • Una fractura dental pequeña no precisa tratamiento. Tan solo se debe poner un poco de flúor en la zona rota para proteger al diente.
  • Una fractura dental importante que pueda afectar a la pulpa debe ser valorada por el dentista.
  • Una luxación de un diente es el movimiento del diente en el interior de su saco alveolar, dentro del hueso que lo sostiene. Se suele producir por caídas o golpes. Existe riesgo de afectación del diente definitivo por lo que debe ser valorado por el dentista.
  • Caída de diente completa tras un golpe. No se debe reimplantar y se debe realizar una revisión por el dentista. Según la edad del niño habrá o no pérdida de espacio.
  • Heridas en labios o encías. Dependiendo de la zona, se aplicarán antisépticos únicamente o se deberá suturar.
Traumatismos de dientes definitivos
  • Fractura dental o luxación. Se debe acudir al dentista.
  • Diente avulsionado. El diente se sale de su cavidad, es decir, hay una caída completa del diente. En estas circunstancias se debe recoger el diente. Si el diente está limpio se debe sujetar por la corona y reimplantarlo inmediatamente. Si el diente esta sucio se debe limpiar con suero fisiológico o agua sin frotar, e intentar reimplantarlo lo antes posible. Si no se puede, se debe meter en un recipiente con suero, leche o agua en frío. Se debe acudir al dentista lo antes posible (mejor antes de transcurridos 30 minutos).

Recomendaciones generales para evitar enfermedades dentales

  • Las embarazadas deben tomar alimentos ricos en calcio pues el déficit que ellas puedan presentar afectará el desarrollo de los dientes incipientes caducos en el feto.
  • El aporte de calcio (leche, queso, yogur) debe ser mantenido de forma adecuada durante los primeros 18 meses de vida.
  • Hay que evitar la desnutrición en los primeros años de vida pues ésta generará la hipoplasia (falta de crecimiento) de los dientes permanentes.
  • El uso prolongado del biberón (más allá del año de edad) favorece la maloclusión dental.
  • El uso de biberones nocturnos que contienen leche artificial o soluciones azucaradas favorece el desarrollo precoz de caries dental.
  • El consumo frecuente de golosinas y soluciones azucaradas (entre comidas), es una causa frecuente de caries dental.
  • El hábito de succión del pulgar sólo es considerado nocivo a partir de los dos años de edad, época en la que se considera puede favorecer el desarrollo de maloclusión dental (incisivos protruyentes).
  • Cepillarse los dientes con un cepillo pequeño con cerdas de nylon separadas a partir de la aparición del primer diente de leche. Se debe realizar un cepillado suave sin uso de dentífricos una vez al día.
  • Es recomendable cepillarse los dientes con dentífricos fluorados a partir de los dos años de edad con una frecuencia de tres veces al día. Se debe usar un cepillo pequeño con cerdas de nylon separadas, que debe ser cambiado cada 4 meses. El aseo debe ser supervisado por los padres hasta que los niños tengan 8-10 años de edad, momento en el que alcanzan una coordinación ojo-mano-cepillo adecuada.
  • Emplear hilo dental o ducha dental a partir de los 6 años.
  • Se debe recomendar el uso de suplementos con flúor a partir del año, y la asistencia al dentista para fluorizaciones periódicas a partir de los tres años de edad en aquellos niños con alto riesgo de caries.
  • Para prevenir los traumatismos dentales es aconsejable utilizar protectores dentales para los deportes.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.