Pódcast | Margarita Salas, el legado eterno del arte en la ciencia

Hablar de progreso científico es hablar de Margarita Salas. Por extraño que parezca, la capacidad de resolver un crimen está estrechamente ligada con los descubrimientos que hiciera esta investigadora en el Centro de Biología Molecular hace 30 años en torno a la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29 y su utilidad en la producción de copias genéticas. Su legado continúa vivo en los laboratorios y en el recuerdo que amigos, familiares y discípulos comparten en este recorrido biográfico de 'El Dial de la Sanidad' sobre una de las figuras más relevantes y eternas en la ciencia española. 



La bioquímica puede presumir de haber tenido como mentor nada menos que al ganador de un Premio Nobel. Severo Ochoa, fue quien le introduciría el 'gusanillo' por la Biología Molecular en sus inicios como científica hasta acabar convirtiéndose en catalizadora de esta novedosa disciplina en territorio nacional de forma pionera. 

Con la sencillez que caracteriza a las grandes mentes, la bioquímica siempre expresó su deseo de permanecer entre las paredes del laboratorio hasta el final de su vida. En este espacio encontraría el amor en sus múltiples vertientes, gracias a su marido Eladio Viñuela y las posibilidades que ofrecía el estudio del phi29, así como el reconocimiento a un trabajo riguroso, perseverante y tenaz que le valdría un lugar destacado en la historia de la ciencia.

Herencia científica de los 'Margaritos'

Cercana en las distancias cortas y de carácter ampliamente metódico, Margarita Salas supo cómo transmitir su pasión por la ciencia a aquellos discípulos que crecieron, profesional y personalmente, a su alrededor, y que, ahora, con orgullo, dicen formar parte de los 'Margaritos'. 

Consciente de que ser mujer suponía tener que saltar más alto en un entorno dominado por hombres, la asturiana decidió desafiar las estructuras y concepciones que le impedían seguir su vocación demostrando su genuino talento a la hora de desentrañar cómo funciona el ADN.