Desde 2009 el Sistema Nacional de Salud ha sufrido tremendos recortes, como consecuencia de la grave crisis, que durante varios años nuestros gobernantes ignoraron e incluso la negaban, recuerdo que se le llamaba desaceleración, pues menuda desaceleración, fue parada y marcha atrás.

Finalmente no les quedó más remedio que aceptar la realidad, pero tarde y porque desde instituciones internacionales les obligaron a aceptar que había una profunda crisis y a tomar medidas drásticas, que ya llegaban con retraso. A pesar de que dijeron que los recortes no afectarían a nuestro sector, la verdad es que sanidad uno de los sectores es donde más se ha recortado.

Entre 2009 y 2014 se recortaron en el sector público 28.578 millones de euros (el 5,8 por ciento) pasando de 494.002 millones de euros en 2009 a 465.024 millones de euros en 2014 suponen 510 euros por habitante. Pero para el SNS los recortes fueron muy superiores, pasando de 70.579 millones de euros en 2009 a 61.919 millones de euros en 2014, con un importante recorte de 8.660 millones de euros (el 12,5 por ciento), suponen 179 euros por habitante.

Pero el recorte no fue equitativo, Atención Primaria paso de una inversión de 10.775 millones de euros en 2009 a 9.045 millones en 2014, el recorte  fue de 1.730 millones de euros, el 16,1 por ciento.

En resumen, la inversión realizada en España en Sistema Sanitario Público ha retrocedido, año tras año, desde el 6,5 por ciento del PIB del año 2009, hasta el 6 por ciento del PIB en 2014 y hay un compromiso de llegar hasta el 5,3 por ciento. Ya para este año 2018 está previsto el 5,8 por ciento. Y lo que no es tampoco justo y equitativo, los recortes han sido muy diferentes entre las distintas CCAA.

Los profesionales, entre ellos miles y miles de médicos, han hecho un esfuerzo titánico, muchas veces a costa de su propia salud, para mantener la calidad de la prestación sanitaria que reciben los ciudadanos. Pero años después podemos ver que empiezan a aparecer datos que nos hacen sospechar que los recortes pasan factura. Veamos:
  • España según informe de la revista The Lancet, del que se hizo eco Redacción Médica hace unos días, ha pasado de estar entre los diez primeros al puesto 19. El informe mide la calidad del sistema sanitario de 195 países del mundo mediante la comparación de datos de 32 causas de muerte curables con una atención médica adecuada, como la tuberculosis o el tétanos, para adjudicar una puntuación de 0 a 100. España en el año 2016, con sus 92 puntos, en el puesto número 19 lo que supone un descenso de diez posiciones respecto a la estadística de 2015.

  • El Ministerio publicó recientemente el informe sobre listas de espera quirúrgica en el SNS a diciembre de 2017 y con relación a 2014 se han incrementado tanto el número de pacientes (pasa de 511.923 a 592.175), como el tiempo medio de espera (pasa de 87 a 106 días) y el porcentaje de pacientes que esperan más de seis meses (pasa del 9,3 al 17 por ciento).

  • Los datos de listas de espera para consulta en el SNS también, entre las mismas fechas, constatan que el número de pacientes por 1.000 habitantes ha pasado de 39,43 a 45,87, el porcentaje de pacientes con citas a más de sesenta días ha pasado del 38,6 a 44,3 por ciento y el tiempo medio de espera apenas ha variado (65 días en 2014 y 66 en 2017).

  • Según el Barómetro Sanitario en el año 2014 el 57,6 por ciento no obtenía cita con médico cabecera el mismo día nunca o casi nunca este porcentaje ha pasado hasta el  62,5 por ciento en el año 2017.

  • Según la aplicación 'Inclasns' de la web del Ministerio de Sanidad, entre los años 2014 y 2015 la esperanza de vida al nacer ha sufrido un leve retroceso al pasar de 83,33 a 82,83 años,  también la esperanza de vida a los 65 años ha sufrido un leve retroceso pasando de 21,49 a 21,03 años y también ya existido un incremento de 14,3 muertes por 100.000 habitantes ajustadas por edad en 2015 (el 3,2 por ciento). Y lo que es peor hay grandes diferencias entre CCAA, que crecen.

Aunque no podemos asegurar que estos datos sean consecuencia de los recortes, sin duda nos deben hacer reflexionar y si como aseguraba el gobierno de España, ahora ya en funciones, que estamos saliendo de la crisis, sin duda es hora de volver al nivel de inversión en el Sistema Sanitario Público del año 2009 y con el objetivo puesto en llegar al 7 por ciento del PIB y es una de las primeras tareas que tiene el nuevo presidente del gobierno en cuanto tome posesión del cargo.

Los profesionales están al límite, ya no aguantan más. Para mantener nuestro SNS con un buen nivel de calidad son necesarios unos presupuestos y unas plantillas suficientes, ¡ya!