El día 14 de noviembre se celebra el día mundial de la Diabetes, promocionado por la Federación Internacional de Diabetes, con el objetivo aumentar la concienciación sobre esta enfermedad en pacientes, profesionales sanitarios y sociedad en general. Sin embargo, pese a ser la Diabetes una enfermedad conocida y reconocida por todos, existen todavía ciertas sombras en la concienciación y reconocimiento de una de las complicaciones más dramáticas de esta enfermedad: El síndrome del pie diabético.

Se estima que una de cada cuatro personas con Diabetes, desarrollará una úlcera en el pie a lo largo de su vida. Esta úlcera precede al 85 por ciento de las amputaciones que se producen en los pacientes con diabetes, y es por sí sola un marcador de mortalidad, estando asociada a una tasa de mortalidad del 30 por ciento a los 5 años. Pero si el paciente sufre una amputación mayor o padece enfermedad arterial periférica, la mortalidad es de entre el 50-60 por ciento a los cinco años, superando la tasa de muchos cánceres comunes como es el cáncer de mama o el de colon.

Conociendo estos datos cabe preguntar si estamos haciendo lo suficiente para prevenir, tratar y evitar esta complicación a nuestros pacientes. Lamentablemente la respuesta es que no. No se avanza en la mejora de la estructura de atención de los pacientes, no hay programas de prevención del pie diabético, no se avanza en la creación de equipos multidisciplinares, ni en la integración de ciertas disciplinas a la sanidad pública, como es el caso del podólogo, ni en los protocolos de derivación rápida.


"Cabe preguntar si estamos haciendo lo suficiente para prevenir, tratar y evitar esta complicación a nuestros pacientes"



El Grupo de Trabajo Internacional del Pie Diabético, recomienda que la atención del pie diabético debe basarse en la creación de equipos multidisciplinares, en una organización basada en una estructura general diseñada para satisfacer las necesidades de los pacientes que requieren cuidados crónicos, en lugar de simplemente responder a problemas agudos cuando ocurren. Así mismo se recomienda diseñar vías clínicas de acceso inmediato a un tratamiento rápido y efectivo de cualquier lesión isquémica o infectada.

España es el cuarto país de Europa donde se producen más amputaciones, solo por detrás de Alemania, Eslovenia y Portugal. Estos datos nos hacen pensar que probablemente las amputaciones del pie diabético no se relacionen ni con el nivel económico del país, ni con la calidad de su sistema sanitario, sino más bien con un problema de la organización asistencial para atender esta enfermedad.


"España es el cuarto país de Europa donde se producen más amputaciones"



Lamentablemente la atención del pie diabético en España está sometida a una enorme variabilidad en los resultados de salud. Pese a que hay en nuestro país aproximadamente una docena de hospitales que tienen una unidad de pie diabético multidisciplinar bien organizada, la atención de estos pacientes no está estandarizada en el resto de los centros, y lo que es más grave, está huérfana de una especialidad médica que la atienda. Es cierto que los especialistas de Angiología y Cirugía Vascular son en la mayor parte de los hospitales los que se hacen responsables de estos pacientes, pero por desgracia en muchos hospitales de nuestro territorio nacional no se dispone de esta especialidad, y en algunos otros, aunque se cuente con ella, no existe un abordaje multidisciplinar de estos pacientes.

Esta circunstancia provoca que dependiendo de dónde viva el paciente o qué hospital de referencia tenga, el resultado puede ser variable, siendo lamentablemente un factor de riesgo para la amputación el código postal del paciente. Esta variabilidad se ha demostrado en un estudio reciente que demuestra que en nuestro país hay comunidades autónomas que doblan a otras, en tasas de amputación mayor y mortalidad, asociada a esta complicación.

Además de todo lo anterior el pie diabético provoca un gasto muy importante al sistema sanitario. Se estima que el tratamiento de una úlcera de pie diabético cuesta aproximadamente 2.500 euros al mes y una amputación mayor unos 30.000 euros en costes directos. Pero el problema es que muchos de estos pacientes tardan meses en cicatrizar, algunos de ellos requieren hospitalización, cirugías y desgraciadamente algunos acaban amputados. El coste total del manejo de esta complicación en España podría alcanzar los 1.600 millones de euros anuales.


"El pie diabético provoca un gasto muy importante al sistema sanitario"



La solución se conoce, la bibliografía aporta decenas de estudios que demuestran que un equipo multidisciplinar reduce costes, mejora los resultados y evita amputaciones y muertes. En un consenso reciente llevado a cabo por el Grupo de Trabajo de Pie Diabético de la Sociedad Española de Diabetes, se concluyó que las especialidades básicas para el manejo de estos pacientes son el médico y la enfermera de atención primaria, el podólogo, el endocrino, el cirujano vascular, el traumatólogo y el internista. De todas estas especialidades, el 50 por ciento de las competencias para manejar el pie diabético, las aglutina el podólogo, según lo consensuaron todos los demás especialistas, figura que no está incluida en el sistema púbico de salud.

Quisiera acabar mi relato con una llamada a la reflexión, sobre todo a los políticos y administradores de los servicios de salud, para que implementen lo que en otros países ha demostrado que funciona ya que Salvar Pies, es Salvar Vidas.