EDITORIAL
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25 nov. 2014 18:17H
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Era obligado que el décimo aniversario de Redacción Médica fuera algo más que una celebración por los años cumplidos. Desde luego, en los tiempos que corren, es todo un mérito que una publicación especializada alcance los diez años de vida, con una creciente capacidad de influencia en el sector y una reputada consideración como medio imprescindible para saber qué pasa y quién importa en la sanidad española. Pero no era suficiente. Queríamos hacer partícipes de nuestra celebración a personalidades relevantes en este periodo, y les pedimos a nuestros propios lectores, ustedes, que decidieran. La selección no ha podido ser más acertada porque compendia esos ámbitos en los que Redacción Médica es referencia: en la política, en las administraciones y en las profesiones sanitarias.

Primero comenzamos uniendo fuerzas con el Instituto Roche, con el que nos une la feliz circunstancia, seguramente casual, de haber nacido en el mismo año. Pero además, compartimos con ellos la búsqueda de la excelencia, dirigida en su caso a la promoción y difusión de los avances de las nuevas formas de diagnosticar y tratar enfermedades, lo que, diez años después, han conseguido plenamente con la asimilación del concepto Medicina personalizada por parte de todo el sector.

El Instituto Roche ha sido un partner de excepción para aplaudir a los elegidos, a diez personalidades de cincuenta seleccionadas, que representan referencias obligadas sin las que no se puede entender el Sistema Nacional de Salud (SNS) de los últimos diez años. Es el caso de Juan Abarca Cidón quien, poco a poco, está logrando llegar a la altura de la leyenda que forjó su padre y que seguramente, dada su juventud, esté en disposición de superarla, sobre todo, en cuanto a demostrada capacidad de agrupar y dotar de autoestima a un sector como el de la sanidad privada, tradicionalmente taciturno y con cierto complejo de inferioridad.

No menos palpable es la influencia que genera la figura del consejero José Ignacio Echániz, más, mucho más que la máxima autoridad sanitaria de Castilla-La Mancha. Su ascendencia es merecidamente nacional porque su vocación seguramente también lo es. Tiene mando en el PP y su capacidad de supervivencia política es notable, tras haber pasado por la dura prueba de dirigir la sanidad madrileña, con proceso transferencial incluido.

Otros dos políticos con mayúsculas, Trinidad Jiménez y José Martínez Olmos, recogen la imprescindible aportación del PSOE a la modernización y consolidación del SNS. Es un lujo para nuestro sector contar con una exministra como Jiménez, titular de la cartera de Exteriores, además de la de Sanidad, y con una talla política incuestionable. Martínez Olmos fue uno de sus más estrechos colaboradores en el Ministerio, y lo fue de otros tres ministros más: Elena Salgado, Bernat Soria y Leire Pajín. No puede ser casualidad que todos recurrieran a él como alto cargo, lo que da una idea de su capacidad de trabajo, refrendada en estos años de constante, responsable e impecable labor de oposición en el Congreso.

Los profesionales también brillan en los diez de Redacción Médica. Son el investigador Manel Esteller, una autoridad internacional en la investigación en cáncer; los precursores y experimentados González Jurado y Diego Murillo, que han hecho de sus organizaciones, el Consejo de Enfermería y AMA, dos ejemplos de cómo es posible, desde la práctica insignificancia, llegar a la cúspide del sector; el outsider Ricardo de Lorenzo, un abogado entre sanitarios para divulgar y amplificar el valor de la ley en la práctica asistencial, y la farmacéutica Carmen Peña, que parece haber culminado su exitosa trayectoria con la Presidencia mundial de este imprescindible colectivo en cualquier sistema sanitario que se precie.

Y last, but not least, la actual titular de Sanidad, la ministra Ana Mato, que a pesar de todos los sinsabores de una legislatura difícil y agria como pocas, ha logrado permanecer en el cargo, llevando a cabo las reformas y los ajustes necesarios para que el SNS no colapsara, así como introduciendo nuevos conceptos y herramientas para gestionar un sistema que, por encima de cualquier otra consideración, debe tender hacia la eficiencia y a la sostenibilidad ahora más que nunca. Casi con toda probabilidad, Mato terminará completando toda una legislatura, lo que nadie lograba en este país desde José Manuel Romay (1996-2000). Otro indudable mérito que la hace estar en la lista de diez con incuestionable merecimiento.

En definitiva, nombres que han hecho posible la sanidad que tenemos y a la que, desde Redacción Médica, estamos dispuestos y comprometidos a seguir sirviendo con nuestras mejores armas: la información y la interpretación. El viaje continúa.

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