De comercializarse, revolucionaría la detección de anticuerpos en el laboratorio



7 oct. 2015 23:45H
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Redacción. Madrid
Un equipo internacional de científicos ha diseñado y sintetizado una ‘máquina’ de ADN, a escala nanométrica, capaz de llevar a cabo modificaciones personalizadas para reconocer un anticuerpo diana específico, todo lo cual revolucionaría, en teoría, la detección de anticuerpos útil para el diagnóstico de enfermedades infecciosas como el sida y sistémicas autoinmunes.

Kevin Plaxco, de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos.

Este nuevo enfoque de la técnica para identificar anticuerpos, que se describe este mes en Angewandte Chemie, se revela prometedor a la hora de eliminar los retrasos en el inicio del tratamiento de la enfermedad así como el aumento de los costes sanitarios que llevan consigo los métodos actuales.

La unión del anticuerpo a la ‘máquina’ de ADN provoca un cambio estructural (o conmutador) que genera una señal luminosa. El sensor no necesita activarse químicamente y es rápido –actuando en unos cinco minutos–, lo cual permite que los anticuerpos diana se detecten fácilmente, incluso en muestras clínicas complejas como suero sanguíneo.

“Una de las ventajas de nuestro enfoque es que es muy versátil”, ha resaltado el coautor del estudio Francesco Ricci, profesor de la Universidad de RomaTor Vergata, en Italia. “Esta ‘nanomáquina’ de ADN puede ser, de hecho, modificada a medida para que pueda detectar una amplia gama de anticuerpos, lo que hace que nuestra plataforma sea adaptable a muchas enfermedades diferentes”, ha agregado.

“Nuestra plataforma modular ofrece ventajas significativas sobre los métodos existentes para la detección de anticuerpos –ha subrayado el profesor Vallée-Bélisle, de la Universidad de Montreal, en Canadá, otro coautor principal del artículo–. Resulta rápido, no requiere reactivos químicos y puede llegar a ser útil en una gama de diferentes aplicaciones”.

Coste bajo, portabilidad máxima

“Otra característica interesante de nuestra plataforma es su bajo costo”, ha subrayado el profesor Kevin Plaxco, de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos. “Los materiales necesarios para un ensayo cuestan unos 15 centavos de dólar, por lo que nuestro enfoque es muy competitivo en comparación con otros enfoques cuantitativos”, ha puesto como ejemplo.

“Estamos muy contentos con estos resultados preliminares, pero esperamos mejorar nuestra plataforma de detección aún más –dice Simona Ranallo, estudiante de doctorado en el grupo del profesor Ricci–. “Por ejemplo, podríamos adaptar nuestra plataforma para que la señal pueda leerse mediante un teléfono móvil. Esto hará que nuestro enfoque esté realmente disponible para cualquier persona. Estamos trabajando en esta idea”, ha añadido.
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