La incidencia de este tumor entre la población menor de 50 años ha crecido hasta ser un 20 por ciento de los nuevos casos



14 oct. 2015 13:20H
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Marcos Domínguez / Imagen: Cristina Cebrián. Madrid
Este próximo lunes 19 de octubre se celebra el Día Internacional de Cáncer de Mama, y por ello la Federación Española de pacientes de esta patología, Fecma, ha aprovechado para lanzar su manifiesto. Y es que, pese a que más del 85 por ciento de las pacientes sobreviven más de 5 años, todavía queda mucho por hacer.

De izquierda a derecha: José Ángel García Sáenz, Roswitha Britz, Eva Ciruelos -presidente del grupo Solti de Investigación en Cáncer de Mama- y Montserrat Muñoz.

Por ejemplo, en el reconocimiento del aspecto psico-social de la enfermedad. Fecma reclama “atención específica de aquellas mujeres donde se manifiesta la relación entre fertilidad, maternidad y cáncer de mama”, así como a los problemas laborales y psico-sociales, la rehabilitación física y a los efectos de síntomas de cronicidad, entre otros aspectos desgranados por la presidenta de la federación, Roswitha Britz.

En la misma sintonía se ha manifestado Montserrat Muñoz, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que ha recalcado que “no en todos los hospitales y comunidades autónomas se tiene la seriedad que se exige” en el apoyo psicológico.

Muñoz ha destacado además la importancia de una buena comunicación entre oncólogo y médico de Atención Primaria para que posibilite el seguimiento de las pacientes fuera del hospital. Para ello se han puesto en marcha programas piloto de seguimiento compartido, como en Madrid, dedicado a “largos supervivientes”, que viene acompañado de una formación para que el médico de Familia detecte con mayor facilidad a aquellas pacientes que deben volver a hospital por temor a recaída.

En la presentación del manifiesto también se ha puesto de relieve la necesidad de aumentar la investigación en screenings mamarios, para detectar mejor posibilidades de tumor en pacientes jóvenes, de menos de 50 años, que no están incluidas en los programas de cribado masivo pero cuyo número ha aumentado en los últimos años hasta significar un 20 por ciento del total de nuevos casos.

Factores de riesgo

“Son pequeños cambios sociales los que pueden conducir a una mayor incidencia del cáncer de mama en edades tempranas”, ha señalado José Ángel García Sáenz, miembro del Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama. La obesidad o tener el primer hijo una vez superados los 30 años son factores de riesgo para desarrollar un tumor. Además, explica Muñoz, “se detecta en estadios más avanzados ya que debe poder ser palpable para que la mujer acuda al médico”. A lo que se añade que los cánceres detectados en personas jóvenes suelen ser más agresivos.

A edades por debajo de los cribados masivos, el screening debe “ser muy dirigido a pacientes de mayor riesgo”: mutaciones conocidas, antecedentes familiares, una densidad mamaria anormal, etc. Muñoz reconoce que hace dos o tres años surgieron dudas sociales sobre la auténtica eficacia de los cribados, pero “no han impactado en la población”, y tienen una participación de entre el 50 y el 60 por ciento de la población a la que se dirigen. Antes las dudas que pueda generar en el ciudadano y, sobre todo, en el gestor sanitario, Muñoz lo tiene claro: “tenemos que informar”.

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