La Junta Directiva de Separ ha aprobado la puesta en marcha de un programa de acreditación de unidades de asma para mejorar la calidad asistencial



17 jun. 2013 13:43H
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Javier Leo / Imagen: Pablo Eguizábal. Barcelona
En España se calcula que unos dos millones de personas padecen asma. De ellas, entre el 30 y el 50 por ciento están insuficientemente controladas, lo que genera un sobrecoste aproximado de 1.000 millones de euros de los 1.500 millones anuales que le cuesta al Sistema Nacional de Salud (SNS) atender a este colectivo. Así lo revelan las conclusiones de los estudios ‘Atenea’ y ‘Optimagema’, presentados en la última jornada del 46 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que concluye este lunes en Barcelona.

De izquierda a derecha: Vicente Plaza, director del Programa de Investigación en Asma de Separ; Eusebi Chiner, secretario general de Separ; Pilar de Lucas, presidenta de Separ; y Antolín López, coordinador del Área de Asma de Separ.

“En España existe una importante actividad asistencial en el manejo del asma, pero hay una mejor implicación en la asistencia especializada del asma de control difícil y en la docencia e investigación específicas en asma, limitada a una minoría de centros”, asegura el director del Programa de Investigación en Asma de Separ, Vicente Plaza. “Es imprescindible conocer la implicación actual de los servicios y unidades de Neumología en la asistencia y la investigación de esta enfermedad en España para establecer las oportunas medidas correctoras en el futuro”, añade.

Como fotografía de la atención de esta patología en nuestro país, el estudio ‘Atenea’ ha contado con la participación de 69 servicios de Neumología de toda España. La mayoría de ellos, más del 80 por ciento, disponía de las técnicas básicas (espirometría, provocación bronquial inespecífica o pruebas epicutáneas de alergia) para ejercer la actividad asistencial básica en asma. La media de pacientes atendidos anualmente por asma en consultas externas fue de 787 y se calcula que los afectados por asma de control difícil superan los 76.000 (3,8 por ciento del total de asmáticos).

Vicente Plaza, director del PI en Asma de Separ.

Escasa formación e investigación en asma

Sin embargo, solo un 42 por ciento de los centros disponía de una consulta monográfica de asma de control difícil, donde más debe implicarse el neumólogo, según los expertos de Separ, y el 53,6 por ciento de un programa de educación. Asimismo, en cuanto a formación, solo el 44,9 por ciento de los centros proporcionaba docencia específica a sus residentes, el 21,7 por ciento realizaba investigación con fondos públicos y el 36,2 por ciento habían publicado al menos un trabajo original sobre asma.

Certificación de unidades

Con el objetivo de mejorar la calidad asistencial del asma, la Junta Directiva de Separ ha aprobado la puesta en marcha de un programa de acreditación, ya aplicado en unidades de sueño y tabaquismo, que clasificará y certificará la capacidad de atención de las unidades hospitalarias de asma que lo soliciten. “Estamos comprometidos con la calidad asistencial, por lo que estableceremos unos criterios muy estrictos que garanticen, en tres niveles de excelencia, la capacidad de cada unidad para ofrecer la mejor atención posible”, ha explicado la presidenta de Separ, Pilar de Lucas.

Pilar de Lucas, presidenta de Separ.

Falta de implicación en educación sanitaria

Por su parte, el estudio ‘Optimagema’ ha sido el encargado de mostrar los puntos de más bajo seguimiento de los profesionales en relación a las recomendaciones científicas en el abordaje del asma. De este modo, con las respuestas de 60 médicos especialistas en su abordaje, se ha comprobado que no se usan los cuestionarios estandarizados de síntomas para establecer el nivel de control del asma ya que la mayoría considera que “aumenta el tiempo de la consulta”.

También se ha detectado una “falta de implicación” del personal de Enfermería de Atención Primaria en la educación sanitaria del paciente respiratorio, así como la necesidad de difundir entre ginecólogos y matronas que la paciente asmática embarazada debe recibir tratamiento de mantenimiento de la enfermedad durante el periodo de gestación.

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