Faltan aún siete meses hasta que finalice el plazo establecido para instalarlos



11 jul. 2015 15:44H
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Redacción. Bilbao
El País Vasco cuenta con un total de 619 desfibriladores automáticos transcurridos cinco meses desde que el pasado 5 de febrero entrara en vigor el decreto aprobado por el Gobierno vasco, por el que se establecía la obligatoriedad de instalar desfibriladores automáticos o semiautomáticos en determinados espacios de uso público donde concurran "muchas personas", según ha informado el Departamento de Salud.
 

Darpón, consejero de Salud del País Vasco.

De ellos, 97 se ubican en Álava, 331 en Bizkaia y 191 en Gipuzkoa. Todos ellos están inscritos en el Registro Vasco de Desfibriladores que se creó con la aprobación de esta norma y que permite tener "un control exhaustivo de todos los desfibriladores existentes en el País Vasco, comunicación de colocación o retirada, ubicación y señalización, características, cumplimiento de requisitos técnicos y condiciones de instalación e utilización, tal y como exige la nueva normativa".
 
El objetivo de este Decreto del Departamento de Salud es, en palabras de sus responsables, "aumentar el número vidas que se pueden salvar en caso de paradas cardiorrespiratorias ya que el único tratamiento eficaz contra la fibrilación ventricular es la desfibrilación eléctrica precoz". 4
 
Por ello, el decreto aprobado a comienzos de año establece que "hay que disponer, en determinados espacios públicos donde concurren muchas personas, de desfibriladores automáticos que puedan ser utilizados por personal ajeno a la profesión sanitaria".
 
En este sentido, el consejero de Salud, Jon Darpón, ha destacado "la importancia de esta normativa que es un reflejo del compromiso del Gobierno vasco con las personas y con la protección de su salud ya que la utilización de los desfibriladores puede ayudarnos a aumentar las expectativas de supervivencia de una persona ante una parada cardiorrespiratoria mientras llegan los servicios de emergencia".
 
Todos los espacios
 

Por ello y por "la conciencia social ante el problema de la muerte súbita", el Gobierno adoptó esta normativa que hace que en el País Vasco sea obligatorio la disponibilidad de desfibriladores externos y semiautomáticos en los grandes establecimientos comerciales, individuales y colectivos, así como en aeropuertos y puertos comerciales, estaciones de autobuses o ferrocarril de poblaciones de más de 50.000 habitantes, y las estaciones de metro, tren o autobús con afluencia media diaria superior a 2.000 personas.
 
También es obligatorio en establecimientos públicos, instalaciones, espectáculos y actividades recreativas con aforo superior a 700 personas y en los centros educativos con aforo superior a 2.000 personas.
 
Para cumplir con esta exigencia, el decreto contempla un plazo de 12 meses. El Departamento de Salud ha explicado que, por ello, seguirá trabajando, "desde la concienciación pero con determinación", para que el 5 de febrero de 2016 "todos los espacios públicos que tienen que contar con desfibriladores lo tengan instalado".
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