Por medio de epimutaciones, los microorganismos se benefician de la resistencia a los medicamentos



5 sept. 2014 12:00H
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Redacción. Madrid
Joseph Heitman, profesor y presidente de Genética Molecular y Microbiología en la Facultad estadounidense de Medicina de la Universidad de Duke, ha dirigido un artículo descubriendo un nuevo mecanismo en un hongo llamado 'Mucor Circinelloides', que proporciona al organismo mayor flexibilidad. Microorganismos, como los hongos y las bacterias, pueden utilizar un silenciamiento temporal de los objetivos farmacológicos (epimutaciones) para beneficiarse de la resistencia a los medicamentos.

Joseph Heitman, profesor y presidente de Genética Molecular y Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, EEUU.

La investigación ha revelado que estos seres o sistemas pueden evadir el tratamiento mediante mutaciones en los genes a los que se dirigen los antibióticos o los medicamentos antimicóticos. Estas alteraciones es probable que también las empleen otros hongos, así como bacterias, virus y otros organismos, según han detallado los autores del análisis.

Se trata de epimutaciones observadas en el patógeno fúngico humano 'M. Circinelloides', que puede desarrollar resistencia a los medicamentos de dos maneras diferentes: de forma estable a través de mutaciones permanentes o transitoriamente mediante epimutaciones reversibles. Son alteraciones que se han mostrado en dos especies de ‘M. Circinelloides’, comportamiento que otros técnicos desean analizar en organismos como ‘Aspergillus’ y ‘Neurospora’.

Los científicos, experimentando la resistencia a los fármacos como FK506 o FKBP12, han llegado a la conclusión de que el ARN de interferencia (ARNi) podría ser la causa de esta resistencia inestable a los medicamentos. Según los técnicos, ARNi (activo en 'M. Circinelloides') utiliza trozos de ARN, el primo químico del ADN, para silenciar genes específicos. Con su inspección, han detectado pequeños ARN en hongos que carecían de mutaciones y que sólo silenciaron el gen FKBP12.

Según los investigadores, el descubrimiento es parecido al de los intrones o microARN. Han resaltado que estas epimutaciones podrían ser empleadas en una variedad de situaciones, permitiendo a un organismo adaptarse a un entorno desfavorable y luego adaptarse de nuevo cuando las condiciones mejoren.
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