Inundaciones de la Dana de Valencia.
Durante los días inminentemente posteriores a la
DANA que asoló Valencia el pasado 29 de octubre, los expertos advirtieron que el temporal y sus consecuencias iban a impactar directamente en la salud de la población. Ahora, más de medio año después de las catástrofe, empiezan a confirmarse algunas suposiciones. El estudio 'La DANA y las infecciones gastrointestinales.
¿Qué hemos aprendido?', es el primero en poner el foco en la repercusión de la DANA en
enfermedades infecciosas en niños. Las pediatras del Hospital General de Valencia, Elena Montesinos y Eva María López son las autoras de la investigación. Ambas atienden a Redacción Médica para explicar los resultados y reivindican la importancia de técnicas de biología molecular para garantizar
un tratamiento adecuado.
Después de las inundaciones, las pediatras llevaron a cabo una revisión de las gastroenteritis agudas (GEAs) que tuvieron lugar dentro de su departamento de salud, en el que se incluyen pueblos como Paiporta o Picassent, durante los dos meses siguientes al evento y desde la primera semana. “Es
cuando se ha descrito en la literatura que suelen aparecer este tipo de infecciones relacionadas con la ingesta de de agua y alimentos contaminados”, explican. El objetivo era claro: evaluar el impacto de esta enfermedad transmisible en la población pediátrica de las zonas afectadas. En total, con una población superior a las 50.000 menores de entre 15 años y tres meses de edad, fueron
55 los menores diagnosticados con gastroenteritis agudas. Eso sí, ambas autoras aseguran que esta cifra “probablemente sea mucho mayor”, porque ellas solo tuvieron acceso a las afecciones más severas. Asimismo, aunque remarcan que no pudieron analizar todas las regiones afectadas, sí pudieron hacer una comparación entre la población de las regiones afectadas por la DANA y las que no sufrieron sus efectos.
Cómo afectó la DANA a las enfermedades infecciones
Así pues, en más del 72 por ciento de las muestras analizadas se detectó la presencia de algún
microorganismo. Del total, el 60 por ciento correspondía a bacterias y el 34,5 por ciento a virus. Además, en más de un tercio de los casos, se identificó una coinfección, es decir, la presencia simultánea de
varios patógenos en una misma muestra. “Lo que es relevante es que había más afectación de infecciones gastrointestinales bacterianas de un 60 por 100 en la población de la DANA versus el 12 por ciento de la población que no estaba afectada”, remarca Montesinos. “Sobre las infecciones en las que se aislaron varios microorganismos a la vez, ya sean bacterias, bacterias o algún virus, también fueron más frecuentes en el grupo de afectados por la Dana”. En este contexto, las GEAs bacterianas ocasionadas por Campylobacter y Salmonella fue mayor con las técnicas moleculares, en PCR se detectó una mayor presencia de E. coli enteropatógeno, Campylobacter, E. coli enteroagregativo y Salmonella.
La importancia de contar con pruebas específicas
Las pediatras pusieron el foco en las infecciones gastrointestinales porque son las que
aparecen con mayor frecuencia después de este tipo de catástrofes. “Generalmente son debido a la ingesta de agua y alimentos contaminados. Al final se produce una interrupción de los sistemas de alcantarillado, se desbordan las aguas fecales y esto facilita la transmisión de microorganismos fecales”, explica Montesino, “También hay una
limitación de de la higiene personal, del acceso al agua potable y de la posibilidad de higienizar superficies contaminadas”, agregan. No obstante, también afirman que hay mucha
variabilidad a nivel epidemiológico.
“Otros estudios se han centrado más en infecciones por NOROvirus y rotavirus, mientras que nosotros, por ejemplo, lo que más obtuvimos fue el virus con más aislamiento y en infecciones bacterianas”, comenta Eva María López., que también destaca la i
mportancia de contar con pruebas específicas. “Es fundamental realizar un estudio microbiológico de las muestras de este tipo de eventos. Nosotros utilizamos sobre todo técnicas de biología molecular que nos aportaron
mucha información sobre los microorganismos. Por ello, queremos señalar la importancia de realizar este tipo de estudios para garantizar un tratamiento más específico de microorganismos productores de este tipo de infecciones”. Además, ambas destacan la necesidad de, ante situaciones de emergencia, extremar las medidas de higiene y mantener la seguridad del agua y alimentos
para minimizar el impacto de infecciones.
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